La transformación hacia la sostenibilidad requiere individuos capaces de combinar conocimientos y habilidades especializadas en el área junto a conjuntos multidisciplinarios de competencias. Es esencial abarcar competencias que se extiendan a través de los negocios, el uso de datos y la tecnología digital, han dicho expertos.

Uruguay ha visto un notable aumento en el número de empleos verdes de 2016 a 2021, según datos del economista Sebastián Parrilla. Esto está generando una ansiedad creciente en los líderes de compañías, que no encuentran suficiente personal sensibilizado y capacitado para encarar estos desafíos.

Uruguay no puede esperar. Estamos juntos en esto: educación, empresarios, gobierno y sociedad toda. Por lo que debemos unir fuerzas para hacer más, trazando un camino exitoso hacia el futuro de corto y mediano plazo.

Es imperativo reconceptualizar la educación para el desarrollo sostenible, como establecen Michelsen y Fisher (Sustainable Development Perspective, 2017).

Redefinir significa movernos del escenario de amenazas o problemas hacia una mentalidad de búsqueda activa de soluciones. Esta modernización implica no enfrentar los problemas de manera reactiva, sino también moralizar nuestras acciones en los valores fundamentales de justicia, dignidad y preservación de los recursos naturales.

Con el fin de lograr un cambio efectivo, es necesario un cambio de comportamiento tomando decisiones competentes basadas en el análisis del presente y estudios del futuro respecto al desarrollo ecológico, económico y social. No se trata solo de actuar, sino de actuar de manera informada y consciente.

Se requiere de una transmisión de ideas y la resolución de conflictos fomentando la reflexión crítica, descubriendo diferentes posiciones y explorando formas democráticas de hacerlo.

Y finalmente orientarnos hacia el conocimiento de una manera práctica y experiencial. Se trata de revertir el dicho común “del conocimiento a la acción” hacia “de la acción al conocimiento”. Es decir, aprender a través de la práctica y la experiencia, como lo sugiere Kruse (2013).

El progreso en la formación de habilidades en sostenibilidad avanza, pero no lo suficientemente rápido. La mayoría de las compañías líderes han cultivado talento interno y lo han capacitado para trabajos críticos en dicha área. Pero este enfoque no es escalable.

¿Cómo avanzamos más lejos y más rápido?

Es fundamental desarrollar una comprensión compartida, respaldada por datos sólidos, sobre la evolución de los empleos y las habilidades de sostenibilidad necesarias para ellos. Es necesario capacitar rápidamente a la fuerza laboral actual en estas habilidades. Y finalmente es crucial preparar a las próximas generaciones de trabajadores para los empleos de sostenibilidad del futuro.

La educación superior desempeña un papel relevante en este sentido, ya que puede fortalecer y expandir los programas de sostenibilidad garantizando que los futuros profesionales estén equipados con las habilidades necesarias para abordar los desafíos ambientales y sociales en constante cambio (Microsoft en “closing the sustainability skills gap: helping businesses move from pledges to progress”, noviembre 2022).

Desde mi responsabilidad en la dirección de programas de pregrado en la Universidad ORT, comparto las tres áreas fundamentales de trabajo actual junto a la cátedra de sostenibilidad, dirigida por mi colega Nicolás Gambetta. Una es la integración transversal de dichos principios en los programas académicos de emprendedurismo, analítica de negocios, marketing, finanzas y costos, operaciones y logística, y capital humano. A esto se suma la investigación multidisciplinaria a nivel nacional e internacional, lo que permite la publicación en revistas internacionales y contribuye al avance del conocimiento en el campo de la sostenibilidad. Complementariamente, se han lanzado cursos de educación ejecutiva y la formación de alianzas estratégicas con el sector privado. Estas iniciativas no solo amplían el alcance del aprendizaje sobre el desarrollo sostenible más allá de las aulas, sino que también fomentan soluciones innovadoras en colaboración con las empresas.

Prestigiosos rankings como Times Higher Education (THE Impact) marcan el avance universitario. El compromiso con la excelencia académica y la colaboración con diversos actores son pilares para empoderar a los futuros profesionales liderando el cambio hacia un mundo más justo, equitativo y sostenible.