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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Los tres paquetitos y el paquetazo

El Presidente Mujica declaró en una entrevista radial para el noticiero de Sarandí que iba a dejar "tres paquetitos atados" para el próximo gobierno y mencionó a la planta regasificadora, la reestructura ferroviaria y el puerto de aguas profundas.

01.05.2013 11:01

Lectura: 5'

2013-05-01T11:01:00-03:00
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La elección de los temas que hizo Mujica no es trivial, se trata de tres emprendimientos de importante relieve para el futuro estratégico de nuestro país. La planta regasificadora es una respuesta ineludible a nuestras dificultades energéticas; el puerto de aguas profundas es una apuesta muy fuerte al posicionamiento de nuestro país en el marco del comercio marítimo internacional y en el conjunto de nuestra región y la reactivación de nuestra red ferroviaria es un objetivo de primer orden en la perspectiva del sostenimiento del crecimiento económico del país.

Tres iniciativas de mayor dimensión en una perspectiva de pensar al país en el mediano y largo plazo.
Sin embargo, cabe mencionar que los tres emprendimientos han sido señalados como necesarios e imprescindibles desde hace ya mucho tiempo.

Perdimos mucho tiempo en la búsqueda de un acuerdo con Argentina para la construcción de una planta regasificadora en común. Una de las tantas situaciones en las que el gobierno del vecino país nos destrató. Ahora recién se avanza en la dirección correcta, mediante la opción propia que habrá de darnos un alivio pero, sobre todo una alternativa mucho más independiente de las que disponemos actualmente en materia de provisión de energía.

Ni hablemos de la reestructura ferroviaria. Todavía está pendiente y lo poco o nada que se ha hecho demuestra una apabullante incapacidad de decisión y gestión. La necesidad de contar con un medio de transporte ferroviario en las actuales condiciones de desarrollo de nuestro país es indiscutible; pero tan evidente como su necesidad es la incapacidad absoluta que ha predominado en los ámbitos de gobierno con respecto a este tema.

Finalmente, el puerto de aguas profundas es una opción de altísima importancia, sin embargo su concreción aparece lejana en el horizonte en la medida que su viabilidad depende de un desarrollo modular en el que su primera pieza está vinculada a la concreción de los emprendimientos mineros que aún están en "veremos".

En síntesis, como bien dijo el Presidente, le deja al próximo gobierno los "paquetitos atados" porque, lamentablemente, no va a dejar ninguna de esas obras culminadas o cercanas a su finalización.
Llama la atención que el Presidente, además, refiera ya a sus legados para el próximo período, cuando aún no han transcurrido dos tercios de su mandato. Parecería una afirmación propia de quien ya ha completado su gestión y no espera poder avanzar más en sus resultados. De hecho, esa es una sensación bastante generalizada en nuestra sociedad, parece como que este gobierno ya dio lo que podía dar, y es poco lo que se puede esperar en lo que resta de tiempo.

No en balde, el Vicepresidente Danilo Astori dijo, hace ya un tiempo, ante una asamblea de su sector político que había que trabajar para terminar lo mejor posible este período de gobierno. Toda una señal más propia del tramo final de un período de gobierno.

Por último, lamentamos mucho que entre los "paquetitos atados" que promete dejar el Presidente, no figure la transformación de la educación, que es el principal asunto pendiente de este país. Más bien, lo que ocurrió en este período de gobierno es que "nos han empaquetado" a todos con la continuidad de un terrible proceso de deterioro y decaimiento de la educación de nuestros niños y jóvenes.

En efecto, la situación de la educación, lejos de comenzar un proceso de reversión de su profunda y grave crisis, se encuentra en su peor momento. El Presidente comenzó su período de gobierno anunciando que ese sería su principal objetivo, sin embargo cuando hace un rápido registro de su legado, aquella prioridad brilla por su ausencia.

Es que el gobierno ha aceptado quedar, él sí, "atado de pies y manos" ante el bloqueo e inmovilismo de las corporaciones educativas. En este caso, el "paquete bien atado" lo dejan los actores corporativos de la enseñanza ante la inacción de un gobierno que no quiso enfrentar los bloqueos ni quebrar las inercias generadas por sectores aferrados a un poder de veto tremendamente perverso y dañino.

Lo que nos queda también, entonces, pendiente es casi la misma agenda que el país tenía por delante en el debate de la campaña electoral de 2009. En las elecciones de 2014, que están a la vuelta de la esquina, volveremos a discutir y debatir en torno a las mismas prioridades que estaban planteadas cinco años atrás, nada más que con cinco años más de retraso y, por tanto, con mayor urgencia y dificultades.

Educación, seguridad, reforma del Estado, desafíos de infraestructura y logística, relación con Argentina seguirán ocupando los primeros lugares de prioridad para que el próximo gobierno resuelva. Ahora, en todo caso, se le agregó la salud cuya crisis se vuelve cada vez más evidente y visible.

Y este no es un paquetito, es un pesado paquetazo que nos deja el gobierno que, a esta altura, ya se percibe como un gobierno saliente.