El análisis de los resultados obtenidos en todo el país indica que este crecimiento se produjo en todo el territorio nacional y en cada Departamento, tanto en números absolutos como en términos porcentuales. En algunos Departamentos del Interior del país ha llegado a triplicar sus votos como en Paysandú, en otros ha más que duplicado su votación como en Salto, Artigas o Tacuarembó; mientras que en Rivera, Cerro Largo y Rio Negro duplicó su votación. En el resto del país, su crecimiento fue más modesto pero igualmente visible.
Hoy el Partido Independiente es un partido con una distribución electoral más pareja a nivel nacional y más importante en términos cuantitativos.
Desde el punto de vista de su comparación con otras corrientes de opinión a nivel nacional, la lista senaturial del Partido Independiente se ubica entre las diez más votadas en todo el país, superando a otras listas con larga trayectoria de los otros tres partidos mayores. Con los 55.000 votos obtenidos, la lista nacional del PI se ha convertido en una de las más fuertes, aunque no haya alcanzado un lugar en el Senado.
La situación es más positiva si se tiene en cuenta que compitió con otras listas que se ubican bajo el paraguas de un lema mayor y, por lo tanto, con más chance de captación de votos. De hecho, en más de un caso, listas con menor número de votos que el Partido Independiente, obtuvieron bancas en el Senado debido a la acumulación electoral que permite un lema más grande.
Desde el punto de vista de la representación parlamentaria, el Partido Independiente ha aumentado su representación en la Cámara de Diputados, pasando de uno a dos diputados, siendo uno de los dos partidos que mejoró su representación en estas elecciones.
Debe anotarse, además, que solo faltó medio punto porcentual para conquistar un escaño más en la Cámara Baja y un lugar en el Senado. En ese caso, el Partido Independiente se hubiera convertido en el actor decisivo para la conformación de mayorías parlamentarias, puesto que tal resultado habría significado la ausencia de mayoría legislativa para el partido que hoy gobierna.
Pero, quizás lo más significativo es que por primera vez en veinte años, el cuarto actor partidario de centro-izquierda obtiene un resultado que revierte la tendencia electoral descendente que se venía registrando hasta la fecha.
En efecto, tomando como referencia, desde 1989 al Nuevo Espacio de Hugo Batalla y siguiendo luego con las dos experiencias del Nuevo Espacio en 1994 y 1999 y finalmente la propuesta del Partido Independiente de 2004; en todos los casos, los resultados electorales eran más bajos que en la elección anterior. Del 9% obtenido en 1989, se había reducido al 5% en 1994, luego al 4.6% en 1999 y al 1.8% en 2004.
Esta es la primera vez que se mejora electoralmente, marcando una tendencia diferente que demuestra la vigencia del espacio político para los próximos años.
No nos engañamos, somos concientes de que este espacio sigue siendo el más chico de los cuatro partidos existentes, pero también es el más nuevo y, a pesar de ello, se va consolidando como una referencia propia en el acontecer nacional.
Por otra parte, en este país dividido en mitades, faltó muy poco para que este partido, desde sus convicciones y propuestas, y a pesar de su tamaño, se convirtiera en el árbitro definitorio de todas las decisiones fundamentales del país de estos años que vienen. Razón más que suficiente para reafirmar nuestro compromiso independiente y la vigencia de un espacio llamado a responder en el futuro con sus ideas y propuestas para la mejor circunstancia del país.