La educación es un derecho humano fundamental que debe ser garantizado a lo largo de toda la vida. Desde el Frente Amplio promoveremos una educación integral que fomente el desarrollo pleno de las personas, superando la dicotomía entre la formación intelectual y la técnica. El Estado tiene la responsabilidad de asegurar el acceso universal a la educación, mientras que el sector privado puede participar en su gestión.
Proponemos un “pacto país” en educación, que incluye la universalización de la educación en la primera infancia y la extensión del tiempo en la educación primaria y media. Este “pacto” se concibe como una política de Estado, diseñada para los próximos 15 años, con el objetivo de que todos los niños y adolescentes del país reciban una educación de calidad.
Defenderemos principios fundamentales como la democracia, la justicia social, la laicidad y la obligatoriedad de la educación inicial, primaria y media. El sistema educativo debe ser un espacio de coordinación y participación social, orientado hacia la emancipación de todos los ciudadanos.
Entre nuestras acciones prioritarias, nos enfocaremos en fortalecer el rol del Estado como garante del derecho a la educación, asegurando una formación integral y autónoma. Es esencial avanzar hacia la universalización de la educación, respaldada por un presupuesto adecuado que garantice equidad y justicia social. Además, impulsaremos la descentralización de la gestión educativa, promoviendo la participación activa de comunidades y docentes.
La educación debe ser inclusiva, atendiendo a las diversidades y necesidades específicas de cada estudiante, y se implementarán políticas de protección para asegurar trayectorias educativas exitosas. También buscaremos integrar la educación artística y técnica, así como fomentar el pensamiento computacional en todos los niveles.
Es crucial establecer un sistema nacional de becas que apoye a los estudiantes en su permanencia y egreso, además de promover la investigación y la colaboración interinstitucional para enriquecer la educación en Uruguay.
Por otro lado, fortaleceremos el sistema de los Centros de Atención a la Infancia y a la Familia (CAIF), mejoraremos los convenios entre sindicatos y empresas, y ampliaremos el tiempo pedagógico en los niveles de educación primaria y media. Se buscará implementar programas que fomenten el regreso a la escuela y mejorar la coordinación entre docentes y la comunidad.
Abordando la educación terciaria, la cual es fundamental para democratizar el conocimiento y potenciar el desarrollo social, buscaremos ampliar el acceso a la a la misma, promoviendo la autonomía y el cogobierno en las instituciones educativas. Una estrategia nacional será crucial para fomentar la permanencia de estudiantes y docentes en el sistema, así como para facilitar la circulación entre carreras. Es esencial fortalecer la enseñanza no presencial, garantizando calidad y flexibilidad en los programas.
La creación de una Universidad de la Educación, pública y cogobernada, será un paso clave para consolidar una formación docente de calidad y accesible para todos, integrando docencia, investigación y extensión.
El apoyo a los docentes es igualmente prioritario. Se debe garantizar su participación en el diseño de políticas educativas y mejorar sus condiciones laborales, promoviendo la estabilidad y la profesionalización. Invertir en educación terciaria y en el bienestar de todos los docentes es clave para construir un futuro más justo y solidario.
En este camino hacia un futuro más justo y equitativo, la educación se erige como la luz que guía a nuestras generaciones, y cumpliendo con el compromiso histórico de nuestra fuerza política, retomaremos el crecimiento de la inversión en educación pública estatal, sobre la base del 6% en educación más el 1% del PIB para investigación y desarrollo, ciencia, tecnología e innovación
Cada niño, cada joven, merece la oportunidad de soñar y construir su propio destino. Desde el Frente Amplio reafirmamos nuestro compromiso de transformar la educación en un motor de cambio social, donde la inclusión y la participación sean los pilares que sostengan una sociedad más solidaria. Juntos, con la fuerza de nuestras convicciones y la pasión por el bienestar común, trabajaremos incansablemente para que cada uruguayo y uruguaya tenga acceso a una educación que no solo instruya, sino que también empodere y emancipe. La educación es el camino hacia el futuro, y es nuestro deber garantizar que nadie quede atrás.