El lunes en la entrevista central de En Perspectiva escuché un debate entre Hoenir Sarthou, fiero enemigo de UPM, y el ingeniero agrónomo Pablo Carrasco, que apoya la instalación de la planta de celulosa finlandesa en el departamento de Durazno. (Se puede escuchar aquí)
Una aclaración: no tengo acciones, ningún interés personal en la instalación de UPM, simplemente no me gustan las mentiras y el fanatismo en ningún sentido. Por otro lado, no me podrán acusar de defender a través de UPM al gobierno del FA, es más, creo que no es un proyecto de izquierda, es simplemente una enorme inversión industrial, forestal y energética.
Las dos posiciones manejadas en la radio son irreconciliables, pero una de ellas insiste en falsedades. Sobre el contrato y las condiciones legales establecidas en el mismo, yo mismo he afirmado que la negociación fue muy blanda por parte del gobierno, que por otra parte nunca se defendió ante la opinión pública ni dio ningún tipo de argumentos. Y como es obvio no alcanza con brindar simplemente el texto del contrato. Pero hay algo que no soporto, es el uso de las mentiras o de verdades a medias, que son en definitiva a veces peores que las mentiras. Y a eso recurre sistemáticamente Sarthou y muchos de los opositores a la planta de UPM. En particular en el manejo incompleto de las cifras y de los grandes bolazos.
Voy a mencionar alguna de esas fake news que de tanto repetirse por diversos actores, se instalan como una verdad.
Sobre el volumen de dinero que invertirá ROU (el Estado) equivalente a 4.000 millones de dólares. Esa es una mentira grande como la planta de celulosa, y no se puede insistir con ese tipo de argumentación.
a) Por el ferrocarril central, ROU pagará a partir de la puesta en funcionamiento del ferrocarril completo, 143 millones de dólares anuales por quince años. Un total de 2.145 millones de dólares. Esto incluye la construcción completa del ferrocarril con una capacidad de 48 convoyes diarios (24 de ida y 24 de vuelta) De los cuales 14 (7 de ida y 7 de vuelta) son para la carga de UPM. Es falso que la planta de celulosa será la única usuaria del ferrocarril. No es ninguna desventaja instalar un servicio y tener asegurado ese volumen permanente de carga por 30 años o más. Y el precio pagado no es por los intereses, sino porque se incluye el mantenimiento por 15 años y se trata de una PPP.
Durante los 15 años el propietario del ferrocarril (ROU) venderá los fletes. Que en 15 años podrían alcanzar los 131.400 convoyes de carga y pasajeros. (365 días x 24 convoyes x 15 años). Por lo tanto se supone que la venta de ese flete, el de UPM y el de los otros usuarios del ferrocarril, (carga y pasajeros) le aportarán dinero al Estado. Ese es el potencial total de venta de servicios, a lo que hay que agregar que una parte fundamental del uso de esas vías está asegurado por UPM, 76.650 convoyes (14 convoyes x 365 días x 30 años como mínimo), que pagará regularmente el costo del flete.
ROU va a vender esos fletes, no va a regalarlos, así como el resto de los viajes. Aún descontando los costos operativos, estamos hablando de cientos de millones de dólares. Y al final de los 15 años (pactados con el consorcio constructor), el Estado (ROU) tiene un ramal ferroviario de 273 kilómetros en perfectas condiciones, porque el mantenimiento corre por cuenta de la empresa constructora durante los 15 años.
Por lo tanto, mencionar que ROU pondrá 2.000 millones casi a fondo perdido en el Ferrocarril Central es una gran falsedad.
Para transportar 2.900.000 millones de carga (2.400.000 de celulosa y 500.000 de materiales desde el puerto a la planta) UPM II requeriría 72.500 camiones semi remolques de 40 toneladas, anuales... con el desgaste de las carreteras y un consumo de gas oil diez veces superior al tren al tren. Nadie lo dice.
b) El otro rubro que se usa para calcular los supuestos 4.000 millones de dólares que debe aportar ROU es calculando la compra de 1 millón de Mw anuales de energía (Tw/h) como si se le regalara la plata a la empresa UPM a cambio de nada. La operación es comprar la energía a US 72.50 en Mw, un valor por debajo de las últimas compras realizadas por UTE en energía eólica. Para tomar un solo ejemplo.
¿Esa energía la vamos a regalar, a tirar o la vamos a utilizar? Si somos medianamente inteligentes en una región con carencias de combustible, por lo menos revendiendo la energía desquitaremos el valor y no nos costará absolutamente nada. Pero también puede utilizarse un poco mejor el coco y pensar en otros negocios energéticos.
¿Cuánto le costaría a Uruguay construir o comprar una planta de generación de energía por 1 Tw/h (terawatio hora anual) con cualquier modalidad? El consumo de energía eléctrica en Uruguay crece 3% anual, en tres años (plazo para funcionamiento de la planta) el consumo ya creció un 10%. Por lo tanto absorberemos esa energía y esperemos que no se siga vendiendo como ahora a 200 dólares a las empresas, 250 para los hogares. Y la compramos a US 72.50... ¿Eso es regalar la plata a UPM?
En cuanto a las fechas, la zona franca de UPM es por treinta años, luego dejará de serlo y la planta tiene una duración - con el mantenimiento adecuado y de acuerdo a otras experiencias en el mundo - bastante mayor. Y la concesión del puerto especializado que construirá UPM en Montevideo tiene una duración de 50 años. No se necesita ser una luz de los negocios globales, para darse cuenta que hay 20 años que UPM piensa que seguirá exportando celulosa desde el puerto de Montevideo y producida en Uruguay.
ROU recibirá por diversos conceptos 170 millones de dólares anuales. 5.100 millones de dólares en 30 años. De eso nadie habla, ni el gobierno. Y si consideramos solo los 15 años que debemos pagar por el tren serían 2.550 millones de dólares.
Y se ocultan los datos sobre por ejemplo las tarifas que UPM pagará a la Administración Nacional de Puertos: Celulosa: US$ 2,83/ton. (2.400.000 toneladas anuales); Productos químicos: US$ 1,42/ton. Canon de concesión: US$ 60 cent./m2/mes (basado en la utilización de
55.000 m2 del área portuaria actual). Tarifa uso del puerto: US$ 20 cent./TRB. Estas tarifas serán ajustadas en base al incremento general de las tarifas portuarias. Son otros millones de dólares.
A todo esto se debe agregar algo fundamental miles de puestos de trabajo en la construcción de la planta de celulosa, del Ferrocarril Central, de las vías de acceso a Paso de los Toros, en la producción forestal, que pagan los gastos sociales como en cualquier otra actividad y vuelvan millones de dólares de salarios al consumo nacional. Seguramente a los que quieren que volvamos a las tolderías, eso no tiene ninguna importancia.
c) Ahora vayamos al medio ambiente, que en realidad es el tema más importante. No podemos actuar como si no supiéramos nada de las plantas de celulosa, ya tenemos dos funcionando en nuestro territorio, la primera precisamente de UPM, desde el año 2007, es decir desde hace 12 años. Con un control permanente de parte de organismos binacionales. ¿Y? ¿Dónde está esa contaminación horrible que se produciría cuando tenemos comprobado que la desembocadura del río Guleguaychú aporta al río Uruguay, elementos tóxicos mientras que UPM excepto en dos oportunidades nunca se ha salido de las normas internacionales y nacionales, en ninguno de los componentes contaminantes?
¿Qué es casualidad? NO, es simplemente el cuidado de la platita, puro cálculo capitalista en Wall Street. El 23 de junio, fecha del anuncio de la inversión en Uruguay, las acciones de UPM en Nueva York aumentaron un 12% y se mantienen en el 10,5% por encima del periodo anterior al anuncio de la construcción de su planta en Uruguay.
¿Alguien cree que una empresa "pública", es decir, que cotiza en la bolsa de Wall Street se va arriesgar que le paralicen su planta en Uruguay por problemas de contaminación y de esa manera perder miles de millones de dólares de su patrimonio? No me hagan reír.
Además no solo por sensibilidad ambiental - que en estos tiempos es un valor altamente comercial - porque los clientes reclaman certificaciones en ese sentido, sino porque se hace un control de emisiones al aire (Compuestos de azufre reducido total (TRS); Dióxido de azufre (SO2); Óxidos de nitrógeno (NOX). Y hasta ahora los resultados han sido satisfactorios, en 12 años.
En cuanto al control de los vertidos en el agua del río Uruguay y que los "patoteros" de Gualeguaychú vaticinaron las peores calamidades, resulta que comparando las mediciones de UPM I y del río Gualeguaychú, este último es el que contamina de manera escandalosa el rio binacional con su vetusto parque industrial.
Los efluentes que se controlan en la emisión de UPM al río Uruguay son: Fósforo (P); Compuestos orgánicos halogenados (AOX); la demanda química de oxígeno (DQO); la demanda biológica de oxígeno (DBO); los sólidos suspendidos y el nitrógeno.
¿Ustedes y los fanáticos anti UPM no se han hecho la elemental pregunta de por qué los muy combativos militantes de GreenPeace, que al principio de la construcción de la planta en Fray Bentos eran tan feroces y activos, ahora han desaparecido totalmente? Muy simple, porque todas sus previsiones catastróficas fueron un enorme bluf. Para evitar pasar más vergüenza.
Busqué en Internet y encontré solo dos oportunidades que se le aplicó en 12 años una multa a UPM 1 por superar los límites permitidos en los vertidos químicos.
Y ahora hablemos algo de los eucaliptus, la especie que se utiliza en la producción de la celulosa. Los bosques jóvenes, es decir la forestación que utiliza Uruguay, contribuyen a absorber una cantidad de carbono muy superior por hectárea que los bosques viejos (las selvas) que ya lo incorporaron al suelo. Por lo tanto, hacemos nuestro aporte a disminuir el carbono en la atmósfera.
El Uruguay dispone desde setiembre del 2004 de un "CÓDIGO NACIONAL DE BUENAS
PRÁCTICAS FORESTALES" del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que fue elaborado por la Dirección General Forestal Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social, la Dirección Nacional de Medio Ambiente
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Programa Forestal Nacional, Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias-Departamento Forestal, Facultad de Agronomía. Universidad de la República, Asociación de Ingenieros Agrónomos del Uruguay
Asociación de Empresas Contratistas Forestales del Uruguay y Sociedad de Productores Forestales, Asociación Rural de Uruguay. (Se puede leer aquí).
Las nuevas técnicas que se utilizan actualmente, donde se cortan los árboles y se deja los troncones en la tierra para que se pudran y la materia orgánica enriquezca nuevamente el terreno y cada 8 años se hace la plantación de los plantines nuevos, en surcos próximos a los árboles cortados, tienen notorias ventajas en cuanto al desgaste del suelo.
Otra pregunta elemental: ¿Si las plantas industriales duran mínimo 30 años, alguien cree que las empresas productoras se van a arriesgar a quedarse sin materia prima y a desertificar los suelos forestados? No resiste el menor análisis. Además las plantas industriales y el puerto en realidad duran con sus modernizaciones bastante más de 30 años, que es lo que dura la zona franca. Y a los árboles los van a necesitar siempre. Y una parte importante de la tierra es de propiedad de la propia empresa o de sus socios, y no creo que tengan ningún interés en que ese importante bien inmobiliario y productivo se destruya.
Como respeto a Sarthou, creo que es por profundos errores conceptuales o desinformación. Pero maneja datos totalmente equivocados, incompletos y deformados.
Hay otros factores que desarrollaremos en otras notas.