Hay una frase simplona pero muy famosa:  noticia es cuando el dueño muerde al perro y nunca a la inversa, porque es lo más normal del mundo. La noticia es lo excepcional. Esto vendría muy bien recordarlo en Uruguay de fines del 2010.

La noticia que merece todos los titulares es que la mitad de una asamblea de algo más de mil bancarios decidieron profundizar las medidas de lucha en los bancos oficiales; que ADEOM amenazó con ocupar los lugares de trabajo si le aplican lo que establece una norma bastante elemental: si no se cumple el servicio esencial te suspenden y, que los anestesistas no quieren trabajar en el sector público si nos les pagan por lo menos el doble de 112 mil pesos mensuales. Y esto por ahora.

 En el Uruguay de fines del 2010 luego de una conferencia de 50 minutos donde el Vicepresidente de la República Danilo Astori brindó un amplio y fundamentado panorama de las orientaciones y estrategias del gobierno en los aspectos fundamentales de la vida nacional, los dueños mordisquearon al perro preguntando e insistiendo sobre las ocupaciones de las empresas privadas. Y no hay ni una, repito, ni una sóla empresa privada ocupada desde hace meses. Pero el asunto es morder al perro. Y los diarios y los informativos titulan con el perro. Pobre animal.

Casi no es noticia, un recuadrito y pronto, que el país creció 8.9% este año y será el segundo país con mayor nivel de crecimiento de toda la región, que según la CEPAL Uruguay es el que redujo de forma más significativa la pobreza, pasando del 14.4% al 10.8%, que la desocupación está en su nivel más bajo de toda la historia, que el presupuesto que se está aprobando incluye aumentos de gastos en seguridad, en vivienda, en educación, en infraestructura de forma prioritaria y por 1.200 millones de dólares.

Otros recuadritos y afuera con el aumento de la nota al país por parte de esos implacables guardianes de la situación ajena que son las calificadoras de riesgo, aunque no son para nada rigurosas con sus escandalosos errores. La lista sería interminable, incluyendo los bancos que se fundieron y nos fundieron en Uruguay del 2002.

Y queda para una simple crónica de las costumbres que este año los shopping aumentaron las ventas en un 14%-18%, que se batieron todos los record de venta de electrodomésticos, autos, motos, ropa de mujer, hombres y niños. Le recomiendo hacer un pedido a alguna cadena de supermercados para comprobar que se le terminaron cosas elementales, como algunas bebidas gaseosas. Todo milagroso y sin ninguna relación con el estado del país, el nivel del poder adquisitivo de las familias. Todo casualidad.

Tampoco interesa mucho que nuestro país tiene la democracia más desarrollada y por lejos de toda la región y muy bien posicionada en el mundo, o que la inversión extranjera y nacional sigue creciendo, que los depósitos en los bancos alcanzó el record histórico superando los 18.000 millones de dólares a pesar de invalorable aporte de los conductores del actual conflicto bancario que le hicieron perder 308 millones de dólares de depósitos al BROU y ganar a los bancos privados. Aquí le muerden la mano al amo que les da de comer y les paga 15 sueldos...al año. ¿O son 16?

Y la lista sería interminable. Esa es la normalidad uruguaya, la que casi no merece atención, la mordida que ocupa los titulares y que pretende dar imagen de caos es ADEOM, AEBU Banca Oficial, la SAQ, los controladores de vuelo y por ahora creo que ningún otro más. Casualmente todos los sectores que muerden fuerte y distorsionan son los más postergados, los que ganan salarios de hambre, los más desinteresados y altruistas servidores del prójimo.

Si se analiza la plataforma de los mordedores de turno se verá que sus objetivos son realmente estratégicos, de fondo, con un alto contenido social y nacional. Las cumbres de la generosidad oriental. Aún con sus diferencias.

No es una casualidad, los preguntadores sobre las ocupaciones que no existen, hace algunos años se interrogaban sobre si sus empresas iban a sobrevivir, si podrían pagar los salarios a fin de mes, y como afrontar el endeudamiento bancario y del otro. Y los bancarios se preguntaban sobre cuantos quedarían en la calle. Los bancarios oficiales nunca, ellos mansos esperando, que alguien detuviera el desbarranque del BROU acumulado durante muchas décadas. Pero ladraban  poco y no mordían nada.

Los médicos ganaban sueldos de miseria, algo más de 4.000 pesos en salud pública, ahora los multiplicaron por 4 y está muy bien, los anestesistas - círculo cerrado y regulado por un sacrosanto colegio privado en cuanto al número de especialistas que se pueden graduar cada año – temblaban por las mutualistas al borde de la quiebra y sus adeudos acumulados y ADEOM a pesar de la crisis se interrogaba sobre que nueva ventaja podía obtener del resto de los montevideanos. La mitad de los pequeños y medianos productores estaban endeudados hasta el cuello y el 14% de los uruguayos no encontraban trabajo ni a sol ni a sombra y muchos otros ni siquiera salían a buscarlo. De esto hace muy pocos años, no es historia antigua.

Más de un millón de uruguayos ni siquiera se preguntaban, sabían perfectamente que eran pobres y no llegarían a fin de mes, mientras que 140 mil no les daba ni siquiera para comer y menos para preguntarse. Las fiestas de fin de año eran un vago recuerdo. Hace sólo seis años...

Esa era la normalidad acumulada de muchos gobiernos “exitosos” y “previsores” blancos y colorados que aplicaban modelos implacables de manejo macroeconómico, y políticas anticíclicas y ahorraban en los tiempos de bonanza para gastar en los tiempos de crisis... Recordarlo mete miedo.

Los feroces mordedores de hoy deberían recordar estas circunstancias. Como sufren de amnesia me asalta la tentación de desearles que venga un buen gobierno del pasado, para que les haga recordar la realidad, cuando los salarios perdían capacidad de compra todos los meses y los presupuestos del estado eran de miseria para todos, maestros, profesores, policías, médicos, funcionarios, etc etc etc. Y ellos, los otros gobiernos no perdían un conflicto.

Tengo confianza que la mayoría, la gran mayoría de la sociedad uruguaya tenga en definitiva buena memoria, solo eso, un mínimo de memoria. Los mordedores ya están encontrando en el gobierno un perro cada día más duro de roer. Pero ellos insisten.

Algunos reculan en chancletas mostrando los dientes, otros avanzan hacia el precipicio de nuevas amenazas enarbolando la sacrosanta bandera del combate a los traslados en los bancos a más de cinco metros del escritorio y los terceros entienden el juramento hipocrático como una vaga y muy elástica opinión.

El resto de los uruguayos tranquilos y exigentes. No mordemos al perro, tampoco lo acariciamos mucho para que no se duerma en los laureles y seguimos trabajando y exigiendo para que mejore la educación, la seguridad pública, la calidad del empleo, la protección ambiental y el goce más pleno e insaciable de la libertad y la democracia. Y que los desnorteados ladren a la luna. Total hoy hay eclipse.