En realidad, el fenómeno es conocido desde siempre, pero cuando tenemos pruebas concretas que lo vuelven a demostrar, es importante publicarlas y difundirlas lo más posible. La organización terrorista Hamás no sólo busca dañar siempre que pueda a la población civil israelí, sino que para ello está dispuesto a arriesgar a la población civil palestina en la Franja de Gaza, que gobierna desde junio del 2007.
Podríamos afirmarlo en forma más contundente aún: no es simplemente que está dispuesto a arriesgar a los civiles palestinos, sino que los usa intencionalmente, operando en su seno, para complicar con ello toda posibilidad de Israel de defenderse.
Ahora, en medio de la guerra, todo parece quedar minimizado por el horror que se está viviendo. Y no nos referimos sólo al peor atentado terrorista en la historia de Israel, y al parecer del mundo todo, la invasión desde Gaza el sábado 7 de octubre con las atrocidades tipo ISIS – y peor aún – cometidas por Hamas, sino también al sufrimiento en el que Hamás sume a su propio pueblo al atacar a Israel de esa forma, sabiendo que Israel no tendrá más remedio que responder.
Israel exhortó a la población palestina del norte de Gaza a evacuar sus casas y dirigirse hacia el sur a fin de proteger sus vidas, ya que su intención es intensificar los ataques a las infraestructuras de Hamás que, como es sabido, están emplazadas en medio de los civiles. Prometió, y cumplió, que serían abiertos dos corredores humanitarios por los cuales la población podría movilizarse hacia el sur para estar a salvo. Dicho sea de paso, la propaganda de Hamás mintió al publicar un video de varios coches circulando por una carretera y verse una explosión, alegando que Israel había atacado un convoy de civiles que huían. Eso no es cierto. Hubo una explosión puntual, no está claro si fue Hamás que atacó para luego usar la imagen de modo distorsionado o si en uno de los automóviles había una carga explosiva que estalló. En este caso —que es especulación nuestra sobre las posibilidades— se trataría de terroristas mezclados entre los civiles. La explicación exacta no está confirmada, pero sí se sabe que no fue un ataque israelí.
Además, Hamás trató por todas las vías de convencer a la gente que Israel hace guerra sicológica y que no es necesario irse al sur. Al no lograrlo, colocó barricadas en los caminos para impedir el tráfico. Hay una grabación de una conversación telefónica de un oficial israelí con un palestino de Yebalia quien dice que Hamás los frena, les quita la cédula de identidad y las llaves del auto y no los deja moverse.
Afortunadamente, hasta el domingo de noche ya se habían ido cerca de 600.000 palestinos hacia la zona más segura.
De más está decir que hay allí mucho sufrimiento, aunque queden con vida. Pero hay que entender la responsabilidad de Hamás que siempre utilizó a sus civiles como escudos humanos.
Pero precisamente, por haber llegado a este punto dramático, vale la pena recordar que esto no ha comenzado ahora.
A lo largo de los años, la Inteligencia militar israelí recabó claras pruebas del hecho que los terroristas de Hamás instalan túneles, depósitos de armas y cohetes y fundiciones para fabricar cohetes, muy cerca de instalaciones civiles. El primer riesgo siempre fue que en alguno de esos sitios haya una explosión por algún problema técnico, y junto con los cohetes o los terroristas que los manejaban, vuelen civiles. El segundo es que en medio de un enfrentamiento en el que Hamás, como siempre, dispara cohetes hacia Israel, estaba claro que el ejército israelí tendría tomar medidas hacia las fuentes de los disparos, los almacenamientos de cohetes o los túneles que sirven a los terroristas, y que, al hacerlo, dañen también a civiles.
Israel siempre trata de maniobrar de modo que se minimice el riesgo a la población civil pero, como es sabido, es casi imposible impedirlo totalmente. Evidentemente, la alternativa sería esperar que Israel no tome absolutamente ninguna medida para reducir la amenaza a su población, lo cual no se pediría a ningún país que se tiene que defender.
Son numerosos los ejemplos concretos que Israel recabó a lo largo de los años, todo documentado con imágenes. En un caso, un túnel debajo de una escuela católica y otra debajo de una escuela de UNRWA [la agencia de la ONU para los refugiados palestinos], que es utilizada como refugio para los civiles en situaciones de emergencia. Allí también había un centro de ambulancias.
Otro: una fábrica de cohetes, muy cerca del hospital Shifa de Gaza. El lugar está siempre muy concurrido, como suele suceder en una instalación civil de esta entidad. Una explosión aquí sería letal y podría matar a cientos de personas.
Recordamos aún los disparos de cohetes desde la entrada del hospital Shifa de Gaza hacia Israel en el 2014. Lo denunció una corresponsal de la televisión finlandesa en su momento. Se lo puede hallar fácilmente en Youtube escribiendo por ejemplo “Finnish television from Shifa hospital” o algo similar.
Para colmo, tal como indica el secreto por todos conocido, cuando estalla una guerra e Israel ataca las infraestructuras de Hamás, el liderazgo de Hamás se esconde en el sótano del hospital Shifa, estimando que allí Israel no atacará.
Sigamos con los ejemplos:
- Un túnel muy cerca de una fábrica de Pepsi que empleaba al menos en su momento a 200 personas, y a una escuela de UNRWA.
- Un túnel que comenzaba junto a una escuela, un centro deportivo y a la mezquita Shahid Fatehi Ashkeloni. Israel sabía que el dueño de la residencia en cuya superficie se abre el túnel era Amer Awni Awad Muhasein. La escuela en cuestión, llamada Gamal Abdel Nasser, tenía en ese momento 20 aulas, ubicada a 60 metros de la entrada del túnel. También esta escuela, como otras, es usada como refugio en tiempos de emergencias.
- Entrada a una red de túneles muy cerca de la Universidad Islámica de Gaza y de una clínica médica.
Por esto, y mucho más, por las atrocidades tipo ISIS y nazis cometidas el último sábado 7 de octubre, la responsabilidad por el sufrimiento palestino de hoy, que es indudablemente muy grande, es de Hamás, de la organización que tomó a su propio pueblo de rehén para implementar su agenda de odio contra la existencia misma de Israel.