Gran Hermano o Gran relajo

No estoy a favor de la censura en ninguna de sus formas, pero tampoco del relajo y el descontrol. Hago este acto de constricción porque en nuestro país siempre hay que poner las manos adelante ante la ola de los convertidos. Te atropellan.

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) de Argentina decidió iniciar un sumario a Telefe que puede concluir con sanciones, por la exhibición de una escena de alto contenido erótico durante la emisión del reality "Gran Hermano".

No importan quiénes fueron los protagonistas, lo cierto que exactamente lo mismo lo pasa Canal 4 Montecarlo y aquí nadie dice una palabra, ni siquiera se levanta un murmullo. Debemos estar o ser súper liberales.

Si alguien quiere en el Uruguay alquilar un canal o varios canales porno, o películas porno, no tiene ningún problema. Lo puede hacer en total libertad. Lo que no se debería poder es contrabandear pornografía en programas de otro tipo.

Gran Hermano es un fenómeno que me resulta difícil de comprender y asimilar. Lo he intentado, pero me aburre de tal manera, me resulta tan reiterativo y superficial, que no logro verlo más que algunos minutos. No critico siquiera a las decenas de miles de uruguayos que miran por la cerradura de esa casa argentina. Es su elección de cómo utilizar su tiempo libre.

Una cosa bien diferente es que, para llamar la atención, por desesperación, por snobismo, por lo que sea, los participantes y la producción decidan incorporar escenas de otro tipo. Ya estamos en otro territorio, en otra zona de la responsabilidad de los medios y del Estado.

Canal 4 tiene todo el derecho a pasar ese material y el Estado, la sociedad representada por los organismos públicos, tiene todo el derecho y yo diría la obligación de hacerle un sumario y analizar cuántas normas fueron avasalladas y atropelladas y qué establece la ley en esos casos.

Pasito a pasito, miradita a miradita, podemos iniciar un camino que no es el de la libertad más absoluta sino el de la degradación total.

Si en la Argentina, donde no se caracterizan por la sutileza en las producciones de ciertos materiales de la televisión, están estudiando el tema, nosotros tendríamos que dar alguna señal. Una.

Pero es enero, es posible que las autoridades competentes (¿INAU, URSEC?) no se hayan enterado de la emisión ni de la noticia del otro lado del río y todos esperen que termine la feria judicial. No lo sé.

Lo cierto es que me indignan ciertas sorderas y cegueras.
Y las promesas no son muy halagüeñas, porque en el texto de los medios de prensa se anuncia que una participante promete perder su virginidad en Gran Hermano.

Dentro de poco habrá que cambiarle el nombre por Gran Relajo. Total, el rating lo justifica todo y algunos duermen la siesta.