Este mes de diciembre nos encuentra reunidos en torno a la definición de nuestro programa común de gobierno y con ello el camino que Tabaré Vázquez hubiese querido: caminar en unidad hacia el 2024.
En el Frente Amplio (FA), levantamos hoy las banderas de Tabaré como uno de nuestros principales pilares para ser una oposición efectiva en el presente y para retomar el camino hacia el gobierno nacional en el futuro.
En conmemoración de esta fecha, es apropiado reflexionar sobre su legado, su proyecto político y sus ideas que siguen presentes, y que inspiran el caminar de muchos.
Ante el desafío de 2024, hay que estar más cerca que nunca del legado de Tabaré, un auténtico camino de liderazgo frenteamplista en los ámbitos social, económico, político y personal, convirtiéndose en un referente para aquellos que apostamos por la construcción de encuentros progresistas, tal como él lo hizo.
En el ámbito social, fue un líder que, desde sus primeros días en la gestión de la Intendencia de Montevideo y luego en sus dos presidencias, priorizó la atención de las emergencias sociales por encima de cualquier otra necesidad de política pública. Su mensaje fue y sigue siendo claro: mientras haya un niño sin un vaso de leche, esa será la prioridad por encima de cualquier otra política. Este enfoque de izquierda, popular y con un fuerte compromiso comunitario es parte de su legado, el cual los líderes de izquierda seguimos profundizando en nuestra labor diaria.
Como líder en el ámbito económico, nos dejó un valioso legado en la gestión de la política económica y la innovación productiva. Optó por un camino de responsabilidad fiscal mientras generaba auténticas oportunidades de desarrollo. Fue valiente al implementar políticas de innovación productiva, respaldando instituciones como la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), potenciando el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), y fortaleciendo el comercio exterior a través del Instituto Uruguay XXI. Lo más destacado de su política económica fue la centralidad que dio a los trabajadores, defendiendo los Consejos de Salarios y el salario real de los trabajadores.
En el ámbito político, nos dejó un significativo legado de construcción y acumulación en el Frente Amplio, siempre mirando hacia el futuro. Su capacidad para trabajar en equipo y construir procesos de acumulación política trascendió las fronteras del propio Frente Amplio. Siguiendo su ejemplo, reconocemos la importancia de convocar a encuentros que unan a todos, más allá de las diferencias políticas. Tabaré fue un líder pragmático con fuertes convicciones ideológicas, abogando por el diálogo y la integración, lo que permitió al Frente Amplio alcanzar el gobierno nacional durante tres períodos.
En términos de liderazgo político y social, Tabaré Vázquez nos lega una forma ética de ejercer la política, comprometida con responder a los compromisos con la ciudadanía. En un tiempo donde las barreras ideológicas se levantan, Tabaré, sin renunciar a sus principios, tuvo la valentía de mirar más allá del presente, enfocándose en la construcción hacia el futuro. Su compromiso con los más vulnerables y la transformación de nuestra fuerza política en un partido con capacidad de gestión e innovación programática son parte fundamental de su legado.
Siguiendo tu ejemplo, recordando tu trayectoria, podemos afirmar con esperanza: abrazamos y aceptamos el desafío que se nos viene el 2024. No nos rendimos, Tabaré.