Justamente al señalar Israel el cincuentenario de la guerra de Iom Kipur, en la que los ejércitos de Egipto y Siria lograron atacar por sorpresa a Israel en su día más sagrado, Israel sufrió este sábado el peor ataque terrorista de su historia, siendo tomado por sorpresa absoluta con la infiltración de cientos de terroristas armados desde la Franja de Gaza a más de 20 comunidades civiles del sur del país. Esto, además del disparo de más de 3.000 coetes desde Gaza hacia territorio israelí.
Hasta el momento de escribir estas líneas, Israel informa que tiene por lo menos 250 muertos y más de 1500 heridos, pero está claro que el número exacto y definitivo se podrá dilucidar recién en los próximos días.
Y uno de los elementos más espeluznantes de toda esta situación de guerra, es que los terroristas secuestraron a decenas de israelíes y se los llevaron a Gaza, entre ellos ancianos, mujeres y niños, inclusive bebés. También hay militares entre los secuestrados.
Es imperioso recalcar ante todo que Israel fue atacado desde Gaza en su territorio soberano, reconocido como tal por todo el mundo democrático y las Naciones Unidas. Esto, aunque hace ya más de 18 años que no hay ni un soldado israelí dentro de Gaza, habiéndose retirado Israel de Gush Katif el 12 de setiembre del 2005. Cuando Hamas en sus comunicados y en las filmaciones que hizo dentro de Israel y compartió en las redes habla de “los territorios ocupados”, es porque no reconoce la existencia misma de Israel ni su derecho soberano a vivir en paz en ninguna frontera.
Israel ha tenido que lidiar en sus 75 años de independencia con numerosas amenazas. Fue atacado por cinco ejércitos árabes apenas nació, tuvo que lidiar con guerras impuestas por sus enemigos, cohetes lanzados desde distintos frentes hacia su territorio y terroristas que atacaron repetidamente a su población civil, pero una situación como la vivida este sábado no tiene absolutamente ningún precedente.
Pero nunca en sus 75 años de independencia vivió algo así, ver que terroristas logran entrar armados hasta los dientes a más de 20 poblados al mismo tiempo, asesinando familias enteras y tomando a decenas de civiles de rehenes, logrando además matar a centenares de personas en pocas horas.
Esta situación, aunque trágica, que cobra un precio altísimo a Israel, debe ser el comienzo de una nueva etapa en la que quede absolutamente claro que hay que cambiar de rumbo y no limitarse ya a “responder” a Hamas sino a tratar de eliminarlo. Es que quedó en claro lo que siempre se supo: el carácter sanguinario de los terroristas, motivados por el odio y por el rechazo total de la existencia de Israel, no por ningún intento de ayudar a su pueblo ni de aportar nada a los palestinos. Con este enemigo, no puede haber términos medios.
“Hamas abrió las puertas del infierno sobre Gaza”, declaró en árabe el General Rassan Alyan, Jefe de la COGAT, la unidad de coordinación con Gaza. “Hamas tomó la decisión y pagará el precio por ello”.
El problema es que aunque se obligue a Hamas pagar un alto precio por sus crímenes, el dolor y el sufrimiento en Israel es enorme. Tanto por los cientos de muertos, por la gran cantidad de heridos, por las familias desgarradas con las irrupciones terroristas, la incertidumbre por los civiles y soldados secuestrados como por el hecho que durante muchas horas la población se sintió desamparada, sin que las Fuerzas de Defensa de Israel logren reaccionar con la rapidez necesaria.
Increíblemente, también 18 horas después de comenzado el ataque, aún no se logró limpiar de terroristas a todos los poblados a los que lograron entrar, aunque hay ya cientos de terroristas muertos. Durante todo el día, hubo reportes desde adentro de los refugios, de habitantes que suplicaban se envíe ayuda a salvarlos, susurrando en muchos casos para que los terroristas no los oigan mientras intentaban entrar a las casas.
“Hay muchos muertos y secuestrados”, nos dijo en un mensaje por whatsapp el ex diputado y ex alcalde del Consejo Regional Eshkol Jaim Jelin, que estuvo absolutamente todo el día en el refugio en su casa en el kibutz Beeri, uno de los escenarios más complejos de toda la jornada. “Beeri ya no volverá a ser Beeri. Todo es negro”.
En el Kibutz Ein Hashlosha, varios uruguayos israelíes que allí residen estuvieron encerrados horas y horas en sus refugios , sabiendo que el peligro es inminente porque oían a los terroristas allí mismo. Y en uno de los casos, lograron irrumpir a una casa ladrones palestinos, que entraron a Israel junto a los terroristas, y aunque no tenían armas de fuego ,amenazaron con cuchillos para que les indiquen qué cosas de valor hay y dónde , y por milagro salieron llevándose muchas cosas pero sin matar a nadie. Y en un kibutz vecino, la uruguaya-israelí Janet Cwaigenbaum dijo que “oímos a terroristas dando vueltas por el kibutz en moto”.
Ya muy avanzada la noche, continuaban los enfrentamientos en distintas partes entre terroristas que aún se hallaban dentro de Israel y policías o soldados israelíes.
Gran parte del problema es la dimensión de la sorpresa y la lentitud de la reacción del ejército. No está claro cómo una frontera tan cuidada fue violada con tal facilidad , cómo lograron pasar con motos, vehículos de todo tipo y varias camionetas con numerosos terroristas cada uno, centenares en total. Y cómo es que llevó horas hasta que las tropas lograron entrar a las comunidades bajo control terrorista.
La gran preocupación es que todo esto sea, como dice Hamas, solamente el primer eslabón en un programa de mucho mayor alcance, que continúe con ataques en otros frentes.
A nivel político, un comentario importante. Por más duro que sea el momento que está viviendo Israel, esta situación de crisis deja en evidencia algo alentador. Ante todo, como siempre, son múltiples los ejemplos de voluntariado, de gente que se presenta en los hospitales a donar sangre , entre otras iniciativas. Además queda en claro que cuando el país es atacado, reacciona unido y no hay gobierno y oposición.
Todas las protestas programadas para este sábado de noche, como es tradición desde hace ya 40 semanas, fueron canceladas muy poco después de comenzada la ofensiva terrorista contra Israel. “Ajim Lanéshek”, o sea “Hermanos en armas” una de las organizaciones de protesta,exhortó a todos los reservistas que habían suspendido su servicio voluntario en el ejército como expresión de protesta contra el plan de reforma judicial del gobierno , a volver al servicio para defender al país. Es más, publicaron en las redes llamados a todo aquel que precise transporte a su base y su unidad, a contactarse con ellos para que los trasladen adonde necesiten.
El jefe de la oposición Yair Lapid declaró que está dispuesto a un gobierno de emergencia, para apoyar los esfuerzos de lucha anti terrorista que Israel intensificará.