Por más sentido opositor que uno tenga, siempre tiene voluntad, necesidad, de escribir algo positivo sobre el país. Vivo aquí, mis amigos me preguntan desde el exterior, vinieron a visitarnos mis nietos que viven en el exterior, con sus madres y estuvieron dos semanas. Es una necesidad.
Y me puse a buscar, a hurgar en la prensa, en la prensa más oficialista posible, escrita, televisiva, radial, todo lo que pude.
Un buen dato. Se inauguró un puente sobre el río Cebollatí, reclamado hace tiempo por los habitantes de La Charqueada y Cebollatí y por sus respectivos departamentos, Rocha y Treinta y Tres. Es sin duda una buena noticia.
El servicio del cruce del río se hacía con barcazas a motor. Ahora se podrá realizar en todo tipo de vehículos automotores a través de un puente insumergible de 192 metros de largo que forma parte de la ruta 91. Además se rehabilitó la ruta 91, mejorando radios de giro, y se construyó una rotonda en el empalme con la ruta 17. Se amplió la faja de dominio público y se pavimentaron 7,4 kilómetros de ruta y 700 metros entre puente y accesos.
Los asistentes a la inauguración, en un empuje de euforia gritaron: “Vivan los blancos”. Es que últimamente no tienen muchas oportunidades de proferir esos gritos, sobre todo si miran los informativos de la televisión, que nadie puede tildar de opositores, cuando ven declarando a sus representantes, en el gobierno, en el Senado, en Diputados, y mienten despiadadamente cuando los fiscales, los jueces y el Tribunal de lo Contencioso y Administrativo tienen a estudio diversas causas que involucra a los “blancos” en toda su extensión.
A mí me gusta gritar “Viva el Uruguay”, no solo cuando ganan los pibes de la sub 20 de fútbol o salimos vice campeones del mundo en la sub 20 de rugby, y en cada oportunidad que se presenta. Pero está realmente difícil.
Por razones sociales, económicas, policiales, políticas, hogareñas, judiciales y administrativas. Ta bravo.
Mirado desde el exterior, un capo capo, al más alto nivel, con mansión de 1.500 metros cuadrados, 80 armas automáticas de última generación, con 12 guardias, un cuadro de fútbol en Santa Cruz de la Sierra Bolivia, un tal Sebastían Marset, que anda libre por el mundo cometiendo fechorías, enviando toneladas de droga a Europa, se escapa “casualmente” por unos pocos minutos de un cerco policial. Y ese señor, famoso en Paraguay, Uruguay, Colombia, ahora en Bolivia, y en el mundo groso de la droga, está libre por un pasaporte entregado “generosa e ingenuamente” por las autoridades uruguayas en Dubai, donde estaba prisionero por ingresar con un pasaporte falso paraguayo. Su calaña era ampliamente conocida por la policía y la justicia uruguaya. Ya nadie puede negarlo. Veremos que declaran los ministros indagados en la causa. Y eso sale al mundo y rebota hacia nuestro país.
El Tribunal de lo Contencioso Administrativo, que nadie puede acusar de formar parte de la oposición, resolvió hace pocos días que dos senadores del Frente Amplio están plenamente habilitados a presentar una denuncia sobre un contrato de entrega del puerto por 60 años a los belgas de Katoen Natie. Y ahora entraremos en el fondo del asunto, como sortearon el pronunciamiento del directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP), como lo exige la Ley de Puertos para la mayor entrega de la soberanía que se recuerde y registre en la historia nacional. A los gritadores y a los fanáticos los invito que me den un solo ejemplo de otro acto de un gobierno uruguayo que haya entregado la soberanía nacional, es decir el puerto de Montevideo a una empresa extranjera, nada menos que por 60 años.
Esa misma empresa extranjera que le factura a la Terminal Cuenca del Plata (TCP) a través de una empresa 100 por ciento de los belgas, los servicios de las grúas. ¿Normal? No, como en TCP los belgas tienen el 80% de las acciones y ANP el 20%, con este simpático sistema de servicios ellos se quedan con todas las ganancias de un servicio clave en el puerto, las grúas pórtico. Que inteligente y astutos estos belgas. Y esta realidad se conoce en todos los puertos del mundo, es una anécdota más de cómo operan y como nos jopean a los uruguayos. Y que vivan los blancos. Porque de esta opereta y sus beneficios solo son responsables los blancos; ni los colorados, ni los cabildantes, para no hablar de lo del Partido Independiente, tienen nada que ver, solo callan. Solo los blancos son los responsables.
Una senadora blanca, Graciela Bianchi, en su última embestida bestial la emprendió —y además mintiendo de forma descarada— contra el Partido Socialista Obrero Español. Causó un lio diplomático importante, pero más allá de los desmentidos formales, el presidente de la República le reafirmó su consideración y respeto. Los bestias son necesarios para mantener el fuego sagrado contra los opositores. El episodio se conoció ampliamente aquí y en el exterior. El apoyo fue solo de los blancos a una blanca.
Y ahora vamos a territorio salado, con el servicio o el pésimo servicio de agua corriente de OSE al 60% de la población metropolitana. En todo el proceso que nos llevó a esta situación no hay un solo acierto y tiene que ver nada menos que con el agua potable, bebible, imprescindible.
Desde octubre del 2022 hay emergencia hídrica para el campo, desde hace 6 meses que se anuncia que habrá falta de lluvias en la zona sur del país, ergo en la cuenca del Santa Lucía. No se hizo nada hasta que las reservas llegaron a menos del 10% de la represa de Paso Severino. ¡10%!
De allí en adelante una chambonada detrás de la otra. La planta que debía llegar de los EE.UU. en uno de los aviones recién incorporados a la Fuerza Aérea —que por otra parte sirve para muy poco porque no es una desalinizadora— llegó casi dos meses más tarde. Hace más de un mes que están construyendo represa y entubado desde el río San José y seguimos esperando. Mientras tanto se apeló a subvencionar el agua embotellada (sustituta de la Coca Cola según la vicepresidente de OSE, Susana Montanera, colorada ella). Lo cierto es que el impacto de esta situación es múltiple. Para los más débiles económica y socialmente es mucho peor, pero por ejemplo en mi casa la cañería se está rompiendo todos los días un poco más. Arreglamos un trozo y se rompe en otro lado. Vivan los blancos.
La compra de armamento para las Fuerzas Armadas es una lotería. Uno de los Hércules C 130, que no participó en una sola operación para apagar incendios, ahora estará varios meses en Portugal para que Embraer lo ponga a funcionar. ¿En tan poco tiempo ya necesitaron un servicio tan importante? Las dos naves de patrulla oceánica, que cuestan la friolera de 92 millones de dólares, fueron compradas a un astillero especializado en barcos pesqueros…No construye navíos militares. Que siempre vivan los blancos.
Podríamos seguir. Casa de Galicia tuvo que esperar un gobierno blanco para fundirse, hacer un simulacro de remate, donde no participaron ni los españoles ni las grandes mutualistas “espontáneamente”, y todo fue a manos del Círculo Católico. ¿Qué le hace un pecado más al pobre tigre, si ASSE presidida por un dirigente del Círculo, le compra servicios a granel al viejo sanatorio de Casa de Galicia y contrata ambulancias sin licitación a una empresa de proveduría marítima, cuya experiencia en este tipo de servicio es nula?
Podríamos seguir casi indefinidamente, con el affaire Astesiano, que parece no tener fin, pero por lo poco que se sabe hay casi de todo. Negociados, licitaciones, vigilancias ilegales, venta de pasaportes (ya convertida en una epidemia), y sobre todo involucrando a la cúpula policial desde el edificio del gobierno. Y nadie sabía nada de Astesiano a pesar de dos décadas al servicio de los blancos. Vivan los blancos.
Desde que murió Jorge Larrañaga dejaron de hacerse cargo de la inseguridad, y sobre todo los asesinatos en el mundo de la droga crece sin parar. Lo que tuvieron que hacer fue reponer a un buen policía, Herodes Ruiz, como jefe de Maldonado. Ellos lo habían echado…
Lo peor no solo los hechos que son incuestionables, lo más grave es que hay una parte de la población que ha sido vacunada, no contra el Covid-19, sino contra la decencia, y aceptan, vivan, y apoyan la mayor cantidad de inmoralidades que se recuerde en un gobierno. Y la gran defensa, es que otros hicieron lo mismo. No es cierto; lo dice alguien que criticó cuando había que criticar a otros gobiernos, pero este gobierno superó todos los récord y quiere “paraguayisar” el Uruguay y que la corrupción sea lo más normal del mundo. Y vivan los blancos.