Por estos días la precandidata presidencial del Frente Amplio, Carolina Cosse, marcó claramente el tono confrontativo que está dispuesta a darle a la campaña electoral por la Presidencia de la República, en caso de resultar ganadora en la interna de su partido.
En un acto público, Cosse no dudó en acusar al Partido Nacional de lanzar una operación política para desprestigiar a su contendor en la interna frentista, el exintendente de Canelones, Yamandú Orsi.
Cosse también aseguró que desde el gobierno “en vez de gobernar, hacen campaña” y, sobre la acusación de una mujer trans contra Orsi, señaló: “Arremetieron contra nuestro compañero Yamandú en algo más parecido a un escrache sin pruebas que a una denuncia seria”.
“Van a seguir provocándonos”, sostuvo Cosse en referencia directa al Partido Nacional, y advirtió que “ningún frenteamplista se va a dejar distraer porque cuando el humo se disipa, aparece la realidad”.
Desde las filas blancas, la respuesta del precandidato Álvaro Delgado no tardó en llegar. “Lo quiero decir con seriedad porque me preocupa y me indigna: hay una candidata del Frente Amplio que pasó un límite”, dijo el postulante.
Seguidamente, cuestionó la actitud de Cosse de “acusar directamente a este Partido Nacional de 187 años de historia, que hizo la Patria y nos llena de orgullo", no es aceptable.
Delgado dijo ser proclive a que la situación se resuelva a nivel de la Justicia y precisó que si alguien tiene alguna sospecha y obviamente tiene alguna prueba de que hay algún blanco que se desvió y que fue parte de esta manija y este escrache, que vaya al juzgado que yo lo acompaño".
En la misma línea, el presidente Luis Lacalle Pou condenó la denuncia falsa contra Orsi, pero cuestionó las acusaciones lanzadas desde filas frentistas contra el Partido Nacional.
“Es tan grave la acusación falsa como decir que hay operación política”, remarcó el presidente.
Las autoras de la denuncia falsa contra Orsi, Romina Papasso y Paula Díaz, son dos personas marginales de la política —es más, una de ellas es totalmente ajena—. Al Partido Nacional solo se le puede achacar que no tomó antes distancia de los dichos y de las disparatadas acciones de Papasso.
Tal vez esto no sucedió porque Papasso fue la principal denunciante del caso que involucra al ex senador blanco, Gustavo Penadés, y de haber sido apartada antes, pudo interpretarse como una represalia por lo que le sucedió al exlegislador.
Pero más allá de esta situación, lo que sobresale es que Cosse parece entender que todo vale en política, aunque sabido es que si se dinamitan los puentes después se vuelve muy trabajoso reconstruirlos.
Por eso habría que preguntarle a la precandidata cómo piensa gobernar en caso de ganar las elecciones nacionales, ya que puede llegar a la primera magistratura pero no contar con una mayoría absoluta en el Parlamento.
La actitud de Cosse es vista con preocupación, incluso dentro de su propio partido. Esta semana, la senadora Lucía Topolansky declaró que la intendenta tendría dificultades para vencer al Partido Nacional en la elección nacional de octubre si fuera electa candidata a la Presidencia por el Frente Amplio y aseguró que, en cambio, Orsi sí ganaría.
Topolansky afirmó que los frenteamplistas deberían votar a Orsi en la interna porque levanta menos resistencias que Cosse en el interior del país y por su “capacidad de diálogo y negociación, que para conducir cualquier gobierno y políticas de Estado, son claves”.
Según dijo, en el “trabajo municipal” de cada uno, Cosse en Montevideo y Orsi en Canelones, se vio quién negocia mejor.
“Está todo el tema del saneamiento y otros fideicomisos que no salieron” en Montevideo. “Todos lo vimos; los montevideanos no son tontos, saben lo que pasó”, expresó en el programa Desayunos Informales de Canal 12.
“Para negociar tenés que ir con voluntad de negociar; te doy para que me des. Negocié 22 años en el Parlamento y algunas veces perdí, pero la mayoría de las veces llegamos al objetivo”, indicó Topolansky.
Cuando se acercan las elecciones nacionales es normal que el tono de la campaña electoral vaya en aumento y que se produzcan reiterados cortocircuitos entre los principales candidatos presidenciales, fundamentalmente entre aquellos que tienen posibilidades de llegar a la primera magistratura.
Pero en la medida que esos cortocircuitos impliquen acusaciones sin pruebas, el discurso se hará mucho más duro y planteará un escenario post electoral en el que será más que difícil lograr un normal relacionamiento entre los principales actores políticos.
El candidato que aspire ganar las elecciones deberá tomar en cuenta que siempre hay “un día después” y que por eso es necesario cuidar el vínculo entre los partidos políticos y entre las personas.
Cosse parece tener pendiente esa materia. Y eso lo saben sus oponentes, pero también sus compañeros de ruta.
Por Álvaro Giz
@giz_alvaro
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