Contenido creado por Gastón Fernández Castro
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La persecución sindical

La persecución sindical

09.11.2010

Lectura: 6'

2010-11-09T11:08:58-03:00
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Una asamblea del sector banca oficial de AEBU resolvió el pasado jueves 4 de noviembre promover ante el Consejo Central de AEBU la expulsión de los directivos de los bancos oficiales afiliados al sindicato. En particular de Fernando Calloia presidente del BROU y Mario Bergara del Banco Central. Es un hecho muy grave, como elemento concreto y como señal.

No me importa el grado de amistad o de afinidad que tengo con esos dos compañeros, por otro lado en esa asamblea seguramente tengo muchos amigos y compañeros con los que compartimos militancia y momentos complejos y difíciles. Tengo además con AEBU como gremio, una particular consideración, porque conocí de cerca el extraordinario papel que jugó durante el momento más difícil para el país y para el sistema bancario. Con Juan José Ramos a la cabeza.

Pero no se puede vivir siempre de glorias del pasado, también hay que afrontar los hechos del presente. ¿Qué sucedería si esa mentalidad, porque es eso, una forma general de ver las relaciones sociales y entre compañeros, primara en todo el movimiento sindical? ¿Si los gremios pidieran la expulsión de los muchos compañeros y compañeras que ocupan cargos importantes en este gobierno si no se alinean exacta y devotamente con las posiciones de sus sindicatos?

Esa visión primitiva, primaria  no tiene en cuanta en absoluto otra cosa que los reclamos sindicales puntuales, que no le importa el impulso y el valor de contar con dirigentes surgidos de la experiencia sindical en el gobierno, como parte importante del proyecto nacional y progresista. Es una negación de las mejores tradiciones del movimiento de los trabajadores organizados en el Uruguay, de su visión estratégica y política, de su capacidad de articular la independencia del gobierno y sin embargo sus múltiples y fundamentales aportes al proceso de cambios.

Si esa corriente de pensamiento primara en un sector de la izquierda – donde sea – en el movimiento político, sindical, en la cultura, la enseñanza sería un cambio total de la historia y la tradición y de nuestra mejor historia. Sería parte de la mala, de la peor historia.

No hay justificativo, ni argumentación puntual, ni referencia a la disciplina sindical o a las obligaciones sectoriales que puedan justificar y explicar una decisión de ese nivel de gravedad. Es la máxima expresión del peor corporativismo y no del buen sindicalismo uruguayo. Se expulsa a los traidores, a los que niegan su condición de compromiso con el progreso y la izquierda, mientras que en este caso es el uso del poder administrativo - del peor de los poderes - para resolver las diferencias.

La situación más grave en el BROU, ese banco que estaba casi el borde de la quiebra, o mejor dicho técnicamente fundido y que la actual dirección encabezada por Fernando Calloia lo transformó radicalmente. El V Congreso del Frente Amplio afirmó: “El gobierno del Frente Amplio logró que el BROU que se encontraba en una situación crítica recuperara su capital y su solidez financiera” ¿quién lo hizo? ¿fue un milagro?

Para tener una idea de la importancia que hoy tiene el BROU digamos que en el mes de setiembre del 2010 los créditos al sector no financiero, es decir al sector productivo y de consumo de los bancos oficiales alcanzaron a 4 mil setecientos millones de dólares en tanto que el de todos los bancos privados fueron de 4 mil millones. Y el corazón de todo esto es el BROU.

De este conflicto en el BROU hay algunas preguntas obligadas ¿hay un sector de AEBU o en algún otro lado, que quiere codirigir el banco, incluyendo el manejo del personal y los traslados dentro del propio banco?

Mario Vergara fue y es una figura clave en la conducción económica nacional durante el anterior gobierno y desde el Banco Central. Da tranquilidad, confianza y seguridades para el funcionamiento del sistema financiero y de la economía. Tiene además una larga trayectoria gremial.

Mientras el gobierno progresista aprobó una ley contra todo tipo de persecución sindical, ahora tendrá que preocuparse de que no haya otro tipo de persecución de algunos sectores sindicales.

Hay otro detalle que me alarma y profundamente. En los cinco años del gobierno anterior las negociaciones sobre cualquier tema relacionado con el sistema bancario, en especial el oficial, siempre tuvo como interlocutor al Ministerio de Economía y Finanzas. En ninguna negociación con los bancos oficiales intervino el Ministerio de Trabajo, con un ministro del más alto nivel del MPP, como Eduardo Bonomi. Ahora parece ser que el criterio cambió.

En el período anterior se hicieron los cambios, algunos complejos y dolorosos, se resolvieron situaciones como la Caja Bancaria, como la redistribución del personal, la transformación del Banco Hipotecario o como la quiebra de COFAC y todas culminaron bien. Y los resultados están a la vista.

Terminaron bien para el país, para la marcha del gobierno y de la economía, para los bancos y para AEBU, pues la estabilidad del sistema bancario es clave también para el sindicato.

La duda sobre el origen de estos cambios y una cada día mayor “operación” de parte de ciertos operadores del gobierno para introducirse en áreas claves y muy delicadas es notoria y visible. Y si creen que estoy especulando les recomiendo leer el artículo de tapa del diario El Observador de la semana pasada. Es toda una pinturita totalmente “desinteresada”.

Cuidado, que algunas desprolijidades y detalles manejados por el diablo se pueden soportar, pero cuando lo que se tocan son resortes fundamentales de la economía y la credibilidad de los mensajes, cuando se toquetean ciertas cosas vitales para la marcha del país, luego no hay retroceso.

Si el gobierno no actúa compacto en estas situaciones, la cosa se viene muy pero muy brava, porque se alienta lo peor y en el corazón nada menos del sistema bancario. Ah, y además con la “sutileza” de frenar el clearing, es decir comprometer la cadena de pagos y además con la pretensión de que ni siquiera le descuenten los salarios. Vamos mal, estamos avanzando a buen paso hacia el precipicio y hay gente dispuesta en varios lados a dar un paso al frente. Márquez dixit (me refiero al contralmirante...)

Algunos van a tener que definir en algún momento si están dentro o fuera del gobierno, porque se preocupan de que tres senadores no acompañen en el senado con su voto un proyecto de ley puntual, pero ellos juegan fuera del gobierno con constancia y casi sin límite.