Desde el año pasado, el peso argentino viene en caída libre. La situación es aprovechada por los ciudadanos de países vecinos como Uruguay y Chile que cruzan en sus autos para comprar algunos productos de farmacia, ropa y calzado, alimentos, combustible y todo aquello que les resulte más económico y cómodo de transportar.
La distorsión de precios en Argentina no es nueva. Ahora bien, este año la inflación se aceleró (abril 8,4%, interanual 108,8%)¹ al mismo tiempo que el flujo de personas que hacen largas filas para ingresar al país. En este sentido, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou tomó cartas en el asunto rápidamente y anunció un paquete de medidas² (reducciones de impuestos) para desalentar la compra de los uruguayos en Argentina.
Imagínense que, de continuar esta tendencia, los comercios de las ciudades fronterizas como Paysandú, por nombrar una, se verían seriamente perjudicados por una competencia desleal. Un dumping producido por la asimetría cambiaria entre ambos países. Hoy la brecha es de 5 a 1 y podría extenderse dada la escasez de reservas que tiene el Banco Central (BCRA).
Otra mirada sobre este fenómeno es que no se limita a lo económico. Hay miles de uruguayos que se han mudado a Entre Ríos.³ Siguen trabajando en Uruguay, pero viven en Argentina para aprovechar la ventaja cambiaria. Días atrás, hablaba con un colega radicado en Concordia (ciudad limítrofe con Salto) y él me contaba que allí se vive un boom inmobiliario sin precedentes. No hay propiedades disponibles para alquilar por la gran demanda de los uruguayos.
O sea, lentamente, se está dando un movimiento migratorio que va cambiando el tejido social y económico local.
¿Y a la inversa? Miles de argentinos nos mudamos a Uruguay.4 En 2022 se tramitaron más de 7.000 residencias, según la Cancillería y Dirección Nacional de Migraciones. Como vemos, con sus variantes, la cosa es de ida y vuelta.
¿Será algo temporal o permanente? El suceso aparenta estar atado estrictamente a la coyuntura económica. Sin embargo, en caso de que se prolongue la crisis en Argentina, es muy probable que la ola inmigratoria continúe creciendo en ambos sentidos.
En cualquier caso, no debería ser novedad, ya que el Mercosur fue creado como proceso de integración regional. El tema es que, en los más de 30 años que lleva el bloque económico, los sudamericanos no nos hemos mezclado tanto. Salvo Venezuela, por razones de público conocimiento, que tiene más de 1.3 millones de inmigrantes repartidos en todo el mundo, según la ONU.
Si le preguntamos hoy a un argentino adónde emigraría en búsqueda de una mejor calidad de vida, es probable que nos diga: “España”. Hacemos lo propio con un colombiano, un chileno o un mexicano y quizá, preferirían emigrar a los Estados Unidos.
El debate se abre con el siguiente interrogante: ¿A qué nos referimos cuando hablamos de mejor “calidad de vida”? Según quién juzgue su situación actual, elegirá su mejor destino.
1. Índice de precios al consumidor del Indec. Abril de 2023.
2. Las medidas del Poder Ejecutivo uruguayo están disponibles en este enlace.
3. Nota del portal Infobae sobre uruguayos que se fueron a vivir a Argentina.
4. Los números de los argentinos residentes en Uruguay crecieron tras la pandemia.