En ocasión de una nueva presentación de cifras de denuncias de delitos informadas por el Ministerio del Interior, realizamos un análisis de las mismas sin el sesgo o discrecionalidad que intentan imprimir desde la cartera, en un burdo intento por disfrazar la realidad. En el análisis, tomamos como base las cifras oficiales.
Nuevamente Heber vuelve a realizar una presentación de los datos sobre delitos de manera antojadiza, burlándose de la gente. La realidad se ha impuesto y ya le es imposible decir que los homicidios vienen bajando, pero ahora para tratar de minimizar la realidad, compara sólo el tercer trimestre de cada año. Si el Ministerio del Interior realmente quisiera mostrarnos una tendencia en el comportamiento de los delitos, debería mostrar series de meses o trimestres corridos, pero no lo hizo.
Si se hubiesen presentado los datos en trimestres corridos, se podría haber visualizado que los trimestres de 2020 y 2021 (mientras se mantuvieron las restricciones de actividades debido a la pandemia), existió una caída en los homicidios, pero a partir de julio de 2021, con la vuelta a clases y el retorno paulatino de las actividades propias post-pandemia, también aumentaron los homicidios, y con una violencia nunca antes vista en nuestro país.
Por otro lado y siguiendo el razonamiento del ministro Heber, si realizamos una comparación estricta con los mismos períodos de tiempo, podemos comparar los 9 meses del año, es decir enero-setiembre. Heber no lo hizo porque queda en evidencia que 2022 es -después de 2018- el peor año de la historia del país (recordemos que 2018 fue el primer año luego del cambio del Código de Proceso Penal en el Uruguay).
Según el Ministerio del Interior, en los primeros 9 meses de 2022 se registraron 283 homicidios, eso es un 32,24% de aumento con respecto a 2021 y solamente un 11,56% por debajo de 2018. Pero, si vemos los años anteriores a la implantación del CPP, tenemos que en 2022 hay un aumento de un 40,8% respecto a 2017, un 36,71% respecto a 2016 y un 27,48% respecto a 2015.
Según las cifras oficiales del Ministerio del Interior van prácticamente 378 homicidios en el año móvil (octubre a octubre), este Gobierno nos ha acostumbrado a tener más de un homicidio por día.
Toda esta información es en base los homicidios publicados por el Ministerio del Interior, recordemos que la FGN tiene algunas diferencias, por ejemplo, en el último pedido de informes que realizamos desde el parlamento respecto a los homicidios del primer semestre de 2022, la FGN informó 4 homicidios más que el MI.
También tenemos que recordar el preocupante incremento significativo de las muertes dudosas, con la particularidad de que esas muertes no son incluidas en las estadísticas oficiales que maneja el Ministerio del Interior. Al cierre de 2021 se registró el récord de 171 muertes dudosas. Pero algo que sorprende más es que en el primer semestre de 2022, la Fiscalía General de la Nación informó de 93 muertes dudosas, mientras que en 2021 habían sido 68. Según el histórico, la cifra de muertes dudosas mantuvo un promedio de 80 por año (período 2014/2019); cifra que tuvo un incremento significativo a partir del año 2020 (159) y 2021 (171), y ahora en los primeros seis meses del año, 93 casos.
Otro hecho que demuestra la falta de rumbo que predomina en el Ministerio del Interior es el cambio de justificaciones para los homicidios. Antes se decía que aumentaban porque se asesinaban entre personas con antecedentes; ahora cambia la justificación y se dice que los homicidios se dan entre las personas que tienen antecedentes y/o ¡anotaciones policiales! Heber creó una nueva clase de personas asesinadas, antes eran los que tenían antecedentes, ahora además los que tienen anotaciones policiales, esto es realmente incalificable de parte de un Ministro de Estado.
El dato suena más a justificar un argumento que salve la información que aportó el presidente en rueda de prensa sobre que el 75% de los homicidios fueron por ajustes entre narcos. Algo que demuestra la falta de profesionalismo a la hora de hacer un análisis serio sobre un tema tan sensible como la causalidad de los homicidios.
Récord de homicidios
Durante mucho tiempo escuchamos a las actuales autoridades referirse al incremento de las muertes violentas con títulos como ese, sin importar las explicaciones que diera el Ministro del Interior en base a los análisis del mismo Observatorio que hoy tanto reivindican.
Lamentablemente, están recibiendo un duro golpe de realidad que los deja expuestos al archivo, sin remedio. Precisamente, quienes proclamaron a viva voz que se compararían consigo mismos no dejan pasar ocasión para hacer lo contrario e incumplir –otra vez- una promesa y compararse con las gestiones frenteamplistas.
No sólo han superado sus propios registros de 2020 y 2021 (con una pandemia que incidió a la baja de todos los delitos, incluidos los homicidios), sino que en lo que va de 2022 han sobrepasado los 314 homicidios ocurridos de enero a octubre de 2019, con 325 homicidios.
Con respecto a los otros delitos que se presentaron el día de ayer, la verdad que desde mi punto de vista, es realmente difícil confiar en algunos valores. En este momento la Fiscalía General de la Nación está investigando una denuncia sobre manipulación de denuncias en el departamento de Durazno también recordemos los audios del ex-coordinador de Maldonado para que no carguen las denuncias al sistema o los dichos del ex-jefe de San José sobre la comunicación de los delitos. Heber ya no puede hablar de casos aislados, son varios y todos involucrados con autoridades en cargos de particular confianza.
Lamentablemente hoy en día, no está claro que las denuncias cargadas al Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) del Ministerio del Interior reflejen lo que está pasando en el Uruguay en materia de seguridad pública. Por eso, nos centramos principalmente en el crimen capital (el homicidio), porque es más difícil de maquillar, aunque con el tema de las muertes dudosas puede haber un problema grave de registro de homicidios en Uruguay.
Hoy en día, cada dos homicidios confirmados, hay una muerte dudosa. Un valor para nada despreciable que debería preocupar al propio Ministerio y ocuparlo en su aclaración.
Durante muchos años nuestro país tuvo un diferencial de peso en la confiabilidad de sus estadísticas oficiales de criminalidad, en base a un sistema de registro que le mereció la más alta calificación otorgada por auditorías internacionales.
Lamentablemente, hoy ese intangible se ha perdido y las cifras oficiales dejan muchas dudas…