El mes que termina fue, como todos los años, un buen momento para que todos los partidos y sus diferentes sectores definan su horizonte político y preparen sus objetivos y actividades para el año que comienza.

En los tres partidos mayoritarios se observó con particular claridad que la cercanía de las próximas elecciones comienza a jugar un papel de creciente importancia. Realineamientos, lanzamientos, sondeos, perfilamientos, renuncias, reafirmaciones son las acciones que han dominado la agenda política de este verano.

En particular, los tres partidos mayoritarios orientan sus definiciones a la búsqueda de su mejor estrategia de cara a llegar al gobierno en 2014. Es cada vez más claro que, por un lado en el partido de gobierno las crecientes y visibles diferencias programáticas entre sus sectores deben acompasarse al objetivo obvio de retener el gobierno. Decía un viejo dirigente de uno de los partidos tradicionales: "el olor al poder es el pegamento más potente en un partido político".

Por otra parte, los viejos partidos tradicionales buscan marcar sus diferencias al tiempo que renuevan sus manifestaciones de fe "fusionista" dejando cada vez más claro ante la opinión pública que son un bloque político, tan heterogéneo y variopinto como el Frente Amplio, pero que está dispuesto a dejar de lado sus notorias y profundas diferencias por el objetivo de recuperar el gobierno.

Así las cosas, por un lado el Frente Amplio va a buscar retener el gobierno por un tercer mandato, mientras que blancos y colorados intentarán desplazar a aquellos del gobierno. Los blancos reafirmando su segundo lugar para disputar la segunda vuelta con el Frente Amplio y los colorados buscando desplazar a los blancos del segundo puesto para sustituirlos en la disputa de la segunda vuelta.

En este panorama, ¿cuál es el lugar y la responsabilidad de un partido que, como el Partido Independiente, se encuentra lejos de la disputa presidencial y ajeno a la integración de cualquiera de los dos grandes bloques? Puede que muchos digan: ¡ninguno, déjense de embromar y súmense a uno de los dos bloques políticos que dividen al país!

Sin embargo, hace muchos años que decidimos que no sería así. Porque, además, la responsabilidad del Partido Independiente es, de cara al período 2015-2020, más importante que nunca. El país precisa un partido capaz de proponer un proyecto político con independencia y dispuesto a exigir su cumplimiento para brindar la gobernabilidad al futuro gobierno.

Cada encuesta y todos los principales análisis políticos indican que en las elecciones de 2014 habrá de desaparecer el tiempo de las mayorías absolutas. El que gane las elecciones deberá hacerlo en segunda vuelta y sin contar con mayorías propias en el Parlamento.

Basta mirar el promedio de los datos de todas las encuestas más recientes para sacar esa conclusión: el Frente Amplio con su mejor candidato en el entorno del 44%, los blancos alrededor del 23%, los colorados en la mejor hipótesis en el entorno del 20% y los independientes en el entorno del 5% y alrededor de un 10% de indecisos.

Así las cosas, el Partido Independiente tendrá una responsabilidad fundamental. Será decisivo para la conformación de mayorías de gobierno y deberá ser la garantía de la gobernabilidad.

La elaboración de su programa asume, entonces, una importancia crucial porque será el libreto que los independientes exigirán al nuevo gobierno que asumirá en un período de particular importancia para consolidar un proceso de crecimiento que permita dar un salto cualitativo definitivo para colocar al país en el Siglo XXI.

Por ello el gran tema del PI en 2013 es la concreción de un programa de gobierno que de respuesta a los grandes desafíos del país.

En los primeros días de marzo técnicos y dirigentes del PI comenzaremos a trabajar en el diseño de un programa serio, profundo y responsable que será nuestra carta de presentación y nuestra propuesta para dar la gobernabilidad al nuevo gobierno.

En tal sentido, la transformación profunda y urgente de la educación, un proyecto de recuperación de la integración social fundado en políticas sociales verdaderamente promocionales, una política orientada a apoyar con efectividad el desarrollo productivo, junto a un esfuerzo firme y consolidado de construcción de la infraestructura que acompañe ese crecimiento en una atmósfera de recuperación de la seguridad pública y delineando una política exterior abierta al mundo y defensora de los principios del derecho internacional, son algunos de los lineamientos que los independientes impulsaremos en la elaboración de nuestro programa 2015.

Esa es la tarea crucial y sustantiva que será la responsabilidad central del Partido Independiente para el 2013.