El Parlamento ha iniciado el análisis del Proyecto de Rendición de Cuentas del Gobierno Nacional, con el que se profundiza el camino que el Poder Ejecutivo ha tomado de desoír las demandas ciudadanas tan necesarias en los tiempos que corren. En materia de seguridad, de educación, de salud, de alimentación, de vivienda, es una rendición que no rinde para nada.
¿Por qué no rinde esta Rendición? Porque no les rinde a las familias sus ingresos para llegar a fin de mes. El gobierno está orgulloso de una rendición de cuentas que deja a las familias trabajadoras con suerte y viento a favor en el 2025 con los mismos ingresos que tenían en 2019. No le rinde, tampoco, al presupuesto de la educación que lo deja más bajo de lo que estaba en 2019. Y así podríamos seguir mencionando a la amplitud de sectores populares a los cuales esta rendición, no les rinde.
Esta rendición no le rinde a la gente, porque el gobierno está lejos y desenfocado de los problemas de las familias. ¿De qué me hablan los ciudadanos en mis permanentes recorridas por todo el país? Pues de la falta de empleo, de la escasez de los ingresos, de los precios caros, de la falta de medicamentos en ASSE, de las dificultades en la frontera con precios diferenciales que les hace difícil sostener el comercio y el trabajo entre otros. Hoy hay un divorcio entre los problemas cotidianos de la gente y el gobierno.
Para comprender los problemas de la ciudadanía hay que estar cerca de ella y lo que nosotros estamos viendo es un gobierno que maneja una realidad paralela a la que viven los uruguayos, lo que queda expresado en esta rendición de cuentas.
Un tema de prioridad nacional es la educación. Hoy esta rendición no otorga ningún refuerzo presupuestal a la Universidad de La República, la misma que formó a los científicos, médicos y enfermeros que nos sacaron adelante en medio de la peor emergencia sanitaria que hemos vivido.
Ni que hablar de que la famosa reforma educativa no tiene ninguna prioridad presupuestal. Se prevén US$ 45 millones para la educación, pero ese monto es absolutamente insuficiente para alcanzarla. En esta materia también generan muchas dudas que el financiamiento de una obra en Paysandú destinada a un centro universitario sea entregada directamente a una Intendencia de la coalición de gobierno y no directamente a la UDELAR. Y peor aún, en su momento se había anunciado una inversión de US$ 20 millones y ahora ese monto se redujo a solo US$ 7 millones.
Con este congelamiento de fondos adicionales para la UDELAR, se congelan los sueños de miles de estudiantes del país que desde distintas partes del territorio nacional han podido acceder a la educación superior gracias a los centros universitarios regionales. Con esta rendición le estamos diciendo a las familias de trabajadores del interior del país que va a ser más difícil enviar a sus hijos a la educación universitaria porque el gobierno no destinará recursos adicionales para ello.
Y eso no es todo. Otra de las preocupantes señales que esta rendición de cuentas envía a las familias uruguayas, y en especial a las del interior del país, es la eliminación del adicional del Fondo de Solidaridad, que iría bajando un 25% anualmente hasta desaparecer en 2026. Esto le corta los brazos a la UDELAR para ayudar a jóvenes que deben trasladarse, costear su alimentación y hospedaje, y que para llevar adelante sus estudios requieren de un apoyo institucional. ¿En serio les estamos diciendo a estos jóvenes hijos de familias trabajadoras que no hay recursos adicionales para que puedan estudiar? Me pregunto a los autores de este proyecto de rendición. ¿Es ese el país que queremos construir?
Esta rendición tampoco rinde para el bolsillo de las familias uruguayas, a esas que les cuesta llegar a fin de mes y que destinan la mayoría de sus ingresos a alimentación y otras necesidades básicas. El gobierno presentó en el proyecto de rendición una recuperación de la economía del entorno del 9% y la recuperación salarial prevista para los empleados públicos mantiene en definitiva los sueldos de 2019, por lo que en general no se derramaría ni un peso a quienes han puesto el hombro a las situaciones difícil que hemos vivido: funcionarios de salud pública, funcionarios de la educación, policía, entre otros.
En el medio de una pandemia que aún no ha terminado, la rendición de cuentas deja en una muy delicada situación a la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) –en especial en lo que refiere a la entrega de medicamentos- aspecto que es central para personas mayores, embarazadas, niños y niñas. ¿En serio estas poblaciones no son prioridad para el gobierno nacional?
Otro de los aspectos centrales sobre los que el gobierno no profundiza en esta rendición de cuentas es el asociado a vivienda, un tema que sigue pendiente en nuestro país. El proyecto da cuenta de una caída del 7% en el 2021 respecto al año anterior en las inversiones en materia de vivienda, lo que supuso una disminución en las escrituraciones de cooperativas, y por ende agrava la situación de las personas que no cuentan con una vivienda digna hoy en día.
Y entre otros aspectos regresivos en materia de derechos, este proyecto de rendición plantea la derogación de la ley de servicios de comunicación audiovisual, más conocida como ley de medios, que otorgó un marco normativo común para el sistema de medios y garantizó un equilibrio adecuado entre medios comunitarios, comerciales y públicos. Una vez más se busca aprobar regulaciones que solo favorecen al sector privado a través de la desregulación, tal como se ha ido haciendo en otras áreas de las telecomunicaciones.
En general se trata de un proyecto que es demasiado austero en todos los aspectos, lo que denota una falta de sensibilidad social por parte de las autoridades. No es una planificación del gasto público que atienda a las necesidades actuales de las familias uruguayas que han sufrido una pandemia y un retroceso económico generalizado. Se dice por un lado que se están resolviendo los problemas del país, pero en la letra chica de la rendición no se ve respuesta a las necesidades cotidianas de alimentación, salario, trabajo.
Hoy hago un llamado al diálogo y la reflexión entre todas las fuerzas político-partidarias en el Parlamento para que se puedan reencausar los recursos necesarios y de esa manera atender los problemas que aquejan a tantas familias uruguayas. Considerando la emergencia social que estamos viviendo, la necesidad de mayor asistencia social por parte del Estado a familias que aún no se recuperan de la crisis en que nos dejó la pandemia y todos los problemas ya mencionados, esta es una rendición que no rinde.