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Contenido creado por Paula Barquet
El dedo en la llaga
Congreso del Frente Amplio Tabaré Vázquez. Proclama de precandidatos para 2024. Foto: Gastón Britos/FocoUy
OPINIÓN | El dedo en la llaga

No todo lo que reluce es unidad: candidatura presidencial y las disputas internas en el FA

Mujica dijo que Cosse tiene menos chances frente a los blancos. Sánchez minimizó a Bergara. Y Lima se quedó sin el apoyo de su esposa.

Por Álvaro Giz

08.03.2024 12:50

Lectura: 5'

2024-03-08T12:50:00-03:00
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A lo largo de su más de medio siglo historia, la cuestión de la unidad ha sido para el Frente Amplio uno de los valores más preciados, pero cada tanto ?y fundamentalmente en los períodos preelectorales?, ese bien se resiente como consecuencia de la competencia interna que se desata entre los partidos políticos que integran esta coalición.

En las últimas semanas se produjeron algunas declaraciones y situaciones que provocaron una obvia preocupación entre la dirigencia frenteamplista, temerosa de que esos chisporroteos deriven en enfrentamientos mayores y, lo que es peor, que afecten la imagen de los precandidatos. 

Uno de los momentos de mayor tensión interna lo desató el expresidente José Mujica, cuando aseguró que el candidato del Movimiento de Participación Popular (MPP) y exintendente de Canelones, Yamandú Orsi, “es el único que les puede ganar a los blancos”.

“(Carolina) Cosse es buenísima, pero no les gana a los blancos porque no la bancan en el interior y perdimos las elecciones (pasadas) por el interior”, sostuvo Mujica.

El expresidente agregó que espera que sea viable una posible fórmula presidencial con la presencia de Orsi y Cosse, y volvió a colocar en primer lugar al candidato de su preferencia y a ubicar a la intendenta de Montevideo como eventual candidata a la vicepresidencia.

Cosse le respondió al expresidente pero pareció sopesar cada una de sus palabras. “(A Mujica) le tengo un gran cariño y lo respeto mucho. Y con algunas cosas, como con cualquier frenteamplista, comparto opiniones y en otras no. Pero estoy convencida de que tenemos ámbitos para conversar las cosas y esos ámbitos nunca son los medios. No voy a polemizar con ningún compañero”, dijo la precandidata que tiene entre sus principales respaldos a comunistas y socialistas.

Al final, Cosse cerró su respuesta con una ironía: “Creo que caer en esa cosa bidimensional del Uruguay nos lleva para atrás. Pensar que el Uruguay es un Montevideo homogéneo y un interior homogéneo, yo pienso que es una visión antigua”.

También en su defensa, el senador comunista Óscar Andrade escribió en su cuenta de X: “No aprendemos más, que fea enfermedad el sectarismo, te hace apedrear el rancho propio”.

“Si es Carolina, Yamandú, Andrés (Lima) o Mario (Bergara) no es la clave, la fórmula es fraternidad y unidad para luchar por las causas”, apuntó.

Días antes, se produjo otro cortocircuito, pero esta vez entre los senadores Alejandro Sánchez (MPP) y su colega y precandidato presidencial, Mario Bergara, luego de que el primero dijera que en la interna frenteamplista había “dos candidatos naturales”, en alusión a Orsi y Cosse, y “otros dos que están en un nivel distinto”.

“Así no, Pacha Sánchez querido”, replicó Bergara en un hilo de la red X. “Es temeraria tu descalificación pública de nuestras posibilidades electorales. ¿Esos van a ser los ‘modales’ de campaña?”, manifestó.

“Nos precisamos, todos y todas los frenteamplistas, los sectores, la militancia, las bases, para volver a ganar, acá no sobra nadie y, por lo tanto, creemos que este intercambio va a ayudar a que hagamos una mejor campaña”, amplió Bergara en una conferencia de prensa.

Afirmó además que no buscó “marcar una disconformidad” con sus palabras, sino que buscó “la forma” para hacer “la mejor campaña posible”.

“Porque vuelvo a decir, nos necesitamos todos para que el FA vuelva a gobernar, por el bien del pueblo uruguayo”, señaló.

Más recientemente, el otro precandidato frentista, Andrés Lima, vio sacudida su postulación cuando inesperadamente su propia esposa y un director de su Administración cambiaron de bando y se pronunciaron en favor de la precandidatura de Orsi.

Aunque en sus declaraciones públicas Lima hizo todo lo posible por bajarle perfil a la situación, lo cierto que se terminó separando de su pareja y con su respaldo político lesionado.

“No le aporto nada al Frente si uno entra a establecer calificativos. Tomaron un camino, una decisión. Lo importante es que lo hacen dentro del Frente Amplio. Eso hace que uno tenga que plantearse un escenario en el departamento sin algunos apoyos que pensaba tener, con otros que van llegando y se van sumando”, concluyó.

Estos cortocircuitos que se han producido en el Frente Amplio en las últimas semanas no hacen otra cosa que demostrar que a la hora de disputar las candidaturas ninguna fuerza política es ajena a los enfrentamientos internos y a las ambiciones de las personas y de los partidos. Por más que muchos se llenen la boca con la palabra unidad, en definitiva, ella no es otra cosa que un medio para llegar al gobierno.

Es que bajo el manto de la unidad se esconde la misma ambición que tienen todos los partidos políticos del mundo: ganar la elección, alzarse con el poder y tener la mayor incidencia posible en la futura administración.

Porque más allá de los objetivos programáticos altruistas que se proclamen desde la izquierda, llegar al gobierno trae consigo la posibilidad de llenar centenares y centenares de puestos de confianza a lo largo y ancho del Estado. Y eso sí que asegura tener verdadero poder.

Por Álvaro Giz