Hace varios meses que junto al parte diario de los casos de coronavirus en el Uruguay y en el mundo tenemos el boletín cotidiano del desafuero del senador Guido Manini y sus mil variantes.
Mientras el coronavirus sube, baja, pero se mueve siempre dentro de parámetros numéricos, el desafuero es una danza infernal y vergonzosa de noticias que no provienen del SINAE sino de todas las tiendas políticas y algunas son realmente asombrosas.
Comencemos por lo básico, el desafuero fue solicitado por el fiscal de la república Rodrigo Morosoli para que el legislador Manini responda por su actuación como comandante en jefe del Ejército en relación al tribunal militar en que el delincuente convicto y condenado, José Nino Gavazzo confesó con lujo de detalles como se deshizo del cuerpo de Roberto Gomensoro en el año 1972, antes incluso del golpe de estado.
Desde que estalló el escándalo por la publicación en el diario El Observador de las actas de ese tribunal militar (me niego totalmente a llamarlo de honor, por el simple motivo que no tienen una pizca de honor), quedó claro que ni los integrantes del tal tribunal ni el comandante en jefe del Ejército general Guido Manini, ni el Ministerio de Defensa, ni la Presidencia de la República había movido un dedo para poner esos documentos incriminatorios en manos de la justicia y de la fiscalía correspondiente. Todo sucedió tarde, después y cuando no tenían más remedio.
El único que demostró con acciones concretas que actuó correctamente fue el Ministro de Defensa Jorge Menéndez (gravemente enfermo) que se presentó en casa de gobierno para demandar que se presentara toda la documentación a la justicia como correspondía a cualquier funcionario público, tratándose de delitos gravísimos. Lo trataron de ensuciar hasta el punto que su familia no aceptó las honras fúnebres que pretendía rendirle el gobierno. A Menéndez, un militante frenteamplista de toda la vida. Y todo acompañado del silencio cómplice de muchos, demasiados.
Ese episodio es ya una pintura del nivel moral en el tratamiento de ese episodio de extrema gravedad.
El senador Guido Manini hizo toda su campaña electoral anunciando que el votaría su desafuero para presentarse a la justicia y decir "su verdad" y deslindar responsabilidades, en particular acusar al gobierno y a la Presidencia de la República.
Y ahora que llegó la hora de votar el desafuero para que Manini cumpla su promesa y además de afrontar sus responsabilidades con hidalguía ante el fiscal y el juez, nos informe a todos los orientales de cuál es su versión de los hechos. Hechos muy graves, que se han agravado mucho más ahora que conocimos el procedimiento y las actas del tribunal militar a Gilberto Vázquez que son una copia exacta del procedimiento que en el año 2006 utilizó el comandante del Ejército general Carlos Díaz para evadir su responsabilidad de denunciar todo a la justicia. La única justicia, la civil. La otra es un mamarracho infame, cómplice durante once años de la dictadura, mejor dicho parte integrante de la dictadura.
Ahora no están los votos y menos aún están las voluntades para el desafuero. Y Cabildo Abierto y el propio Manini anunciaron que no cumplirán lo anunciado en toda la campaña electoral y en un gesto de "hidalguía" le darán la espalda a la justicia y al coraje cívico y no aportarán sus votos, incluso negando el del propio Manini para votar el desafuero. A puro coraje.
Lo único claro es lo que venimos anunciando desde hace varios meses, los votos para el desafuero no iban a estar y no están. ¿Por qué no están los votos?
Cada uno tiene sus propias razones. El oficialismo multicolor no quiere que su socio principal quede enredado en un proceso judicial con final incierto, si funciona efectivamente la justicia y con la posibilidad de que el líder de Cabildo Abierto, condenado por graves violaciones a las leyes de la república. ¿Quién puede mantener unido el combo de Cabildo Abierto? Nadie, solo Manini.
Además del desprestigio de que uno de sus principales líderes sea condenado nada menos que por no haber cumplido con el elemental deber de informar a la justicia de graves violaciones a los derechos humanos, asesinando, y desapareciendo cuerpos luego de torturarlos. No es por cierto una condecoración.
Pero lo que es aparentemente extraño es el poco entusiasmo del Frente Amplio de que se vote efectivamente el desafuero. Viven haciendo fintas, pero poco más. Es que Manini declarando a rueda suelta cómo funcionaba la relación entre el Ejército y el gobierno seguramente nos deparará muchas sorpresas. Solo así se puede entender las declaraciones del Senador José Mujica que a último momento - con la sagacidad que lo caracteriza - desempolvó el argumento que si se vota el desafuero por 21 senadores, si Manini es declarado inocente o cumple su pena, no habrá 21 senadores para votar su retorno al senado. ¿Si Mujica tenía tal intención porque no esperó al desafuero y lo anunció después? No seremos tan genios, pero no nos chupamos los dedos...
Curiosa situación considerando que la ex vicepresidenta Lucia Topolasky en una situación similar cuando el legislador Daniel Bianchi, cumplió su condena por manejar ebrio, lo hizo retornar al parlamento sin que se produjera ninguna votación. Las declaraciones de Mujica, son la mejor garantía de que no estarán los votos para desaforar a Manini, ni el mismo la votará, tragándose sus promesas de la campaña electoral. Y todos los implicados en "santa pace" y con cara de piedra.
El ex presidente Tabaré Vázquez ya anunció hace unos días que todo este tema del desafuero y sobre todo el escándalo de las actas del año 2006 que recién se conocieron en el 2020, ¡14 años después! Con las declaraciones de otro asesino, como Gilberto Vázquez, son una cortina de humo para ocultar el debate presupuestal.
Un agravio, un insulto a los uruguayos y a los frenteamplistas, como si no se pudiera atender tanto el debate presupuestal como las graves violaciones a los derechos humanos y a las leyes por parte de militares, generales miembros de tribunales, comandantes en jefe del Ejército y sobre todo integrantes del gobierno y en particular de la Presidencia, simultáneamente. No somos monocordes, tenemos las capacidades intelectuales como para atender más de un tema a la vez, aunque el presidente no lo crea. Lo que nos interesaría saber son las explicaciones ante la justicia y ante la opinión pública de las acciones gubernativas de la presidencia, como las homologaciones de los tribunales militares, salteándose toda la cadena tradicional de ingreso de los expedientes. https://www.uypress.net/auc.aspx?107338 Y con un tiempo record para su aprobación.
Veremos si el Partido Nacional, que se ha pasado 35 años hablando del pacto del Club Naval y desoyendo incluso la opinión de sus juventudes, se suma a la negativa de votar el desafuero para que quede registrado como una página muy oscura de su historia.
Al sanguinetismo no hay con que darle, hace 37 años que está embarcado y embarrado en la misma nave de la impunidad y esta será una remada más.
Lo nuevo es que Ciudadanos del Partido Colorado, adoptó una posición de principios y votará el desafuero, en un gesto que los enaltece.
Del Frente Amplio y sus gobiernos en relación con los militares, queda mucho por saber. ¿Avanzaremos?
En cuanto a las Fuerzas Armadas, en particular a su logia más conocida y responsable de los peores crímenes contra la Constitución y las leyes, los Tenientes de Artigas, pero también unos cuantos generales y mandos, esperan que todo se calme que no se agiten mucho las aguas, que no se vuelva a recordar, por ejemplo quien fue a detener a Vladimir Rosslik, el general ( r) Daniel Castellá y otras decenas de dictadores y, además tratar de construir un nuevo relato falso con un mínimo de épica sobre su papel en la lucha contra la subversión. Es decir una nueva gran mentira colectiva.
¡ NUNCA MAS ! , no puede ser un grito desgarrador de bronca, de deseo contenido, sino una afirmación de las condiciones políticas, institucionales, culturales e históricas para erradicar al cáncer de los dictadores, los viejos y los que todavía creen en ellos. Y los hay, incluso del otro lado de la línea divisoria de los supuestos dos demonios.