Malas noticias

Si usted es un turista uruguayo o del exterior y tiene la suerte de leer los titulares de algunos medios de prensa escritos, algunos diarios de la capital y de la otra capital, la de enfrente, seguramente antes de viajar al Este uruguayo contratará un seguro muy completo o directamente abandonará su proyecto. Por suerte nadie le da mayor importancia a la caterva de malas noticias diarias.

Cuesta creer que se logre una colección de titulares sobre la inseguridad, la baja del poder adquisitivo de los argentinos, y problemas de todo tipo dignos de un safari a la parte más salvaje el mundo, donde acechan todo tipo de peligros. Después llegan las páginas interiores y la farándula de la que hay que vivir y entonces la cosa cambia, todo es glamour, fotos de felices veraneantes con colores tostados y despliegue de tentaciones mundanas. Pero antes hay que pasar por las temibles tapas y las páginas policiales y políticas.

¿Los atentos lectores han logrado comparar la importancia que se le dieron a los robos en las casas de importantes empresarios y la captura de los responsables en el balneario Shangrilá con 14 relojes Rolex y 30 mil dólares y varios anillos valiosos? Nada parecido a 3 millones y medio de euros en joyas, no declaradas al entrar y luego relativizados sus valores, pero de todas maneras la captura de los responsables casi pasó desapercibida.

No hubo en estos 20 días de la temporada agresiones, y el número de rapiñas y de robos disminuyó en relación a años anteriores, en una zona que siempre tiene un alto nivel de seguridad.

Lo mismo se puede de decir en Rocha: ¿Cuántos leyeron que la banda que robaba casas en La Paloma y otros balnearios del departamento fue capturada y sus responsables pasados a la justicia y procesados? ¿Descuidos, casualidades informativas?

Obviamente la prensa de la vecina orilla, desinteresadamente destaca en primera página los robos e ignora totalmente las capturas. Es que ellos están desacostumbrados a esas cosas...

Ni que hablar a la hora de comenzar a llorar sobre la temporada. Es un lamento constante, permanente, incontenible. Algunas inmobiliarias lloran porque los dueños de viviendas alquilan directamente, otros porque faltan argentinos. Si se recorren los balnearios del Este los argentinos, brasileros, paraguayos, cruceristas, de todos los idiomas y sobre todo los uruguayos se ven por todos lados. Pero tengo la impresión de que es muy posible que la media de los visitantes gaste menos, o elija donde consumir también por los precios. Es que algunos se han malacostumbrado.

También tengo la impresión de que sobre todo en Maldonado la cultura del turismo ha penetrado profundamente en toda la sociedad, a todos los niveles. La gente es más cordial, más amistosa, más atenta con los turistas. Así me lo han comentado varios visitantes uruguayos y extranjeros, y ese es un capital enorme.

Las bellezas naturales, la infraestructura impresionante que ha construido el país a todos los niveles y cada día más extendida y con mayor cobertura territorial, la programación a nivel nacional de actividades de todo tipo, artísticas, culturales, deportivas y las capacidades de su gente en la calidad de los servicios es un atractivo que vence fácilmente a los pájaros del mal agüero.

PD. Otro atractivo turístico debe ser sin duda las constantes convocatorias al parlamento, anuncios-amenazas de interpelación a los más diversos ministros de parte de la oposición por los motivos más trascendentes. Debe llamarles la atención la sobriedad en las declaraciones y el discurso del Presidente José Mujica en su viaje a Venezuela, convocando a la unidad nacional, a la defensa de la institucionalidad y de la paz, la presencia de representaciones de 22 países en Caracas y la velocidad y ferocidad de una oposición que cada día suma un nuevo ridículo en su alocada carrera hacia el fracaso.