Un hecho notorio de los primeros días de 2024 fue el despido intempestivo de 250 empleados por parte de la empresa de delivery PedidosYa. Una empresa que, durante los últimos años, ha tenido una fuertísima expansión en el mercado local y se ha beneficiado de forma notoria de las acciones de promoción otorgadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
No es ninguna novedad afirmar que los sistemas de promoción de inversiones son muy útiles para garantizar que ciertos negocios se desarrollen en el país. El otorgamiento de dichas facilidades permiten que estos negocios se asienten, con la consecuente creación de nuevos puestos de trabajo. Todas esas herramientas son muy importantes, pero, a pesar de ellas, la empresa despide y terceriza a 250 empleados, incluidos dirigentes sindicales. Uno se pregunta: ¿Qué pudo salir mal? ¿Estamos ante un caso de planificación fiscal agresiva?
Una decisión administrativa de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap) adoptada en el año 2020 allanó el despido de 250 trabajadores.
El 25 de mayo de 2022, la empresa PedidosYa fue beneficiada por la resolución N.° 004314 del MEF, a través de la cual se declaró promovida su actividad por la suma de 24.809.510 UI (unidades indexadas).
La citada resolución dispuso la exoneración en forma total de tasas y tributos a la importación, incluido el IVA, a la vez que le otorgó un crédito por el IVA de materiales y servicios destinados a la obra y dispuso la exoneración de IRAE y del Impuesto al Patrimonio. Toda esta serie de beneficios se dio al amparo de los nuevos criterios básicos generales de funcionamiento de la Comap, que reglamentan el decreto N.° 268/020, promulgado el 30 de setiembre de 2020.
A través del sistema de protección a las inversiones, la cantidad de empleados te va dando puntos y, de hecho, el indicador de generación de empleo es el que mejor puntúa. Esos puntos, paulatinamente, otorgan un mayor porcentaje de exoneración impositiva para el impuesto a la renta. En este sentido, antes del año 2020 se establecía un criterio de ponderación para las exoneraciones (por la generación de empleo) de hasta un 40%, elevándose a 50% con el referido cambio. Sin embargo, la clave es el “cronograma de indicadores”, que incluye el mantenimiento del empleo como uno de ellos, se reduce de cinco a tres ejercicios. En definitiva, se reduce el aspecto temporal de esta exigencia, aunque los beneficios en el IRAE, por ejemplo, se otorgaron por 12 ejercicios a partir del ejercicio 2020, según se expresa en la resolución.
Por lo tanto, PedidosYa cumplió durante los años 2021, 2022 y 2023, con su compromiso de acuerdo con las nuevas disposiciones del Gobierno. Si se hubiera mantenido el criterio anterior, que era de cinco años, se hubieran podido conservar los puestos de trabajo por dos años más. Durante esos dos años restantes, se hubiera podido trabajar con la empresa para evitar esta situación. Nada de eso se hizo y con estas nuevas reglas quedaron 250 familias sin trabajo.
¿Y los beneficios fiscales?
Esta reducción de personal de PedidosYa no les hace caer los beneficios que ya tenían —o que todavía tienen— porque la exoneración del Impuesto a la Renta dura todavía muchos más años que esta exigencia. Dicha exoneración está vinculada a la inversión que hicieron y les da la posibilidad de exonerar varios millones de UI.
Parecería que, a través de una “planificación fiscal agresiva”, PedidosYa previó este desenlace. En el camino, obtuvo beneficios fiscales por cerca de nueve millones de dólares. Probablemente, el costo de los 250 empleados que echaron no llegue a ese monto y, ahora, deciden tercerizar esos servicios con una empresa que, seguramente, funcione fuera del Uruguay o mediante el mecanismo offshore, dejando pocos o nulos impuestos en nuestro país.
En definitiva, fueron todas ganancias para una empresa que se aprovechó de los beneficios otorgados por un Gobierno que ni siquiera tuvo la capacidad de garantizar los puestos de trabajo. Tampoco tuvo la voluntad de hacerlo, basta ver que las condiciones establecidas facilitaron este desenlace.