Opinión | Unión, esperanza y tradición del Frente Amplio

A pocas horas de que concluya esta ardua campaña electoral para las internas partidarias, quiero dirigirme a ustedes, queridos compatriotas del Frente Amplio, con el corazón en la mano.

Nuestro Frente Amplio, forjado a lo largo de décadas, es el guardián de una historia de lucha y reivindicación de los derechos del pueblo uruguayo. Desde aquella primera convocatoria de 1971, el Frente Amplio ha sido el estandarte de la rebeldía frente a la injusticia y la desigualdad. Hombres y mujeres de todas las extracciones han encontrado en nuestras filas un espacio para alzar su voz y reclamar un Uruguay más justo, solidario y progresista.

Hoy, cuando nos disponemos a elegir nuevamente a nuestros representantes, debemos apelar a esos valores fundacionales que nos han mantenido unidos a lo largo de tantos años. La unidad, el compromiso y la esperanza deben guiar nuestros pasos hacia el triunfo. Juntos, con la fuerza de nuestra rica tradición, podremos avanzar en la construcción de un país próspero, con oportunidades para todos y todas.

No olvidemos que somos herederos de una lucha incansable por la democracia, los derechos humanos y el desarrollo social. Nuestros antepasados, desde los artiguistas hasta los fundadores del Frente Amplio, nos han legado un compromiso inquebrantable con el bienestar de nuestro pueblo. Es hora de honrar esa herencia y demostrar que somos capaces de llevar a Uruguay hacia un futuro mejor.

Queridos compañeros y compañeras, les pido que en estas últimas horas de campaña reafirmemos nuestro compromiso con el Frente Amplio.

Salgamos a las calles, a las plazas y a los barrios a difundir nuestro mensaje de esperanza y unidad. Demostremos al país que somos la fuerza política que puede transformar la realidad y cumplir las aspiraciones de todos los uruguayos.

¡Viva el Frente Amplio! ¡Viva la patria!