Shakira se descarga en su canción contra Gerard Piqué, su expareja, padre de sus hijos y exfutbolista del Barcelona. Y también, con su actual pareja, Clara Chia Martí. Creo, no se habría vuelto viral, de no haber incluido en esta una frase tan polémica: “Cambiaste un Ferrari por un Twingo, un Rolex por un Casio”.
La canción no solo deja a Shakira en una posición de vulnerabilidad, sino que, además, arremete contra terceros y marcas que nada tienen que ver con su situación de desamor. ¿Cuál fue la reacción de las marcas?
Las marcas, a diferencia de lo que algunos suponían que podía pasar, aprovecharon sus 15 minutos de fama y le respondieron con humor e inteligencia. Reaccionaron rápidamente, realzando con creatividad sus valores y diferenciales, pese a que Shakira los desprecie. En el caso de Casio, subió a las redes uno de sus relojes sumergibles con el slogan: “Nos encanta que esto nos salpique”. Hay un sutil detalle, que no sé si lo captaron, el número “22” arriba, que hace referencia a la edad de la novia de Piqué, a la que Shakira le dedica un verso: “Yo valgo por dos de 22”.
Estrella Galicia, una cerveza muy famosa en España, posteó: “Yo hago cerveza, perdón que te salpique”. Y hay memes y campañas de muchas marcas que se subieron a la tendencia.
Es entendible, todas las marcas aprovecharon el momento trending topic para entablar un diálogo y generar el engagment con la comunidad. Ahora bien, me pregunto: ¿estas marcas demandarán a Shakira? ¿Pedirán que se retracte en público, o en el menor de los casos la invitarán a participar de un comercial para contrarrestar la mala prensa que les hizo? Porque, más allá de la humorada, creo que la artista desparramó su merd salpicando el trabajo ajeno. Y podría sentar precedentes para futuros casos. Puedo, realmente, ponerme en sus zapatos, de los cuernos y de la muerte nadie se salva, como dice el refrán de barrio.
Aquí es cuando famosos y seguidores toman partido por un bando o por otro. No estoy de ningún lado, sinceramente poco me importa la vida privada de las personas, menos de los famosos. Por otro lado, esta canción de Shakira me parece desagradable, tanto por su música como por su letra. Es solo un artilugio marketinero que hace uso de un drama familiar con el simple objetivo de facturar. Shakira supo hacer música de mucha calidad cuando tocaba ella la guitarra y escribía letras que eran poemas cantados. ¡Qué lejos ha quedado aquella época, amigos!