La Seguridad Social debe ser reformada. Nadie lo pone en duda. Lo sabemos todos. El sistema se cae. Ya tiene fecha de vencimiento. Las generaciones futuras no se jubilarán. Inexorable. Sin escape dentro del régimen actual. Seremos menos y más viejos. Encima más longevos. Hay que cambiar. Lo dice hasta el Pit-Cnt. No se la juega con una idea pero lo sabe, y como todos lo sabemos, no lo puede negar.
Si no hay Reforma no habrá jubilaciones. A las generaciones de nuestros hijos y nuestros nietos les habremos de dejar una inimaginable deuda externa, y encima les gastaremos toda posibilidad de protección social en su tiempo de vulnerabilidad irrecuperable. Se termina el amparo social. Lo termina nuestra irresponsabilidad generacional. Es una amable invitación a abandonar el Uruguay.
Nos plantean que a la Reforma planteada la pagan los trabajadores. Nada peor razonado. El mayor precio que pagará el trabajador es el de no poder jubilarse. Eso es lo primero. El que no tiene otro palenque donde recostarse debe recibir el apoyo del Estado. Si el Sistema se funde no habrá protección alguna. Paga el trabajador. Lo paga todo. Otros tendrán posibilidad de escape. Los trabajadores no. El trabajador aportará más años. Cobrará muchos años más. Le ecuación le será más favorable que al trabajador actual.
Mucha razón no han de tener en el debate. Los planteos son puntuales o escapistas. Plantean retorcidas situaciones de detalle o calificativos. No cuestionan la necesidad de la Reforma ni sus grandes números. Eso no está en debate. Llevan al centro de la discusión algunas situaciones particulares, y ponen calificativos. A la Reforma la pagarán los trabajadores dicen. Ya demostramos cuánto le va a costar al trabajador la irresponsabilidad de la no Reforma. Afirman que el trabajador va a trabajar más para cobrar menos. Nada que ver. Va a trabajar más y a cobrar más. Trabajará entre dos y cinco años más y cobrará lo mismo durante más tiempo. Durante más tiempo porque más tiempo vivirá. Por último, dicen que es una Reforma de las Pasividades y no de la Seguridad Social. Pica!!!...Intentan desviar el debate. Los números son incontrastables. No tienen manera de demostrar inviabilidades, inconsistencias ni inconveniencias. Cambian de tema. Será por lo defendible que es el Sistema de Cuidados. Vergüenza nacional si las hay.
Lo peor del debate es cuando pedimos el proyecto alternativo. La Comisión de Expertos ha presentado estudios, números actuales y proyectados. Discusiones acerca de caminos alternativos. Experiencia internacional. Un proyecto fundado y articulado. Enfrente nada. Nada. ni un solo número. Ni una sola idea. Nada. hemos reconocido en el debate parlamentario la indisoluble asociación de trabajadores y jubilados. Dos etapas de una misma vida. Hemos reconocido la trayectoria de un equipo del Pit-Cnt que se dedica desde hace más de veinte años a la Seguridad Social. Nos plantean que la Reforma planteada no sirve. Que hay que hacer Otra Reforma. Nos ilusionamos. Tuvimos la esperanza de que la experiencia y el conocimiento acumulado parieran una mejor solución que la que está arriba de la mesa. Todos muy buenos pero el poncho no aparece. No tienen nada. No pedimos un articulado. Pedimos números, criterios evaluados y cuantificados. Algo. No hubo respuesta. Caben dos posibilidades. O no tienen nada, lo cual sería una irresponsabilidad con los años que hace que están en la Representación de trabajadores y pasivos en el BPS, o si tienen algo no lo quieren mostrar porque no es tan bueno como lo planteado.
Cuando las cosas vienen bien siempre se pueden dar vuelta y quedar mal. Cuando vienen mal terminan mal. Es la ley que todos conocemos. Si algo viene mal y seguimos haciendo lo mismo, termina mal. Si no hacemos nada no hay milagro que nos salve. Termina mal. Ese es el destino de nuestro Sistema. Cambiemos. Si es juntos mejor. Mas sabios y estables serán los cambios. Que no sea con el aporte de ideas y de generosidad política de unos pocos. Que sea con las ideas de todos y los renunciamientos de todos. Este no es tema de debates menores. Es tema de Estado. De responsabilidades grandes. Hay que encararlo con mirada larga, con generosidad y con estudio. No caben los juicios ligeros. No cabe la jugarreta política. No tienen lugar. Esta hora va a medir estaturas. No es por nosotros, es por los que vienen. Es por los que no nos van a votar. Es para actitudes grandes.
Justo es decirlo que no todos actúan con similar irresponsabilidad. Los conductores grandes han mantenido su grandeza. Han hablado poco pero firme y bien. Han expresado la necesidad de la Reforma y no han entrado en las argumentaciones pequeñas. Por algo han marcado trayectorias. Los grandes conductores, de un lado y del otro, han actuado con grandeza. Con la madurez que la hora y el tema exigen. Sabiendo que no se trata de la próxima elección sino del futuro Uruguay. En todos lados hay gente que lo sabe y actúa en consecuencia. Este país tiene esas cosas. Esas reservas. Esos compromisos con la Patria que no andan apareciendo en alardes. Que aparecen cuando deben aparecer. Que marcan aun en el silencio. Ese es el Uruguay. El mejor Uruguay.
No hay vuelta que extender los años de aportes. Es la única manera de compensar la disminución de aportantes y la extensión de los años de percepción de jubilaciones y pensiones. Lamentablemente en ningún lado del mundo ha dado resultado el simple incentivo a la permanencia. Esa es la fuente imprescindible. Hay que poner complementos. Hemos tirado algunos en el debate. Gravar robots. Inversiones en áreas de renta diferencial. Aportes diferenciados en el Estado. Evaluémoslas. También evaluemos las propuestas por la izquierda. Gravar la tierra.
Sabido es que gracias a las ideas promovidas por Wilson el Uruguay discutió la tributación al agro. La imposición finalista. El Improme. Pagar por la potencialidad productiva y no por lo producido. Castigar al que no produce y beneficiar al que produce. En el Uruguay el aporte patronal del agro es por la tierra. Si tiene equivalente potencial productivo por tener la misma tierra y de la misma calidad, o menos tierra con mayor potencial o viceversa, pagará lo mismo de aporte patronal. El Sistema beneficia al que da más empleo. Premia al que ayuda. Proponen su derogación. No estamos de acuerdo. En memoria a Don Jorge Silveira Zavala. En memoria a las ideas de Wilson. No queremos derogar el ultimo rescoldo de imposición finalista que el país tiene. Tampoco sirve para nada. La diferencia potencial de aporte patronal por los pocos trabajadores del agro no va a achicar el déficit del Sistema. Ni se nota. Sabemos que es tema político. Que la izquierda siempre está contra el agro. Debería de saber que la circunstancia de precios internacionales altamente favorables es pasajera y ya se empezó a terminar. Deberían saber que ni este sector de la vida nacional ni ningún otro resiste más costos. Que gravarlo es perder producción y empleo. Al ejemplo lo tenemos en los fletes. Cuando se encarecen, el país al este de la ruta 5 no se planta. Cada encarecimiento implica perder empleo y producción para ser procesada y generar más empleo. Igual queremos ver los números.
Hemos puesto encima de la mesa la idea de gravar los robots. No es nuestra. Se la hemos escuchado a Bill Gates, a Dani Rodrick-el Turco-economista de Harvard y maestro de Stiglitz, y también a José Mujica. La idea me atrae. Tiene fondo. Los humanos iremos siendo desplazados de muchas tareas. A Dios gracias iremos siendo corridos al costado de tareas ingratas. También de otras que hacemos con deleite. Hay cajeros automáticos en los supermercados y en los bancos. Hay estaciones de servicio sin pistero. Hay tambos sin personal. Hay robots que limpian las casas y las piscinas. Ni que hablar de los que talan y pelan árboles, de los que hacen pozos o de los que miden, vigilan, avisan…La sustitución del humano será progresiva y de multiplicación exponencial. Ante la falta de sustitución de esos empleos es bueno plantearse fuentes alternativas de financiamiento del sistema. Esta de gravar con el aporte al sustituto es una idea. El emprendimiento se ahorra el sueldo y los gastos vinculados, pero no el aporte. Esto extiende el plazo de recuperación de la inversión en esas tecnologías. Es aplicable en todo caso y circunstancia? Por supuesto que no. Hay que tomar algunas prevenciones. Si el aporte genera pérdidas de competitividad de la economía no se lo debe aplicar. Toda pérdida de competitividad en el mediano y largo plazo supone pérdida de empleo. Sería peor el remedio que la enfermedad. De hecho, parece que en los sectores transables de la economía no sería de aplicación. Otra prevención es con el peligro de rezago tecnológico. Si hemos de caer en pérdidas de modernidad, lo que implica pérdida de conocimientos, de inteligencia, de desafíos intelectuales, no parece adecuada tampoco la aplicación. Otro caso a considerar es aquel en que la imposición nos hace carecer de un servicio. A modo de ejemplo, nadie puede suponer con sensatez que es mejor no tener cajeros en zonas alejadas por no pagar el aporte cuando ello es imprescindible para la integración social y la incorporación de zonas territoriales al mundo del desarrollo. O el caso de la ultima Rendición de Cuentas, en el que la aspiración de percepción de un tributo sobre el comercio exterior que pretendía cobrar la Caja de Profesionales, nos dejaba sin la posibilidad de contar con tomógrafos en tres Departamentos del país. La idea es buena si se la aplica de modo sensato y equilibrado. Demos al Estado, a través del Ministerio de Economía, la habilitación de la aplicación concreta cuando sea contributiva del desarrollo, y de no hacerlo cuando resulte negativa, por estas u otras razones.
La constitución de un Fondo para garantizar el Sistema es buena cosa. Un Fondo de Reserva. Un Fondo que actúe en momentos críticos. Una Reserva que se autoalimente. El país tiene experiencia en este tipo de fondos y en este tipo de inversiones. Se trata de combinarlas. Con una parte de las ganancias del República hemos hecho el Fondes. Con una parte de las ganancias de UTE hemos creado un fondo para la estabilidad del gasto energético. Excelentes experiencias. Por otra parte, la inversión de los molinos. Por una parte, energías limpias y por otra, rentabilidad superior a la que ofrece la tasa de mercado. En los molinos a la mayoría de las ganancias se la llevaron inversores extranjeros. Algo quedó en nuestras AFAPs. Del Hidrógeno Verde debe quedar toda la ganancia. Será una tasa de rentabilidad superior a la de mercado. Lo será por dos razones. Lo será por tratarse de un negocio nuevo y que implica incorporación tecnológica. Lo será por su beneficio ambiental. La sustentabilidad y la aplicación de inteligencia se pagan. Al menos una parte de la renta diferencial debe alimentar al sistema social. Otra debe ser necesariamente aplicada a la inteligencia. A generar y aplicar más conocimiento para actuar como multiplicador de riqueza. El Estado debe manejar la constitución del Fondo sin generar encarecimientos de la energía. Se debe afectar lo diferencial. No es un impuesto a la producción. Se lo debe utilizar para sustituir costos de endeudamiento por aporte genuino. El limite es el beneficio que hoy transferimos al extranjero. Se trata de que nuestros trabajadores disfruten de los beneficios que hoy no vemos.
Una tercera propuesta es la del aporte diferencial del Estado en algunas áreas. En las áreas del Estado imprescindible el aporte mínimo. En las del Estado creado para objetivos de política no comprendidos entre los básicos, un aporte superior. Doble propósito. Por un lado, financiamiento de la Seguridad Social. Por otra parte, desaliento al ingreso de personal en áreas que mañana pueden pasar a ser prescindibles. La idea es concreta. El ingreso futuro es con diferentes aportes según la función. Los maestros, los policías, los bomberos, los militares, los médicos y enfermeros pagarán aporte mínimo. Los similares en necesidad permanente tendrán igual tratamiento. Los que responden a las demandas sociales no permanentes, o a objetivos de política, aportarán más. Nuestro país ya tiene ejemplos de aportes diferenciados. Los municipales tienen un aporte patronal que duplica al de las empresas públicas. En este caso habría que clasificar los distintos trabajos en los Gobiernos Departamentales. A algunas funciones mantenerles niveles de aportes, a otras aliviarlas. En las empresas públicas y en el Ejecutivo se tratará de mantener algunos aportes y de aumentar otros. Hasta como indicador de gestión sirve. Los buenos construyendo Estado bueno imprescindible. Los malos generando Estado por poder, así se comprometa el destino de los más humildes.
Hay otras ideas. Un articulado para la reincorporación de deudores del BPS. Para volver a los que el sistema expulsó. Para que el Estado no tranque el trabajo. Para que la gente pueda pagar lo que un mal sistema le impidió. Una justa segunda chance. El reconocimiento de las malas consecuencias de algunas medidas concretas. Recordamos el período de las grandes multas. El período de las inflexibles persecuciones penales al que no podía con los aportes personales. Su indivisibilidad del sueldo. Durísimo. Se cambió. Pero los que la quedaron, la quedaron. Al Estado nunca se le ocurrió que debía asumir su culpa. Criticamos a los gobiernos y a sus actos. Cambiamos rumbos. Nunca compensamos a la empresa que hicimos teclear e incluso cerrar. Esta Reforma ofrece la oportunidad de hacerlo. Hagámoslo.
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