Tanto en campaña electoral como en su programa, el gobierno actual fue enfático en su compromiso de bajar el precio de los combustibles. Pese a ello, en el último año el Poder Ejecutivo efectuó cuatro aumentos de precios. Para fundamentar esta flagrante contradicción se han utilizado diversos argumentos, muchos de ellos carentes de veracidad. Repasemos algunos.
En el período de 2005 al 2019 no hubo una suba tan grande como los realizados en el último año. A diferencia de este gobierno, todos los aumentos realizados por el Frente Amplio fueron por debajo de la inflación y de los salarios. La inflación entre el 2005 y el 2019 fue en promedio del 8% anual(*1), mientras que la Nafta subió un 5%, el Gasoil 6 % y el Supergas 5%. A su vez los salarios crecieron 63% por arriba de la inflación en el período(*2).
Sin embargo, entre agosto 2020 y agosto 2021, el precio de la nafta subió 15,8 pesos, 29%; el gasoil 10 pesos, 25% y el kilo de supergas 9 pesos, 20%(*3). Todos ellos subieron por arriba de la inflación y de los salarios (ya que estos aumentaron abajo de la inflación). La inflación acumulada anual fue de 7,2 % y hubo una pérdida de salario real de 4%.
Por si fuera poco en enero de este año el gobierno incrementó 7% el IMESI a las naftas.
Este aumento no solo impacta en los bolsillos de los propietarios de vehículos, sino de la población en general. En tanto el costo de transporte es trasladado al precio final de cada producto, incrementando el precio de la canasta básica, en particular de alimentos y bienes de primera necesidad. A su vez, este aumento también encarece los costos de producción restando competitividad a la producción nacional.
El partido de gobierno, cuando era oposición atacó duramente al Frente Amplio por el precio del gasoil. No obstante fue el gobierno del Frente Amplio en el 2007, en la Reforma Tributaria que eliminó el IMESI al Gasoil y a su vez permitió descontar IVA a las empresas que tributan IRAE. Además desde el 2018, los productores agrícolas que tributan IMEBA pueden deducir el IVA al Gasoil, además de los descuentos que obtienen en la tarifa eléctrica. En tanto si se analiza la evolución del precio del Gasoil con su comparación internacional (PPI), del 2016 al 2019 hubo descenso sostenido de la diferencia, pasando de 16$ a -0,35 $ en diciembre de 2019. Es decir, el precio del Gasoil cuando el FA entregó el gobierno estaba igual que el PPI, hoy se encuentra 13$ arriba del precio internacional.
1- ¿El aumento se debe a la suba del barril del petróleo?
El principal argumento del gobierno es que el petróleo aumentó en 2021 y por tanto debió subir indefectiblemente los combustibles. Sin embargo, en el 2020 se registró un descenso del 35% con respecto al 2019, y el mismo no se vio reflejado en el precio de los combustibles. Hoy el barril del petróleo se encuentra en el mismo nivel que en el 2019 y menor que en el 2018.
En los gobiernos del FA hubo subas del petróleo mayores a la de este año, pero no fueron trasladadas al precio de los combustibles. Entre el 2005 y el 2019 se encuentran picos de aumento de casi un 59% en el 2007 y 34% en el 2017, según datos del Índice de Precios de las Importaciones publicadas por el BCU, en base a las importaciones efectivamente realizadas. Sin embargo, en todo el período 2005-2019 no hubo aumentos de combustibles por arriba del 20%, según datos publicados por la URSEA.
¿Qué hizo el gobierno del Frente Amplio cuando subió el petróleo? Absorbió el impacto por parte de Ancap, protegiendo la población del aumento, los precios de los combustibles no superaron la inflación ni los ingresos fijos y luego lo recuperó cuando el crudo bajó. El valor del crudo es inestable, por tanto la gran pregunta es si el Poder Ejecutivo va a trasladar al precio de los combustibles la fluctuación del precio del petróleo, porque esa definición política va a generar problemas muy graves en la economía uruguaya. De esta manera, estamos se atenta contra la inversión privada, porque se hace difícil invertir sin proyecciones seguras de los precios de los combustibles. En los gobiernos frenteamplistas, el Estado funcionaba como un dique de contención: cuando subía el petróleo ANCAP absorbía los costos, que recuperaba cuando el crudo bajaba.
A su vez afirma el gobierno que el precio de los combustibles en el mundo reflejan automáticamente los aumentos del precio del petróleo. Eso es falso. Primero, en muchos países los precios de los combustibles se encuentran directamente subsidiados en relación a los precios internacionales, es decir en relación al costo del petróleo. Es el caso de Ecuador, Argentina, Venezuela, Colombia(*4). En otros, como el caso de Chile, tienen una banda de flotación, es decir bajan y suben entre un tope y piso, pero que dicha banda es mucho menor que la variaciones habituales del petróleo, precisamente para proteger los precios domésticos de la inestabilidad del precio del petróleo. En Europa si bien están totalmente liberados los precios de los combustibles, estos son iguales o más caros que en nuestro país, los cuales están sometidos a altas tasas impositivas del orden del 50% al 60%(*5).
2-¿Se transparentó la composición de los precios de los combustibles?
Desde hace años ANCAP publica estadísticas sobre la estructura del precio de todos los combustibles donde se indica cada componente del precio. Los cuales se descomponen de la siguiente manera:el costo de refinación de Ancap, las ganancias de los sellos, de los fletes, de las estaciones de servicios, el subsidio al boleto y la cargas impositiva. A su vez en el último aumento de combustibles (Agosto/21), se suma el factor X que se establece en la Nafta y Gasoil de 3 pesos.
En la Nafta el IMESI representa aproximadamente el 43 % del precio, el costo de refinación de Ancap es 40%, y el otro 17% son los márgenes , fletes y factor X. En el caso Gasoil el costo de refinación ANCAP significa el 54 % del precio, el 15 % IVA y el 7% (3,4$) es el subsidio al boleto y el otro 24 % son los márgenes, fletes y factor X.
En el caso del Supergás el costo de refinación de Ancap representa el 23%, el otro restante 66% es Margen de Distribución y Envasado, IVA y Tasas.
El peso impositivo es tan importante, que por ejemplo en el 2020, ANCAP recaudó 2.400 millones dólares, de los cuales 1.188 fueron IMESI, IVA y subsidio del Boleto. Es decir, casi el 50% de la recaudación de Ancap son impuestos.
No hay ninguna innovación del gobierno en cuanto a transparencia. Siempre se supieron cómo se componían los precios finales de los combustibles. No se agrega transparencia, sino que se le quita, al establecer un factor desconocido al precio de los combustibles: el Factor X. Antes podíamos determinar claramente a qué se debía cada componente del precio, a esto o aquello. En este caso agrega opacidad al precio distanciándose del objetivo de transparentar los precios, posiblemente el único relato del gobierno para defender el aumento.
3- ¿El agujero de ANCAP?
Ancap del 2015 al 2019 tuvo resultados positivos. En el 2015 tuvo ganancias por 27 millones de dólares, en el 2016 por 15 millones de dólares, en el 2017 por 38 millones dólares, en el 2018 por 88 millones de dólares y en el 2019 por 39 millones de dólares. Según los datos presentados por Ancap y auditados tanto por TCR y consultoras independientes(*6). Es decir que se entregó una empresa generando ganancias en los últimos 5 años por más de 200 millones de dólares.
4- ¿Es más barato importar que refinar combustibles?
Por otro lado, se argumenta que Ancap es ineficiente en la producción de combustibles. Sin embargo el informe presentado por Poder Ejecutivo a la Asamble General el 3 de marzo 2021, "Revisión de Sector de Combustibles Fósiles", en la página 58 establece textualmente: "En resumen se puede apreciar que entre las opciones de refinar e importar los productos derivados (a precio PPI) se observa un margen positivo asociado a la refinación del crudo".
Esto se desprende del cálculo que hacen todas las refinerías, que se llama Margen de Refinación, es la diferencia entre producir combustibles o importarlo. Se calcula por barril de petróleo. Si la diferencia es positiva es más barato producirlos. Se puede ver en la gráfica que desde 2016 a 2019 (es hasta donde va el estudio), el margen es siempre positivo.
5 - El Frente Amplio votó estos artículos. Es cierto que los votamos pero vale aclarar en qué contexto lo hicimos.
En primer lugar, cuando llegó la Ley de Urgente Consideración, el artículo establecía la liberalización de los combustibles, mecanismo que no sólo iría en contra de la empresa pública ANCAP, sino que también afectaría la estabilidad de la economía nacional. En ese marco se generó un espacio de negociación con varios legisladores tanto del partido Colorado como de Cabildo abierto y el Partido Nacional. Básicamente, algunos actores del Partido Nacional estaban reticentes a modificar lo propuesto por el Poder Ejecutivo y querían avanzar hacia la desmonopolización. Como salida se construyó este artículo, que hoy se propone derogar.
El artículo 235 establece que los precios de los combustibles los fijará el Poder Ejecutivo luego de recibir dos informes, uno de ANCAP y otro de URSEA. Es decir que el artículo no cambia nada sustancial en el proceso de decisión. El Poder Ejecutivo define de manera discrecional los precios de los combustibles y los puede aumentar, bajar o mantenerlos. Solamente estipula que debe tomar dicha decisión cada dos meses como máximo.
Tan discrecional es, que en plena zafra de la soja no se incrementó el precio del gas oil y en el último aumento de los combustibles no modificó el precio el supergas. Hecho que celebramos, ya que la población había sufrido un 20% de aumento en el último año de dicho combustible. Por tanto, esta es la demostración evidente que la actualización no implica necesariamente un aumento, esa definición depende de una determinación política.
Para terminar, vale decir que estamos de acuerdo en bajar el precio de los combustibles, en particular para el sector productivo, pero necesitamos tener una discusión seria en base a elementos objetivos, no al grito de la tribuna como este gobierno supo hacerlo mientras era oposición. El precio y el acceso a la energía son elementos centrales de cualquier política de desarrollo y entendemos que la misma debe tener una mirada global y a largo plazo. En los últimos 15 años se transformó la matriz energética, se duplicó su capacidad instalada y se diversificó su estructura. Tenemos acceso a energía más limpia, sustentable, soberana y más barata. Para que ello ocurriera existieron dos condiciones previas indispensables: tener empresas públicas para ejecutar dicha política y un acuerdo global del sistema político y de la sociedad. De esa manera podemos encontrar, al fin y al cabo, las dos claves centrales que nos muestren el camino para un cambio duradero y exitoso en materia política energética.
*1 https://www.ine.gub.uy/web/guest/indicadores?indicadorCategoryId=11421
*2 https://www.gub.uy/unidad-reguladora-servicios-energia-agua/politicas-y-gestion/antecedentes
*3 URESA y Decretos de Fijación de Tarifas del Poder Ejecutivo
*4 "Panorama preliminar de los subsidios y los impuestos a las gasolinas y diésel en los países de América Latina", Cepal 2014
*5 IEA (2021), Energy Prices: Overview, IEA, Paris https://www.iea.org/reports/energy-prices-overview
*6 https://www.ancap.com.uy/1547/1/estados-contables.html