Desde que volví al Uruguay y retomé la actividad política en el país, comencé a trabajar con las encuestas. Eran una novedad. Desde hace 25 años trabajo con encuestas y encuestadoras. En este momento para que la cosa sea totalmente transparente informo que en la campaña de Astori somos clientes de Equipos & Mori, de Factum y de Interconsult. Las seguimos y las analizamos con mucha atención.

Las encuestadoras en el Uruguay son confiables y serias. También es cierto que cuando han tenido las diferencias más grandes con la realidad ha sido en las elecciones internas, pues al no ser con voto obligatorio la experiencia es menor y las mediciones han tenido sorpresas importantes.

Las encuestas que se conocen públicamente son dos a lo sumo tres gráficos por cada una de las empresas, con los datos más impactantes: intención de voto por partidos y dentro de los partidos. En realidad una encuesta completa puede tener hasta 80 páginas de información. Los que trabajamos en las campañas tenemos que leerlas todas.

Si consideramos las encuestas tal como aparecieron en la última semana hay datos seguros, datos casi seguros y datos nuevos y datos dudosos, muy dudosos.

Datos seguros, en junio saldrá primero en las internas el Frente Amplio, luego el Partido Nacional y tercero el Partido Colorado. La disputa en octubre será entre el Frente Amplio y el Partido Nacional. Esos datos son inamovibles. Sólo los podría cambiar un Tsunami.

Datos con altas probabilidades de concretarse: Mujica aventaja a Astori, Lacalle a Larrañaga, Bordaberry le gana a todos los otros candidatos colorados. El electorado total tiene una clara percepción de esos datos. Y esa percepción se debe a las propias encuestadoras. Ese es el factor determinante.

Datos nuevos, que comenzaron a aparecer en las últimas encuestas. Astori tiene mejores y más claras posibilidades de ganarle las elecciones a Lacalle o a Larrañaga, no sucede lo mismo con Lacalle que tiene las mismas posibilidades que Larrañaga de disputar con los candidatos del Frente. Bordaberry esta fuera de concurso. Este dato aparece desde diferentes encuestas. Por ejemplo en Factum refiere a la pregunta a todos los electores a que candidato prefiere y en dos sucesivas encuestas Astori aventaja cómodo a Mujica por más de 10 puntos. Interconsult le pregunta a todos los entrevistados a que candidato nunca votaría y mientras a Astori no lo votaría el 24% a Mujica ese indicador sube a 34%, en el caso de la última encuesta de Cifra los datos son todavía más preocupantes: el FA descendió al 43% y la suma de los partidos de oposición alcanzó el 48% con un aumento de votos en relación al encuesta anterior tanto del Partido Nacional como del Colorado y un descenso del FA, mientras Mujica sube en la interna.

Así como hay que leer los grandes números es necesario leer las encuestas completas. Y está cada día más claro que con la fórmula Astori Mujica en ese orden el Frente tiene mejores posibilidades de ganar y de gobernar.

Hay otro dato en el que coinciden prácticamente todas las encuestas: la gente declara en porcentajes superiores al 70% que va a ir a votar en junio. Eso no es cierto, no se cumplirá ese porcentaje de ninguna manera. A los uruguayos le preguntan y la inmensa mayoría dice que si, que irá a votar, lo mismo sucedió en elecciones internas anteriores y luego la realidad fue muy diferente. ¿Cómo se distribuirá ese porcentaje de personas que dice que irá a votar y que en realidad no lo hará? Una incógnita.

Hasta ahora hablamos desde las encuestas cuantitativas, es decir las que todos conocemos por la prensa. Las diversas campañas utilizan cada día más otras encuestas, que se llaman grupos motivacionales o focus group que consisten en reuniones de diversos grupos seleccionados para representar de la mejor manera posible a segmentos del electorado. Por edades, por zonas, por condiciones socio-culturales, etc. Esos trabajos sirven para analizar las tendencias y sobre todo las razones, los argumentos y los estados de opinión de esos segmentos sociales. Este tipo de trabajo se hace cada día más y mejor en las campañas electorales.

A veces son absolutamente confirmatorios y complementarios de las encuestas de opinión pública y en otros casos son bastante contradictorios y hay que integrarlos con mucha atención a una campaña. Es un trabajo largo y permanente.

Lo único que voy a decir del trabajo realizado por nosotros es que en hay segmentos del electorado donde alguno de los candidatos era muy fuerte y han comenzado lentamente a cambiar. Un motivo: el cambio se produce cuando asumen que no se trata de simpatías, sino de elegir al Presidente de la República. El otro motivo muy visible y fuerte es cuando conectan la elección con sus intereses y preocupaciones diarias, sobre todo materiales. Salarios, jubilaciones, asignaciones, seguridades. Es un proceso lento. Nadie puede decir como influirá en la votación del 28 de junio.

Percepciones pre electorales. Las encuestas influyen en la campaña electoral y mucho. Nadie puede decir cuanto influyen en la decisión de voto de los electores, pero si ustedes le preguntan a cualquier político les dirá enfáticamente y con toda la fuerza posible que prefiere ir primero y cómodo en las encuestas. Y es porque influyen en el estado de ánimo de sus partidarios, de la prensa, de los contribuyentes a las finanzas, en todo. La influencia en los votantes no es tan mecánica. El 66% de todos los uruguayos considera que en la interna del FA gana Mujica y el 22% que gana Astori. Y eso se lo debemos a las encuestadoras.

Ahora pasemos a las razones. Las elecciones se ganan y por lo tanto se pierden - empates no se conocen – por un conjunto de razones. Por trayectoria de los candidatos, por el papel jugado en el gobierno y en la política más en general, por su discurso y su forma de relacionarse con la gente, por subjetividades particulares y sociales que se expresan en determinados momentos, por el cuadro político general y el choque con otros candidatos y partidos, por las propuestas y las sensaciones que se transmiten y también por las campañas y los mensajes que le llegan a los votantes.

No pretendo hacer un análisis de este conjunto de elementos, sólo subrayar, decir con toda la fuerza que tengo, que desde que comenzó la campaña a ahora, estoy más convencido que antes que Astori es el mejor presidente que puede tener el país en el 2010. Por una larga lista de razones que ya expuse en otras columnas, no voy agregar nada en ese sentido. Si voy asumir algo que me parece fundamental, si gana es porque ese conjunto de elementos que dan seguridades, confianza, que muestran a un verdadero hombre de Estado, a un presidente en todo el sentido de la palabra lograron emerger y le llegaron a la gente. Si por el contrario el resultado es adverso, es porque los que hicimos la campaña y en particular yo personalmente no fuimos capaces de hacerlo. Tengo una gran responsabilidad y la asumo. Veremos el 29 de junio.

Y con la misma fuerza reitero que nunca en mis muchos años de vida política tuve el deseo profundo de que mis predicciones y opiniones sobre el futuro del país y de la izquierda si no gana Astori sean equivocados. Por una sola y sencilla razón: por la gente.