Walter Olivera, director de relaciones institucionales de Peñarol, habló con el programa deportivo Cien por ciento deportes en la Sport890 sobre el intento de intercambio de camisetas entre Facundo Torres y Andrés D'Alessandro.
"Cuando yo jugaba, cambiar camiseta con un jugador de Nacional era algo que estaba prohibido", aseguró el Indio. "Jamás cambié camiseta con alguien de Nacional. Tuvimos muchos encontronazos con mi amigo Wilmar Cabrera. Pero ni él ni yo nos ofrecimos una. Porque sabemos que son dos camisetas muy gloriosas, pero cada uno tenía la suya", agregó.
Dejó en claro que el accionar de Torres, el de no aceptar la casaca del argentino, fue el correcto: "Facundo estuvo muy bien y el veterano jugador de Nacional muy mal. Eso fue algo armado para sacarlo del partido a Facundo. Lógicamente, si viene un jugador de 40 y pico de años, que tiene su nombre, y te quiere hacer un mimo, hacelo después del partido. Lo bueno es que Facundo no la recibió y después este muchacho de Nacional no la aceptó", añadió.
"Hay que estar en todos los detalles. Es un partido importante y si le piden la camiseta a un chico joven como Facundo, es muy difícil decir que no. Eso lo hizo muy bien y, por suerte, estuvo muy despierto y no pasó a mayores", recalcó Olivera.
La vuelta de Brasil
Olivera aseguró que no estuvo bien la estrategia de Nacional para traer a sus tres jugadores (Sergio Rochet, Camilo Cándido y Brian Ocampo) que estaban en Brasil con la selección uruguaya. "Cuando se decidió que los chicos volvieran de Brasil, se sabía que podían venir mentalmente destruidos y cansados. Creo que no se hicieron bien las cosas porque la AUF tuvo que prevenir esto para que vinieran todos juntos y no destruir una selección", puntualizó.
La plaqueta
Previo al arranque del duelo entre Nacional y Peñarol en el Gran Parque Central del pasado domingo, José Decurnex le entregó una plaqueta a Ignacio Ruglio que despertó mucha polémica. Porque puso en manifiesto que los clásicos se empezaron a disputar a partir de 1914.
La mención al 1914 es parte de una eterna polémica por el decanato entre los dos clubes más populares del fútbol uruguayo. Mientras en filas mirasoles entienden que los clásicos empezaron en 1900, del lado de los albos afirman que a esa altura no existía el Club Atlético Peñarol, sino el CURCC.
"Fue otra cosa mal hecha la plaqueta", opinó Olivera. "Se está intentando tener una buena relación entre Peñarol y Nacional, quiero creer que no se dieron cuenta los directivos de Nacional. Por suerte Ruglio se dio cuenta y dejó en claro que Peñarol es más viejo que Nacional. Lo importante se viene ahora (los clásicos por la Copa Sudamericana) y Peñarol está siendo más respetuoso que Nacional", comentó.
"Los dirigentes, haciendo estas cosas chiquititas, pierden tiempo de ganar cosas importantes. Tienen que preocuparse cuando te sacan de la Libertadores por seis goles y no de pelear contra los directivos rivales. Porque no le hace bien al fútbol uruguayo", concluyó el director de relaciones institucionales de Peñarol.