Estamos en pleno año electoral. Un año especial porque se define si a partir del 2015 tendremos otro gobierno del Frente Amplio. Las derrotas del 2004 y del 2009 fueron un trago muy, pero muy amargo para partidos surgidos desde el poder y alimentados por el poder, una tercera derrota sería terrible. Pondría en discusión cosas mucho más de fondo no de sus estrategias, sino de su futuro. Lo de Montevideo y la fundación del PACO (Partido de la Concertación) es un ejemplo muy claro.
Ellos, la derecha con sus matices, le tienen pavor al ejemplo de Montevideo. Gobernamos hace 25 años, hicimos muchas cosas, cambiamos cosas muy importantes, no hicimos todas las cosas bien, pero se cambió la base política, cultural y en cierta medida ideológica de la sociedad montevideana. Ellos lo saben y por eso arriesgan tanto. Porque el PACO es una oportunidad pero, es también un enorme riesgo. Si no triunfan en el 2015 ¿hacia dónde van? ¿Qué les queda por hacer?
Las encuestas prácticamente no se han movido desde hace meses, o mejor dicho en sus tendencias gruesas desde hace años. El Frente Amplio es la primera fuerza política nacional por lejos, con un fuerte arraigo en la zona metropolitana, pero es una mayoría menor incluso en el interior del país. Y eso es veneno para blancos y colorados, que temen ser reducidos a partidos departamentales. Entre otras cosas porque allí tienen a sus principales figuras políticas, a las que han relegado sistemáticamente.
Una nueva derrota sería el inicio de la insurrección de las bases del interior para el Partido Nacional y el fin de los doctores. Y el PACO es también una operación tendiente a amortiguar la posible derrota a nivel nacional dejando para principios del 2015 alguna expectativa.
Ellos juegan sus cartas y nosotros jugamos las nuestras, con un elemento complementario, en nuestras filas hay algunos que no se sabe que cartas juegan o lo que es peor, la disputa por espacios políticos que se les escurren entre los dedos los empuja a la desesperación y a la pérdida de referencias frenteamplistas básicas. Nadie es vegetariano, pero no por ello se justifica el canibalismo. Y algunos compañeros miran hacia el costado próximo con un hilo de baba en sus labios. Reuniones de no-astoristas, trascendidos a la prensa con lujo de detalles incluso entrecomillados y casuales reportajes simultáneos en los mismos medios, desmentidos posteriores, discursos sobre desvíos ideológicos en relación a las empresas públicas y privadas, es jugar con fuego y con fuego enemigo. Seamos modernos, fuego adversario...
Algunos compañeros creen que ha llegado la hora de ajustar cuentas electorales por adelantado, cueste lo que cueste. Y como no les alcanza con haberse dedicado a filtrar a la prensa durante toda su participación en el gobierno, ahora incluso traicionan la confianza de sus potenciales aliados internos. Y no me refiero a los sospechosos de siempre, sino a otro que se la gasta de callado. Y ahora está muy locuaz.
Hay una cosa que en este país se enseña en los barrios, en la vereda: a los amigos o compañeros con problemas, incluso a los adversarios, es inmoral pegarles en el piso, sobre todo cuando los que atacan son los enemigos y lo hacen apuntando cada día más alto. Es inmoral y es un grave error político.
Volvamos a lo importante, aunque esas mezquindades ayudan a nuestros adversarios y pueden ser veneno en la campaña electoral. La derecha está desacatada, grita a toda voz y sobre todo desde tiendas blancas: Ahora o nunca.
Ocho ministros convocados a la Comisión Permanente no tiene antecedentes. Es legal, es institucional, es desesperación. Y veremos de estas y de otros muchos colores.
El tema PLUNA ya no tiene límites, ahora quieren cargar contra el actual presidente José Mujica, el ex presidente Tabaré Vázquez y el vicepresidente Danilo Astori. Es un desenfreno. Es la más absoluta y total confesión de que ante su ineptitud política por ofrecer una alternativa, hay que recurrir a la justicia para ver si los ayuda, si algún fiscal pide el procesamiento de los "poderosos". Porque la teoría del fiscal Juan Gómez de que a falta de pruebas sólidas y serias, hay que ser coherente y pedir el procesamiento de un ministro y del presidente del BROU, es decir los que él llama "los poderosos", proyectada no tiene límites. Sin nada nuevo, sin ningún elemento legal que le de sustento, porque no hubo ninguna puja por participar en la subasta, pidió procesar a Lorenzo y Calloia, ¿por qué no seguir de largo con más poderosos todavía? Que se cuide el Papa.
Es una teoría de la justicia que yo personalmente no había escuchado en el Uruguay.
Y es el soporte de la ofensiva de la derecha. Van a tratar por todos los medios de enturbiar el debate, cruzar y subir de tono en las acusaciones, utilizar los potentes medios de prensa de los que disponen y hasta algún librito veraniego. Una changa. Es ahora o nunca...
No se impacienten señores, hace algunas años acusaron a la izquierda de querer asumir el poder para apropiarse indefinidamente, hemos demostrado que la democracia funciona perfectamente, incluso incorporando nuevos derechos bajo dos gobiernos de izquierda, seguiremos así. Ténganse un mínimo de confianza.
El problema de fondo es que no les cierran los números y se sabe que los números son tozudos, cabezones. No me refiero a los números de las encuestas y de la sensación térmico-política, no les cierran los números del crecimiento del país, de los salarios y las jubilaciones, de los empleados, de los indicadores sociales, del índice GINI de distribución de la renta, de las inversiones y el gasto social, de la descentralización de la producción, del crecimiento de los derechos, de la cultura y tienen pavor que se les termine en breve el verso de la seguridad y de la educación. ¡Que son responsabilidad nuestra!
Es así que se han instalado algunos Catones modernos, que cada tanto reclaman renuncias a siniestra, siempre a siniestra y, que de esa manera nos quieren hacer olvidar su pasado, de los Berrios asesinados bajo sus narices cuando eran subsecretarios, de los escándalos de Juan Lacaze, de los bancos vendidos a bandoleros, del país del fracaso, la emigración y los constantes ajustes fiscales. El país de las huelgas policiales, de las embestidas bagualas, que no fueron organizadas por la izquierda, sino por sus dilectos aliados. Recuerden.
La carga en toda la línea tiene además de un objetivo de desmemoria gigantesco, un complemento, el plan "barro", todos revolcados en el mismo lodo para que todos seamos iguales. Mal servicio a la democracia y al país.
Es obvio que para algunos patricios del poder que se consideran usurpados por esta chusma de izquierda, vale casi todo para volver las cosas al estado natural.
Estimados lectores, los convoco a un esfuercito de imaginación para responder esta simple pregunta: ¿Qué no serían capaces de hacer si ganaran efectivamente las elecciones para restaurar su poder tradicional? Su poder social, político y cultural.
A clavar los talones en el piso, que no hay que retroceder ni para tomar envión.