El 7 de agosto se conoció el comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Educación y Cultura, por el cual se resolvió "exceptuar del ahorro propuesto en el Decreto 90/2020 a instituciones comprendidas en el Área Programática ‘Ciencia, Tecnología e Innovación' definida dentro del Presupuesto Nacional".
La medida alcanza al Instituto Pasteur de Montevideo, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación [ANII], el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA), el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable [IIBCE], la Dirección para el Desarrollo de la Ciencia y el Conocimiento, Instituto Antártico Uruguayo e Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria [INIA]".
Días antes compartíamos en la media hora previa del Senado, la preocupación por la situación que se instaló en los últimos días, vinculada a la ANII. Nuestra exposición fue motivada por el cierre temporario de programas, una decisión que involucró a: investigadores, becarios, Inversores, empresarios y emprendedores. Advertimos entonces que esa decisión del gobierno comprometía seriamente una política pública sensible.
La ANII ha jugado un rol relevante en la crisis sanitaria que atraviesa el país. Detectado el primer caso de COVID-19 en Uruguay, la ANII reaccionó rápidamente a las necesidades. A cinco días del primer caso, la ANII lanzó públicamente su primer instrumento: un desafío para la realización de 10.000 kits de detección del virus con la finalidad de aumentar así, la capacidad de diagnóstico.
La Agencia trabajó en articular las capacidades científicas de: la academia con el conocimiento del sector productivo (para convertirlos en kits de diagnóstico que se pudieran producir a escala) e incluyendo al Gobierno, a través de la participación del Ministerio de Salud. En total son 10.000 kits PCR, 50.000 Test Serológicos, 50 respiradores, 20 proyectos creativos y 9 aplicaciones.
Por otra parte, el gobierno convocó a un grupo de científicos para liderar el asesoramiento, durante la pandemia del Covid-19. Los tres asesores que lo integran son miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), sistema que promueve entre otras cosas, la evaluación periódica, la categorización y el incentivo económico a los investigadores que funcionara en la órbita de la ANII.
Creemos firmemente que ha sido posible reaccionar a una emergencia como el COVID- 19, entre otras cosas, porque preexisten capacidades de investigación ya instaladas y generaciones de recursos humanos formados en niveles de excelencia. Como ejemplo, recordemos que en los equipos de los test: PCR y Serológicos hay decenas de becarios ANII y miembros del Sistema Nacional de Investigadores.
Es inimaginable esta respuesta sin un Sistema Nacional de Investigadores consolidado, un Sistema Nacional de Becas, un Portal Timbó como ventana al conocimiento científico de frontera y sin una Agencia con la capacidad de ir a buscarlos de a uno, coordinar y articular las respuestas.
La ANII y sus múltiples logros no son patrimonio de partido político alguno, por el contrario, constituye un activo insustituible del sistema de innovación, de los becarios, investigadores, emprendedores, empresarios innovadores, inversores, de las instituciones del ecosistema, de los esfuerzos individuales y de los vínculos que han contribuido a que ese ecosistema madure.
Es por estas razones que valoramos como una buena noticia que el gobierno haya resuelto exceptuar del recorte a instituciones como la ANII, el Instituto Pasteur, el INIA y el programa PEDECIBA. Habla bien del Poder Ejecutivo haber escuchado los argumentos de investigadores, empresarios funcionarios y legisladores.
Confiamos en que el criterio de priorizar la ciencia, la tecnología y la innovación; se mantenga en el presupuesto quinquenal que recibiremos en pocos días
No obstante, queremos expresar con claridad que mantenemos la preocupación por los recortes en el Cudim, La UTEC, la UDELAR y el conjunto del sistema de CTI.
El comunicado al que referíamos al inicio excluye de la excepción del recorte nada menos que al Centro Uruguayo de Imageneología Molecular (CUDIM) y al Parque Científico y Tecnológico de Pando.
En el caso del CUDIM el impacto estimado del recorte en unos 20 millones de pesos, lo que implicaría que "el importe destinado a investigación" pasara "de 25 millones de pesos estimados al inicio de 2020 a cuatro millones de pesos, como resultado de la diferencia entre el gasto destinado a subsidiar el estudio y el total transferido desde Rentas Generales".
Nuestra preocupación por la suerte de otros actores claves del sistema ha sido confirmada en estas horas con las declaraciones de la ministra Arbeleche en relación al presupuesto de la UDELAR, desestimando las posibilidades de atender sus planteos.