El lunes de noche asistimos a un gigantesco espectáculo nacional, con cuatro escenarios en el centro de la ciudad, transmisión simultánea de los cuatro canales en conmemoración del Bicentenario. De una fecha particular, la designación de Artigas como jefe de los orientales.
No voy a describirlo, cada uno habrá visto su parte, habrá elegido o lo siguió a distancia y hará su balance. Seguramente cientos de miles se divirtieron en serio con los artistas de primer nivel que intervinieron en los festejos.
Son las doce y media de la noche del lunes y todo funcionó a la perfección y a la uruguaya. Me explico: cuando los uruguayos o los orientales (al decir de Daniel Vidart) nos proponemos algo, lo logramos y le ponemos nuestro sello.
Fue grandioso, con una iluminación de la zona realmente de primera, con escenarios adecuados a las actuaciones, con buen sonido y con un programa de primera. No digo nada original. Pero lo más importante fue el público, el nivel de participación, de compromiso con las actuaciones y el diálogo con los artistas. Impresionante.
En la transmisión cuatro periodistas, uno por cada canal abierto, incluyendo naturalmente el canal del Estado y los tres privados cubrieron en forma conjunta, con periodistas de primer nivel de sus equipos las entrevistas y todos los actos. Algo impensable en cualquier otro país, donde se sacarían los ojos por la competencia.
Como también fue parte del sello oriental la entrevista conjunta al presidente José Mujica, a su esposa Lucía Topolansky y a Marcia Collazo y Daniel Vidart. A la uruguaya, desde la reflexión de Mujica, respetando el bronce y con un enfoque intimo del prócer y su papel en la identidad siempre en movimiento de nuestro país, hasta los breves relatos de gran profundidad en la reconstrucción histórica sobre Melchora Cuenca y su relación de combate y de amor con Artigas aportada por la historiadora Collazo y el extraordinario papel que los negros, los libertos e incluso los esclavos jugaron en la vida del jefe de los orientales desde si niñez hasta su exilio y su muerte.
Un héroe cuya mayor proeza – además de sus ideas de avanzada – fue La Redota, la marcha de más del 20% del total de la población de toda la Banda Oriental detrás de su jefe. Como preguntó Mujica ¿Seríamos capaces hoy los orientales de emprender esos desafíos, en otra época, con otros problemas y condiciones, con los mismos valores?
Relatos llenos de admiración del prócer, del héroe, del personaje histórico y del hombre y su terrible peripecia. Y de sus ideales.
Los mensajes a los ex presidentes e integrantes de la Comisión del Bicentenario son también un rasgo de nuestro relato nacional, que en medio de las luchas políticas francas y frontales no nos hace perder de vista las muchas cosas que tenemos en común. Primero entre todas: Artigas.
Una gran fiesta popular, con un alto nivel artístico, con un programa bien elegido y variado, con una organización muy aceitada y que funcionó en todos sus aspectos, con una discreta pero muy efectiva presencia policial. Y permitan que haga una digresión muy actual, porque en los informativos esta fiesta contrastará con las tensiones, tragedias y problemas que aquejan al mundo y a entristece a pueblos enteros, era un pueblo alegre y divertido.
Ninguno de los problemas que tenemos todos los días se nos terminó, ni los evitamos, al contrario, hoy somos un poco más concientes de que los uruguayos podemos. Y ser pequeño no es una limitación, es un desafío.