Si revisamos los programas de gobierno de cada período electoral, vamos a encontrar que hay coincidencia en ubicar a la educación como un aspecto central en la propuesta a la ciudadanía.
Unos hemos avanzado más, otros han logrado menos. Pero compartimos la relevancia del tema.
Para el período que se avecina, con nuestros equipos de apoyo en el área, hemos venido discutiendo largamente, acerca del rol que ha de jugar la educación en un nuevo gobierno progresista de transformaciones.
Es nuestro deseo como primer aspecto retomar la idea de la Universidad de la Educación.
Los docentes merecen el reconocimiento de la titulación universitaria, accediendo a una mejor y más intensa posibilidad de capacitación, desarrollo de la investigación y elaboración de nuevos contenidos que logren una auténtica transformación del sistema.
La actual administración, desde la intromisión inadecuada del Ministerio de Educación y Cultura, ha pretendido someter al elenco docente a una prueba innecesaria para acceder a la titulación, contratando a una empresa colombiana para hacer los procesos selectivos.
Recuperado el Gobierno, hemos de poner mucha cabeza docente a estructurar un sistema razonable de pasaje de grado. La alternativa de mejorar artificialmente los resultados, dando pase de año sin que se haya aprendido nada, es un cachetazo a la mejor historia de nuestro sistema educativo.
Yendo a un conjunto de medidas que deseamos impulsar, nos permitimos sugerir las siguientes:
1. Es momento de aumentar la jornada escolar y eso requiere de más presupuesto anual por estudiante.
2. Aumentar las horas docentes, para acompasar lo antes descripto.
3. Plan de inversión en infraestructura edilicia escolar.
4. Aumento progresivo de las Escuelas de Tiempo Completo, tratando de llegar al año 2035 con todas las escuelas con esta cobertura.
5. Mayor tiempo escolar para mejorar los aprendizajes. Y también un rol cada vez más importante en el mundo actual: cubrir necesidades de cuidados.
6. Primer paso para ir extendiendo el horario escolar: realizar convenios con clubes deportivos de la zona de cada escuela para el uso de instalaciones con fines educativos en educación física y deportes.
7. En Secundaria y UTU, atacar los graves problemas de deserción. Durante 2025 debemos realizar un trabajo con alumnos, académicos, docentes, y sociedad civil, de modo de confeccionar estrategias urgentes que permitan revertir la situación y comenzar a aplicarlas en el año lectivo 2026.
8. También en Secundaria y UTU se debe extender el horario de clases, con foco en aprendizajes en matemáticas, lectura, escritura, así como en educación física y deportes.
9. Al igual que en Primaria, se deben realizar convenios con clubes deportivos en la zona de cada centro educativo para el uso de las instalaciones con fines educativos.
Somos conscientes que los costos son inmediatos para el gobierno y los resultados son a largo plazo. Pero Uruguay no puede seguir postergando este tema.
Los niños, niñas y adolescentes no pueden seguir quedando por el camino o desertando de la educación.
Más presupuesto, más formación docente, más tiempo en los centros educativos. Más y mejor educación pública para todos.