Fernando Muslera valoró positivamente su evolución tras la operación de tibia y peroné, luego de haberse fracturado en el primer partido post-parate por coronavirus del Galatasaray. En diálogo con el programa Derechos Exclusivos, de Radio Uruguay, explicó que está viviendo recuperación mejor de lo previsto.

“Todo esto gracias a Dios es nuevo porque es la primera lesión importante en mi carrera. Esperaba algo mucho peor en el postoperatorio, pero por suerte ya van 22 días de la operación y empecé hace dos semanas a entrenar y a moverme, por lo que estoy feliz”, reveló el arquero de 34 años, quien lleva nueve en Turquía.

“Esperaba mucho más dolor y pasar unos cuantos meses del sillón a la cama y de la cama al sillón, pero hace tres días dejé las muletas y estoy caminando normal. Me pidieron que caminara mucho y me asombró los avances logrados en este tema”, ponderó.

“Tuve amigos que se fracturaron y estuvieron varios meses con un yeso. A mí, a las cinco horas de haber sido operado, venían los médicos a exigirme que empezara a caminar. Eso es asombroso”, sostuvo, y explicó los métodos de entrenamiento que está llevando a cabo para mantenerse activo.

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— Fernando Muslera (@1_Muslera_25) July 7, 2020

“El entrenador de arqueros del Galatasaray, que es turco, está muy bien capacitado y trata de trabajar las reacciones cerebrales, los movimientos, toma de decisiones y coordinación del cuerpo a la hora de ver y reaccionar lo más rápido posible”, contó Muslera.

“Eso hace que desde el cerebro empiece a trabajar la toma de decisiones y la velocidad de reacción, que es imprescindible y nos ha venido bárbaro. Además de ser muy divertido el entrenamiento, nos hace trabajar cosas que salen un poco de la rutina, que es recibir pelotazos”, valoró.

El ex Wanderers, Nacional y Lazio tiene previsto retornar a Uruguay para continuar con su rutina después de que termine la Superliga turca. Mientras siga jugándose el campeonato, prefiere seguir entrenando a pocos metros de sus compañeros de equipo.

Muslera no deja de sorprenderse con la pasión de los hinchas turcos, que “es única”. “Los uruguayos somos muy pasionales también, pero ellos son muy eufóricos. Hasta 2015, antes de que se diera el golpe de estado, no se permitía que hubiera hinchadas visitantes porque, literalmente, se mataban”, manifestó.