Según cifras manejadas por su presidente Fernando Calloia, el BROU aumentó su patrimonio en 200% en los últimos cinco años, alcanzará un patrimonio de US$ 1.000 millones y seguramente llegue a los US$ 250 millones de utilidades operativas. Los datos coinciden con la sensación, instalada en las últimas semanas, de que Tabaré Vázquez cerrará su gestión a toda orquesta, con un 80% de popularidad, incluyendo al 63% de los votantes opositores.
Con mayoría parlamentaria y sin las urgencias sociales y financieras del 2005, José Mujica podrá apurar una serie de reformas que el país se debe. Con respecto a la del Estado, al menos, el sucesor de Vázquez se adelanta a señalar que seguramente genere tensiones en el 2010. Mujica espera que "no flaqueé la voluntad política para impulsar los cambios que día a día necesita el aparato del Estado". Por ahora, sigue lanzando globos sonda para auscultar el panorama que le espera a partir del 1º de marzo.
En su audición radial previa a la Navidad, les mandó a COFE la agenda a discutir en los próximos meses haciendo como que se preguntaba: "¿Tendremos que separar de la gestión la dirección política? No lo sabemos. ¿Tendremos que tener indicadores de gestión para medir políticas de incentivos? Estamos convencidos (de) que sí, porque hay que medir. ¿Cómo deberían ser los ingresos y ascensos?... ¿Se necesita fiscalización independiente de los concursos?... ¿Las remuneraciones deben estar acordes con el mundo privado?" Nadie podrá decir que no avisó con tiempo.
Pero como tiene que ir una de cal y una de arena, también tomó distancia del modelo neocelandés, que estableció el fin de los privilegios de los funcionarios públicos al someterlo al mismo régimen que el resto de los trabajadores. Mujica dijo que tal modelo no era aplicable porque incluía soluciones propias de "la cultura anglosajona".
En una visita realizada a Chile el año pasado, el ex primer ministro de Nueva Zelandia, Mike Moore, se refirió a algunas de esas peculiaridades. "No consultamos a los gobiernos locales para eliminar subsidios o subir impuestos, sino que simplemente aplicamos las reformas en manera despiadada". Moore recordaba cómo eliminaron el fuerte subsidio que recibían los criadores de oveja, una medida impopular pero que permitió subir enormemente la producción. Algo similar ocurrió con la educación, cuya liberalización hizo posible que, en pocos años, Nueva Zelanda ofrezca servicios educativos de primer nivel al resto del mundo.
Pero la marcha atrás de Mujica no tiene que ver con la cultura anglosajona sino con una cuestión de realismo político: la inamovilidad de los funcionarios públicos. Sin inamovilidad, no hay modelo neocelandés y con inamovilidad, legal o de facto, no habrá reforma del Estado. Mientras Vázquez se despide de la presidencia a toda orquesta, Mujica prepara las reformas que su antecesor le dejó en el tintero. El camino parece aún demasiado incierto.
Acerca de los comentarios
Hemos reformulado nuestra manera de mostrar comentarios, agregando tecnología de forma de que cada lector pueda decidir qué comentarios se le mostrarán en base a la valoración que tengan estos por parte de la comunidad. AMPLIAREsto es para poder mejorar el intercambio entre los usuarios y que sea un lugar que respete las normas de convivencia.
A su vez, habilitamos la casilla [email protected], para que los lectores puedan reportar comentarios que consideren fuera de lugar y que rompan las normas de convivencia.
Si querés leerlo hacé clic aquí[+]