Desde hace varios años sigo con atención el papel de las nuevas tecnologías en la política, en particular Internet que representa el soporte por el que se expande en forma exponencial todo el sistema y he llegado a una conclusión tecnológica: la red es opositora por naturaleza, es básicamente un contrapoder.
Internet es la red de redes. Antes de Facebook y de Twitter era también opositora, lo mismo sucede con los teléfonos celulares. No me estoy refiriendo a los contenidos, sino a la propia tecnología: es subversiva.
Fueron redes de SMS la que derrotaron al Partido Popular en las elecciones en España luego del atentado del 11 de marzo del 2004 en la estación de Atocha. El poder quiso manipular a la gente con informaciones que lo favorecían y la gente – utilizando básicamente los celulares – auto convocándose a manifestar en las ciudades de todo el país, desbarató la maniobra y le propinó una dura derrota electoral y política al partido de la derecha española. ¿Lo recuerdan?
Ahora en Egipto – por si quedaba alguna duda del papel de las nuevas tecnologías – el régimen de Mubarak cortó el acceso nacional a Internet porque los millones de manifestantes utilizaban esas herramientas para convocarse, para informarse, para pasar consignas y humores, para organizar la protesta.
Durante las protestas en Irán en junio del 2009 contra el fraude electoral de parte del poder, el arma más temida por el gobierno de Teherán fueron los celulares y las redes que hacían circular las imágenes de la represión y las declaraciones del candidato opositor Husein Musavi en todo el país y en el exterior.
Aquí en Uruguay, en la izquierda uruguaya las redes que utilizan también las TICS para comunicarse tuvieron su explosión imaginativa y su baño de multitudes en la campaña electoral del 2009 y lo hicieron por fuera de las estructuras del Frente Amplio, se podría decir que incluso fue en fuerte tensión y contradicción con esa estructura. Las redes son básicamente de “alternativa”, cuando se oficializan o se integran pierden su principal atractivo y su lógica.
¿El poder utiliza las redes? Se podría decir que la campaña de Barak Obama utilizó las TICS como su principal medio de comunicación y movilización. Pero en ese momento Obama era la “alternativa” a Bush, a las guerras que libraban los Estados Unidos en Irak y en Afganistán, era un afro disputando por primera vez en la historia la presidencia de los Estados Unidos. Ahora que el sistema se ha tragado totalmente a Obama ya no es atractivo para la red. La red necesita en sus diversos matices o diferencias la lucha o la contradicción con el poder.
¿El poder utiliza la red? Hace esfuerzos permanentes y tiene potentes instrumentos en todo el mundo, pero no hay duda que la propia definición y estructura del concepto de la “red” es alternativo, es diferente, es opositor al poder.
El principio básico de la red, de que cada uno armado con su teléfono celular o su computadora, o con ambos combinados, es un receptor pero es además un emisor de comunicación múltiple y masiva y esto cambia las reglas del juego tradicional. El sistema de los poderosos era controlar muy pocos emisores que manejaban a multitudes de receptores impotentes de tener un papel activo, se hizo trizas.
Ahora un madrileño enojado por las mentiras del ministro del interior ante un atentado terrorista tiene en sus manos un arma incontrolable para enfrentarse al poder. Tiene voz, tiene imágenes, tiene sonido y puede sumergirse en la red y pelearle de igual a igual al poder.
La protesta callejera, las multitudes en revuelta disponen de un arma organizativa y logística imponente. Los jóvenes egipcios que llenaban la plaza Tharir en el Cairo y se enfrentaron a las bandas pro Mubarak, al otro día organizaron el abastecimiento de camiones de rocas y piedras, la distribución de los grupos principales de manifestantes a través de las redes. No es sólo convocatoria, es organización y logística lo que circula. Y es contra el poder. Antes las comunicaciones eran monopolizadas por la policía, los militares, ahora todos llevamos parte de la red en el bolsillo o en nuestras casas.
Las redes son anti poder en Egipto, en Túnez, en Irán pero también lo son en Cuba, en China. Y el poder las considera como tales en todos lados.
El poder arremete contra las redes y las potencia. Al poder de cualquier tipo le cuesta, no logra comprender plenamente el funcionamiento de la red, no como tecnología sino como lógica, como mecanismo que desafía al propio poder.
Los poderes se basan en que en algún punto ellos manejan algún mecanismo de forma exclusiva, excluyente, las redes se basan exactamente en todo lo contrario: la democratización absoluta del poder en su forma más básica: la comunicación.
Las redes tienen genéticamente, en su ADN la confrontación con el poder, con algún poder y son su alternativa. Si las redes llegaran al poder, dejan inmediatamente de ser redes, cruzarían la frontera. Las redes son la anarquía organizada, que resisten el centro, como concepto y como operativa. Y sin centro no hay poder.
El principio de Internet inventado y creado por las fuerzas armadas de los Estados Unidos era crear una herramienta de comunicación en caso de una guerra nuclear para que pudiera funcionar incluso si se destruía el centro de mando, se llamaba ARPA NET. Qué paradoja...