Escribe Guillermo Moncecchi | @gmonce
Quisiera aportar algunos números, públicos ellos, ante afirmaciones sobre la gestión de Antel en los gobiernos del Frente Amplio. Lo hago por dos motivos: porque realmente creo que Antel tuvo un rol muy significativo en el cambio de la matriz de telecomunicaciones, y porque me parece, con tristeza, que se presentan desde el Poder Ejecutivo con el objetivo de intervenir en la campaña electoral en Montevideo.
El ministro de Industria dice, y cito: "Analicemos la facturación en el mercado móvil, donde los ingresos de Antel se han mantenido prácticamente constantes, fluctuando cerca de los 500 MUSD en todo el período. Es el mercado realmente en competencia hasta ahora."
Veamos lo que dicen los números (obtenidos de los balances contables de Antel, que son públicos): en el 2009, los ingresos en el mercado móvil de Antel eran de 267 millones de dólares (con un valor del dólar promedio de $ 23), y en 2014, eran de 483 millones de dólares (dólar promedio de unos $ 35). Aunque no está publicado el balance de 2004 de Antel, no parece necesario mostrar que allí los ingresos eran mucho menores, por la sencilla razón de que el número de servicios móviles era muy inferior (unos 400.000 versus unos 1.700.000 en 2009). En años posteriores al 2015 siguió creciendo en pesos, aunque se mantuvo en dólares... porque el dólar tuvo un notorio incremento. En resumen, decir que los ingresos del mercado móvil se mantuvieron constantes en el período 2005-2019 es claramente erróneo. Y, en particular, entre 2009 y 2014, donde está centrada la crítica a los gastos de marketing, el crecimiento de los ingresos de Antel en el mercado móvil fue de un 80%.
También se discute el aumento de la participación del mercado de Antel, relativizando los valores presentados (un aumento al 53%). Pero veamos los números, que son obstinados: entre 2009 y 2014, Antel aumentó en 1.033.000 móviles (un 59%), mientras que Movistar aumentó 281.000 (un 18%), y Claro aumentó unos 42.000 (un 5%, aunque con muchas oscilaciones en el último año). Si consideramos el período 2009 a 2019, Antel creció en 1.299.000 servicios, mientras que Movistar lo hizo en 69.000 y Claro en 220.000. Antel tiene 3 millones de servicios, Movistar alrededor de 1.6 millones y Claro un poco menos de millón. Todos estos son datos de la URSEC y están disponibles, también, públicamente. Justificar esa enorme diferencia porque bajaron los prepagos, diciendo que no eran clientes genuinos, mientras el total de la recaudación claramente subió, parece, por lo menos, arriesgado.
También se afirmó que estaban incluidos muchos dispositivos para la Internet de las Cosas (POS, alarmas, y otros dispositivos), y que eso "tiraba abajo" el número de cuentas. Esta pregunta se contesta sola: si hay dispositivos de este tipo en Antel... también los tiene la competencia. ¿O acaso Claro y Movistar no apuestan a los dispositivos?
Por otra parte se argumenta que solamente es válido comparar la inversión de Antel en marketing considerando el mercado móvil, porque es el único en competencia. Esto supone que en el resto (datos, telefonía) no hay más remedio que crecer por ser "monopólicos". Este es un error que se repite una y otra vez. Las empresas, y en especial las de telecomunicaciones, tienen que adaptarse todo el tiempo. En este caso particular, no se puede cometer el error de omitir que Antel tuvo un cambio drástico en su modelo de negocio, desde la telefonía fija, pasando por la telefonía celular (¿se acuerdan de los SMS?) a los datos. Y Antel, en ese contexto de cambio... creció. Otra vez la evidencia: en 2009, Antel facturaba 125 millones de dólares por concepto del mercado de datos, y en 2019 ese valor fue de 341 millones de dólares. A pesar de una fuerte suba del dólar, los ingresos por datos aumentaron 2,7 veces en esa moneda.
Concluyendo, tenemos una empresa que, en quince años, procesó no uno sino dos cambios tecnológicos enormes, aumentó no solamente el número de servicios sino también su facturación en el mercado móvil, y se incorporó exitosamente al mercado de los datos. Pensar que todos estos cambios se pueden hacer sin una inversión en marketing, o medir esa inversión en marketing solamente comparado con el negocio móvil, sin tener en cuenta todo el negocio, como si Antel fueran tres empresas y no una, es omitir una parte enorme de la realidad, que tiene mucho que ver, además, con la estrategia de desarrollo planteada para la empresa en los últimos diez años, y que incluye la generación de infraestructura para el país. Minimizar esos logros solamente por una campaña electoral parece injusto con todos los profesionales que trabajaron (y trabajan) ese cambio.
Guillermo Moncecchi es ingeniero, doctor en Informática, investigador y docente en la Udelar y ex-ministro de Industria.