Un día, sí, y otro también, nos enteramos de un aumento de ciertos precios que afectan a toda la cadena de distribución tanto de alimentos, vestimenta, servicios, entre otros. Particularmente, la nafta aumentó lo mismo entre 2011 y 2020 (en nueve años) que en los últimos quince meses de gobierno. ¿Qué le decimos hoy a una familia de cuatro integrantes que gana menos de 20.000 pesos mensuales cuando tiene que llenar la canasta en el supermercado? ¿Qué le decimos cuando quiere pagar con una tarjeta de crédito porque no llega con el presupuesto, pero que cuando vaya a usarla le van a cobrar más porque así lo permite el gobierno? ¿Cómo ayudamos a los productores que pueden ver en el contexto internacional una oportunidad para aumentar las exportaciones, pero que se ven frenados por el aumento de los combustibles?
Es tiempo de dar respuesta a estas interrogantes y el momento es ahora. Fuera de las pasiones que quedaron en la última elección, hoy es tiempo de sentarnos todas y todos en una amplia mesa de diálogo nacional en que se llame tanto a pequeños como grandes a comerciantes, a operadores turísticos, a productores, a prestadores de servicios, junto al gobierno nacional, representación de legisladores e intendentes de todos los partidos políticos, para poder consensuar un paquete de medidas que aliviane la pesada carga que están sufriendo las familias uruguayas.
Lejos de bajar tarifas e impuestos, las familias uruguayas se han visto enfrentadas a una carestía de la vida que solo crece.
El contexto internacional ofrece una gran oportunidad de aumentar nuestras exportaciones por la necesidad que tiene el mundo de mayor producción de alimentos, en especial carne, leche y granos. Pero, ¿cómo van a aprovechar esta oportunidad si los costos de producción no paran de subir?
Para atender a esta situación creo que es necesario que el sistema político haga acuerdos transversales. Humildemente, como intendente del interior del país y referente político de la oposición desde el territorio propongo una mesa de diálogo y un gran acuerdo nacional que nos permita avanzar en los siguientes puntos:
1. Acuerdo por congelamiento de precios durante el otoño y el invierno de los supermercados y las grandes superficies. Se establecerá una lista de precios consensuada entre los supermercadistas y las autoridades nacionales y departamentales para congelar los precios de productos de primera necesidad en la canasta básica. Esto urge, pues es un alivio para las familias uruguayas y se hace necesario que los empresarios pongan también de su parte para atravesar esta dura crisis.
2. Estamos ante una gran oportunidad de aumento de las exportaciones, producto de la situación de conflicto entre Ucrania y Rusia. No hay que olvidar la gran cantidad de exportaciones por parte de Ucrania a Europa, en especial de granos. Nuestro país tiene la gran oportunidad de aumentar su capacidad productiva y de exportación. Pero para que ello no afecte los precios internos y también para que los aumentos generalizados no impidan aprovechar esta oportunidad, es necesario sentar a todas las partes en esta Mesa por la Productividad en que participemos tanto gobernantes departamentales, nacionales y productores. Por ejemplo, las empresas públicas deberían considerar tarifas especiales para sectores productivos que puedan aprovechar esta oportunidad, y eso incluye a ANCAP. Como contrapartida se hace necesario que los productores que accedan a estos beneficios demuestren que para solventar esta asistencia por parte de las empresas públicas han cumplido con una mayor contratación de personal. Con esto estamos ayudando a los productores a aprovechar esta oportunidad, al tiempo que fomentamos la reactivación del empleo en el interior de nuestro país.
Nuestra población más vulnerable está sufriendo y así lo indican los datos más recientes del INE. El aumento de la pobreza en que el 11% de la población se encuentra bajo esta situación es alarmante y nos debe llamar a todos la atención. El aumento generalizado de los precios solo empeora esta situación. Esto requiere una acción integral de todos los niveles de gobierno, pero sobre todo de las fuerzas sociales trabajando en una mesa amplia.
El tiempo electoral ha quedado atrás y hoy la ciudadanía reclama que nos sentemos mano a mano a trabajar en equipo para brindar soluciones a los problemas de ahora. Para ello necesitamos de la acción del gobierno nacional, pero en esa mesa de trabajo las Intendencias reclaman su lugar, así como la oposición política. La economía de las familias uruguayas así lo exige.