Podríamos (o por lo menos quisiéramos) pensar, que un partido de fútbol dura 90 minutos, está totalmente bajo la autoridad de un árbitro y su resultado queda determinado cuando dicho árbitro lo da por finalizado y, después, todo es historia y, como tal, inmodificable. Últimamente y de una manera progresiva, cada vez es menos así: han aparecido otros actores: "los tribunales que actúan de oficio" y modifican resultados, imponen o quitan sanciones a su solo criterio y, aparentemente, sin límite alguno.
Cuando se trata de un Campeonato Mundial o de todo lo relacionado, como por ejemplo sus Eliminatorias y, sobre todo, cuando se acerca el momento de las definiciones, todo esto empeora.
Por eso es cada vez más difícil juzgar un partido de fútbol importante por lo que ocurrió en su transcurso: cada vez influyen más elementos, de diversos tipos. Por eso, para hablar de este partido con propiedad deberíamos comenzar por el ANTES.
Antes del partido
Argentina, a pesar de la enorme cantidad de grandes jugadores que produce, venía a los tumbos en la Eliminatoria, situándose en la 5ª posición y, teniendo esto en cuenta, decidió despedir a su Director Técnico (el Señor Bauza) y sustituirlo por otro Director Técnico (el Señor Sampaoli) el cual asumió su cargo anunciando grandes modificaciones en el equipo (de integración, táctica y comportamiento, fundamentalmente transformándolo en un equipo muy agresivo permanentemente lanzado al ataque).
Uruguay había empezado muy bien esta Eliminatoria y, hasta hace poco tiempo, disfrutaba de una posición muy cómoda en la Tabla de Posiciones. Sin embargo, imprevistamente, uno de sus grandes atributos (la solidez defensiva) lo abandonó y, así, perdió los tres últimos partidos, pasando a tener una situación nada cómoda.
Unas fechas atrás, Bolivia venció a Perú y empató con Chile, mejorando mucho su posición.
Pero, mucho después de esos partidos, Chile y Perú advirtieron que existía un inconveniente reglamentario y que un jugador que había jugado unos pocos minutos en el equipo boliviano en esos partidos, podía no estar habilitado. Pero había pasado un mes o cosa así de los partidos, por lo que estaba totalmente vencido el plazo reglamentario de 24 horas que se tiene para reclamar.
Pero aparece el "Gran Hermano": un tribunal que actúa de oficio y quita a Bolivia los 5 puntos ganados en la cancha y le adjudica 2 a Chile (sustituyendo un empate por un triunfo 3 a 0) y 3 a Perú (sustituyendo una derrota por un triunfo 3 a 0).
Bolivia, viéndose perjudicada y con el apoyo de varios otros equipos participantes en la Eliminatoria, apela la decisión solicitando se le devolvieran los puntos que había ganado en la cancha.
Por otra parte, en un partido donde el juez no notó nada anormal, un tribunal actuando de oficio a posteriori, "interpretando los dichos del jugador Messi por el movimiento de sus labios", analizando el video del partido, concluyó que el Señor Messi había insultado a un miembro del equipo arbitral y le aplicó 4 partidos de suspensión.
Argentina apeló, argumentando que el tal insulto no debía interpretarse al pie de la letra, porque en su país constituía una manera coloquial y afectuosa de hablar. El tribunal le dio la razón y anuló los tres partidos de suspensión que tenía pendientes el jugador.
Finalmente, la apelación de Bolivia por los 5 puntos que se le habían quitado y los 3 dados a Perú y los 2 a Chile fuera de las canchas, se dilató mucho, trascendió que Bolivia ganaría el caso pero, dos días antes de esta fecha, el tribunal ratificó el fallo original. Esto llevaba a Argentina a una necesidad desesperante de ganar el partido contra Uruguay.
El partido
Se enfrentaron Uruguay y Argentina, ambos con cambios en su integración.
Uruguay dirigido, como siempre, por su Director Técnico (el Señor Tabárez) y aferrado a su táctica tradicional de obtener un funcionamiento equilibrado, orientado primeramente a limitar las virtudes de su adversario y, luego, atacarlo jugando de manera muy vertical, pero sin asumir riesgos no imprescindibles.
Argentina, dirigido ahora por el Señor Sampaoli, con una táctica bien diferente: presionar en toda la cancha para hacerse de la pelota y, cuando se la obtiene, jugarla de primera pero sin prisa, sin arriesgarla, con muchos jugadores en el ataque, buscando pacientemente la falla del adversario y, teniendo en cuenta los grandes delanteros de que dispone, confiando que los goles vendrán sin mayores dificultades.
¿Qué pensábamos mirando el partido?: que era un partido muy riesgoso, que a Uruguay le servía ganar y también empatar y que a Argentina sólo le servía ganar porque, de lo contrario, Chile le sacaría 3 y Colombia 4 puntos de ventaja y sería difícil, luego, alcanzarlos.
De a poco el funcionamiento de Argentina se hizo más vertiginoso en la mitad de la cancha, comenzó a tener más tiempo la pelota, pero no creaba situaciones de peligro. Al mismo tiempo presionaba fuertemente y con gran dedicación a Suárez y Cavani, de manera de minimizar sus posibilidades.
De repente cerca de los 15 minutos del primer tiempo, se da una jugada fuera del libreto: aparece sorpresivamente Nández obteniendo la pelota sobre la parte derecha del área argentina, avanza y rápidamente lanza un fuerte tiro al arco, la pelota rebota en Cavani, luego se dan otros rabotes pero lo claro es que el peligro fue grande y apareció de improviso.
Ciertamente a Sampaoli un sudor frío le recorrió la espalda. "¿Y este quién es y de dónde salió?, ¿no habrá otras sorpresas?, ¡probablemente debemos ser un poco más prudentes!". Seguramente miró un poco el juego y luego le dio instrucciones a su jugador Di María: "¿ves este hombre que te molesta tanto con su marca pegajosa?... bueno, trata de zafarte de él, pero, cuando él tenga la pelota córrelo hasta donde sea y trata de quitársela " Ahí se terminó la primera parte que duró 15 minutos y donde Argentina atacaba sin preocupaciones, ahí pasó a un esquema mucho más cauto, tratando de que Uruguay perdiera la prudencia y se abriera dándole oportunidades.
Uruguay siguió con su esquema y no aparecieron esas oportunidades para Argentina y, paralelamente, en forma desprolija pero con fuerza, Uruguay fue creando algunos momentos de peligro.
Esta segunda etapa duró una hora, el partido no era atractivo pero era emocionante. En esta hora Argentina tuvo dos oportunidades del gol claras, ambas protagonizadas por Messi y neutralizadas por el golero Muslera y Uruguay tuvo varias oportunidades, ninguna tan clara. El partido se encaminaba firmemente a un empate 0 a 0. Argentina seguía con bastante mayor posesión de la pelota pero no conseguía vulnerar la defensa uruguaya. Durante ese tiempo ocurrieron cosas imprevistas: ¡Venezuela había igualado 0 a 0 con Colombia y Chile estaba perdiendo con Paraguay!
Ciertamente , cuando faltaban 15 minutos para terminar el partido, Sampaoli que ya conocía esos resultados, reflexionó: "aquí estamos jugando un partido muy desagradable y aburrido, donde el rival ha decidido limitarse a defender y esperar nuestro error, mientras que nosotros tenemos casi siempre la pelota pero nuestro único recurso atacante es Messi, porque nuestros otros grandes delanteros han sido totalmente anulados y, cuando Messi recibe una pelota, está tan rodeado de compañeros y adversarios, todos a muy poca distancia, que le resulta muy difícil iniciar una jugada de peligro. ¿No será que Uruguay, en un contragolpe solitario y gracias a algún rebote nos hace un gol y nos gana?: ¡Realmente el empate no es tan malo!" Y, entonces cambió la orden: "cuando no tengan la pelota recupérenla inmediatamente como sea y, luego, defiéndanse con ella" (o sea: "ahora dejemos correr el reloj que con el empate estamos bien").
Y así hemos asistido a los últimos 15 minutos del partido sin ninguna emoción y con gran aburrimiento.
Pero, simultáneamente o casi, se jugaron otros cuatro partidos:
Venezuela 0, Colombia 0, en San Cristóbal. Una Venezuela bien plantada y segura de sí misma empató con Colombia y estuvo más cerca del triunfo.
Chile 0, Paraguay 3, en Santiago. La gran sorpresa de la etapa. Por momentos Chile dominó el trámite del partido pero se hizo un gol en contra y se vino abajo. Paraguay luchó siempre y fue mucho más claro en el ataque y ganó bien. Paraguay llegó a los 21 puntos y pasa a ser uno de los candidatos para el 5º puesto que lleva al repechaje.
Brasil 2, Ecuador 0, en Porto Alegre. Brasil siempre fue más, pero le costó mucho hacer el primer gol. De todas maneras, ganó y alejó a Ecuador de la clasificación.
Perú 2, Bolivia 1 en Lima. Partido muy disputado y muy parejo. Bolivia estuvo cerca del empate. Perú llegó a 21 puntos y pasa a ser uno de los candidatos para el 5º puesto que lleva al repechaje.
Ahora viene la fecha 16 y, en particular, debemos enfrentar a Paraguay en Asunción.
Paraguay, Uruguay en Asunción.
Nunca, por las Eliminatorias, Uruguay le ha ganado a Paraguay en Asunción. Desde el principio de los tiempos (1957 cuando por primera vez Uruguay tuvo que disputar una Eliminatoria), estos rivales han jugado 6 veces en Asunción. Paraguay ganó las 5 primeras y la última (2011) fue empate.
En estos 6 partidos han jugado seleccionados uruguayos de lo más diversos, involucrando a grandes jugadores como William Martínez, Javier Ambrois y Oscar Míguez en 1957, Francescoli, Darío Silva y Bengoechea en 1997, Lembo, Pablo García, Poyet y Recoba en 2000, Chevantón, Ligüera, Recoba en 2003, Lugano, Godín, Suárez, Forlán, en 2007, Lugano, Godín, Cáceres, Cavani, Suárez, Forlán en 2011. O sea, en general hemos jugado con nuestros mejores jugadores y nunca hemos podido ganarles en Asunción. No es un detalle puntual: es una tendencia.
¿Por qué no hemos podido ganar en Asunción? Las explicaciones pueden ser múltiples, pero nunca una explicación resuelve nada. Sin embargo, el hecho de que nuestra última derrota fue hace 10 años es favorable.
Paraguay presenta equipos aguerridos, que nunca se dan por vencidos, y juega un fútbol simple que le ha dado mucho resultado: ataques básicamente por las puntas, a velocidad centros bien lanzados y varios hombres altos a cabecear. Y buen aprovechamiento de los tiros libres.
¿Qué ocurrirá mañana? Muy difícil saberlo.
Desde que Uruguay no tiene a Forlán, tenemos una buena, a veces muy buena, defensa y, adelante dos goleadores que están entre los mejores del mundo (que no los tiene Paraguay) y mediocampistas que colaboran en la defensa y, a veces, se lanzan al ataque con éxito, pero nos falta una buena transición entre defensa y ataque.
Este es un problema endémico de Uruguay: al principio del actual proceso, Tabárez hizo una gran apuesta y ganó: tomó un goleador nato (Forlán) y lo transformó en un jugador de toda la cancha y un estratega. Durante el apogeo de Forlán se obtuvieron los mayores éxitos.
Ya en el 2010, Tabárez había comenzado a probar a otros jugadores que, en el futuro, pudieran sustituirlo. No ha tenido éxito.
Todos pensamos que Tabárez es un entrenador muy conservador, a veces nos gustaría que fuera un poco más arrojado, más allá de que lo respetamos y lo apoyamos. Pero a veces nos sorprende y nos es claro que es conservador pero no es timorato.
Un ejemplo muy importante nos lo dio cuando en un momento de crisis de la defensa uruguaya supo ver la solución en José María Giménez, recién saliendo de la Sub 20 y sin experiencia en primera división. Últimamente le ha dado la oportunidad a Nández, aunque la situación es diferente porque el jugador, más allá de su juventud, ha tenido una muy buena experiencia en primera división.
¿Es una buena opción tomar jugadores recién salidos de la Sub 20 y llevarlos a la Selección Mayor? Depende del caso: Tabárez tiene experiencias de éxito y, yendo atrás en el tiempo, Uruguay tiene grandes experiencias de éxito de hacer debutar en la selección jugadores muy jóvenes y sin experiencia en primera. Dos ejemplos notables son Walter Gómez y Schiaffino, dos de los mejores jugadores que he visto en mi vida y dos de los mayores jugadores que haya dado el fútbol uruguayo.
¿Acertará ahora Tabárez con Valverde? ¡Espero que sí!, sin duda no es fácil, pero lo felicitaré si le da la oportunidad.
Resumiendo: Uruguay se defiende bien, como Paraguay y tiene mucho más poder atacante. ¡Podemos ganar, y no debemos perder! ¿No será Valverde la solución que tanto buscamos?
¡Esperemos con fe!
Los otros partidos son:
Bolivia, Chile en La Paz. Tradicionalmente Bolivia gana en La Paz ¿conseguirá hacerlo esta vez? Esperemos que sí.
Colombia, Brasil en Barranquilla. Tradicionalmente, Colombia gana en Barranquilla ¿Conseguirá hacerlo contra Brasil? Es difícil saberlo. Nos conviene que no lo consiga.
Ecuador, Perú en Quito. Tradicionalmente Ecuador gana en Quito. Nos conviene un empate.
Argentina, Venezuela en Buenos Aires. Argentina es mucho más que Venezuela y debe ganar.
¿Cómo está la clasificación? (pienso que los que lleguen a 28 puntos clasifican directamente y quizás Uruguay lo pueda hacer con 27, dadas las diferencias de goles).
Brasil: 36 puntos, diferencia de goles +27
Colombia 25 puntos, diferencia de goles + 3
Uruguay 24 puntos, diferencia de goles + 9
Chile 23 puntos, diferencia de goles + 2
Argentina 23 puntos, diferencia de goles + 1
Perú 21 puntos, diferencia de goles 0
Paraguay 21 puntos, diferencia de goles - 5
Ecuador 20 puntos, diferencia de goles + 1
Bolivia 10 puntos, diferencia de goles - 21
Venezuela 7 puntos, diferencia de goles - 17
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