Lo que está sucediendo con la planta regasificadora no me cierra, me falta algo... Y lo encontré en la fuente de toda la información, en Google. Me refiero a la cada vez más compleja situación entre el gigante franco-belga Gaz de France-Suez y el proyecto de Puntas de Santiago.
Dos preguntas me atormentan: ¿Quiere realmente el consorcio GNLF formado por Gaz de France - Suez y la japonesa Murubeni continuar con las obras de la planta regasificadora? ¿Y en qué condiciones? ¿Qué hay detrás de todo este atormentado proceso?
El Financial Times publicó un artículo el pasado 26 de febrero firmado por su periodista Michael Stothard desde París en el que afirma: "GDF Suez golpeada por caída del precio del petróleo y el clima cálido"
"Las ganancias de GDF Suez cayeron el año pasado en medio de la caída de los precios del petróleo, el clima inusualmente cálido en Europa y los precios bajos de la electricidad, lo que llevó al grupo a anunciar medidas de reestructuración a corto plazo"
"La segunda mayor empresa del mundo, dijo que la reciente caída de los precios de petróleo y gas tuvo un ‘impacto significativo en el negocio en el corto plazo´, y agregó que se estableció una caída de € 900 millones de euros en las ganancias para el 2015".
Como resultado, el grupo energético francés ha decidido crear un "plan de rápida respuesta operativa" además de sus inversiones existentes el plan 2015 se centró en las reducciones selectivas en el gasto operativo.
"Hemos medido el impacto de la reciente caída de los precios del petróleo y el gas y hemos implementado rápidamente un plan de reacción operativa", dijo Gérard Mestrallet, presidente ejecutivo.
"La compañía reportó el jueves una caída del 6,6 por ciento en los ingresos de € 74.7bn. Las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización cayeron un 6,7 por ciento a € 12.1bn y el ingreso neto recurrente se redujo un 9,4 por ciento a € 3.1bn". Hasta aquí el artículo del Financial Times indica que el grupo se orientará hacia otros mercados emergentes.
Luego de ganar la licitación en Uruguay para la construcción de la planta regasificadora el grupo franco belga salió a la búsqueda de un grupo que se hiciera cargo de la financiación, de allí la incorporación de la japonesa Marubeni y la formación del consorcio GNLF.
De allí en adelante las cosas fueron de mal en peor. O en realidad fueron el resultado de un plan estructurado para diversas alternativas, todas favorables a Gaz de France-Suez.
El 20 de marzo se conoció que el consorcio GNLS formado por la franco belga Gaz de France- Suez y la japonesa Marubeni rompió el contrato y expulsó de las obras a la constructora brasilera OAS. Era un contrato estrictamente entre privados. GNLS se apropió de inmediato de los 110 millones de dólares que OAS tenía depositados como garantía del cumplimiento de las obras civiles de los muelles, de toda la infraestructura para el atraque de los buques gaseros que transportan el gas licuado a muy bajas temperaturas y del barco que funciona como una planta fija y que transforma el gas líquido en gas para el uso industrial, comercial y familiar. Esos 110 millones de dólares de la garantía eran un reaseguro y una lotería ganada por GNLF.
Lo que está claro es que todo este proceso terminará en la justicia internacional y uruguaya. Aquí y en cualquier lugar del mundo 110 millones, son 110 millones de dólares, también está claro que las contradicciones son entre dos empresas privadas y que la ruptura nada tiene que ver con los problemas que afronta OAS en Brasil. Es todo bien doméstico... o en realidad tiene que ver con la estrategia mundial de Gaz de France-Suez, "el plan de rápida respuesta operativa" y en "El plan 2015 de reducciones selectivas en el gasto operativo" que reporta el Financial Times.
Agregaba la misma nota del Financial Times: "Sr. Mestrallet está intentando mover GDF Suez en mercados de alto crecimiento, como América Latina y el Oriente Medio, cambiando el foco lejos de Europa".
¿Cómo compaginar los diferentes aspectos, las crecientes dificultades en el proyecto de la planta regasificadora, el desplazamiento del foco de Gaz de France-Suez hacia los mercados emergentes y en particular hacia América Latina y el plan de reordenamiento de los gastos? Muy simple, hay un solo factor que los une: plata, aumentar las ganancias.
Las obras totales y la construcción de un barco especial que ya está en fase de desarrollo en los astilleros coreanos, tiene un costo de 1.125 millones de dólares. Eso es lo que debería gastar el consorcio GNLS en los próximos meses como garantía de fiel cumplimiento de ese contrato tiene depositados 100 millones de dólares. El contrato por estas obras está firmado entre GNLS y Gas Sayago (90 % propiedad de UTE y 10 % de ANCAP).
De acuerdo al contrato vigente cuando GNLS entregue las obras y comience a operar la planta regasificadora durante 15 años, el Estado uruguayo a través de Gas Sayago deberá abonar 14 millones de dólares mensuales que servirán para pagar el costo de las obras, los costos operativos del proceso industrial y las ganancias del consorcio. Aparte naturalmente, de pagar la carga de los buques gaseros.
La capacidad instalada total será de 10 millones de M3 de gas diario. Para tener elementos comparativos, actualmente Uruguay utiliza 300.000 metros cúbicos de gas por día que importa totalmente desde Argentina por un contrato que tiene vigencia hasta el mes de abril del 2016.
¿Qué haremos con el enorme sobrante de gas producido por la planta regasificadora? Pregunta básica y elemental. Esa capacidad total de 10 millones diarios de producción no es obligatoria, puede regularse, lo que no puede regularse es el pago de los 14 millones de dólares mensuales a la empresa GNSL.
Los planes son que UTE, cuando se complete la ampliación de su central de generación de ciclo combinado (que podrá producir con gas o con gas oil) de Punta del Tigre departamento de San José y pase de sus actuales 300 MW a los 840 MW podrá utilizar alrededor de 4 millones de M3 de gas. Las obras de ampliación y adecuación a ciclo combinado cuya licitación ganó la coreana Hyundai tienen un atraso de 11 meses y hay fuertes y sólidos rumores que la empresa quiere rediscutir el contrato... No para bajar su costo, por cierto.
De todas maneras nos quedaría un excedente de 5 millones de M3 diarios de gas si la planta funciona a pleno. Las posibilidades son tres. Una, es que con la construcción del gasoducto de 17 kilómetros que está culminando OAS por cuenta de Punta de Sayago -y que conecta la planta regasificadora al existente gasoducto Cruz del Sur que une Punta Lara (Argentina) con las proximidades de Montevideo- permitirá exportarle gas a nuestros vecinos que tienen un déficit energético importante. Es una posibilidad pero con la parte del mango del cuchillo del lado del gobierno argentino, aunque la necesidad tiene cara de hereje.
La otra posibilidad es exportar energía eléctrica generada por el conjunto del sistema nacional, incluyendo las represas hidroeléctricas, la producción de fuentes renovables (eólica, solar y biomasa) y por las plantas termoeléctricas a Brasil. Tenemos un pequeño problema, la línea de conexión y el transformador de ciclo de 50 a 60 ciclos en San Carlos, llega hasta el sur de Brasil, pero no hay una línea de alta tensión (500 MW) que nos conecte por ejemplo hasta Porto Alegre u otras grandes zonas consumidoras del sur de Brasil.
El tercer elemento a tener en cuenta es que con una sobreabundancia de energía Uruguay modificaría radicalmente su dependencia histórica y crónica, y podría utilizar esa energía a nivel nacional, con energía barata para el riego (solo el 7 % del área cultivable tiene riego artificial), para las actuales industrias y sobre todo para industrias de uso intensivo de energía que podrían instalarse en Uruguay. El proyecto de extracción del hierro al 48 % de tenor, llevándolo a través de un proceso de enriquecimiento al 70 % y su eventual utilización industrial está mucho más que en alto mar. Casi no se ve.
Esta descripción con sus variantes y en forma dispersa o agrupada apareció en varios medios de prensa en los últimos días y muchos uruguayos nos hemos transformado en especialistas en temas energéticos, pero... y aquí viene el pero: ¿estamos seguros que Gaz de France quiere seguir con las obras de Punta de Sayago y sobre todo, en qué condiciones?
Rompió un contrato con OAS básicamente argumentando diferencias en las características de las obras en el río y reclamando un cambio de los costos que debían aumentar en más de 400 millones de dólares. Es decir que una obra inicialmente calculada en 465 millones pasaría a costar más de 865 millones de dólares. Exigirle a una empresa ese cambio de costos que debían ser absorbidos enteramente por los brasileros parece difícil de tragar. Y más difícil de tragar es que GNLS (franceses y japoneses) estén dispuestos a absorber ese aumento de los costos generales de la obra que pasaría de 1.125 millones a más de 1.500 millones de dólares. ¿Y entonces, quién pagará esa diferencia?
En el momento de la licitación y cuando ya se habían seleccionado solo a 4 consorcios por parte de Gas Sayago, la valoración de las autoridades fue la siguiente: Gaz de France - Suez (Franco belga (1) 76 % del puntaje, Enagás (España) 48 %, Samsung (Corea del Sur) 48 % y Höegh (Noruega) 24 %".
(1) Hasta ese momento, Gaz de France-Suez se había presentado sola, luego se asoció con los japoneses de Marubeni, en particular para reforzar o cubrir los aspectos financieros.
¿Alguien puede creer con seriedad y fundamento que GNLS absorberá los más de 400 millones de dólares que le reclamaba a OAS para continuar con el contrato o que otra constructora seleccionada por el consorcio franco-belga y japonés se hará cargo de esos nuevos costos, sobre todo a la luz de las informaciones proporcionadas por Financial Times?
Lo que es casi seguro es que a breve plazo GNLS se despache con un nuevo cálculo de los costos generales de la obra, con ese y posiblemente otros aumentos, antes de comenzar las etapas fundamentales crecerían el 40 % y natural y generosamente exigiría que la cuota mensual que debe pagar Gas Sayago aumente en una proporción similar. Es decir que básicamente pase de sus 14 millones de dólares actuales a una cifra bastante mayor, entre 18 a 20 millones de dólares mensuales.
GNLS cobró los 110 millones de la garantía de OAS y está en buenas condiciones para intentar negociar un aumento de los costos de las obras de la planta regasificadora sin apuro. No pasará mucho tiempo para que se devele el misterio y las cifras definitivas.
Pero algunos elementos ya pueden considerarse. Cuando OAS decidió enviar al seguro de paro a 150 trabajadores de su plantilla de 700 empleados asegurando el pago de la diferencia entre sus haberes normales y lo que reciben en el seguro, los trabajadores del SUNCA le reclamaron a GNLS que les diera garantía de que serían retomados en sus labores. GNLS no aceptó esa posibilidad.
¿Si de todas maneras se contratará otra empresa constructora para seguir las obras civiles y es de esperar que ese proceso esté bastante avanzado, incluso ya se menciona que el acuerdo con la belga Dredging International ya está firmado, sería hasta lógico que por algunos cientos de miles de dólares se asegurara la continuidad del personal? La posición de GNLS fue irreductible.
Es que GNLS no quiere estar presionada en sus negociaciones con el estado uruguayo, por las garantías acordadas con el sindicato sobre la absorción del personal por parte de la nueva empresa que debería hacerse cargo de las obras. Quiere las manos libres para todas las opciones.
A partir del mes de junio de este año si las obras no están terminadas, Gas Sayago pasará a cobrar 475.000 dólares diarios por cada día de retraso hasta los 100 millones de dólares depositados en garantía por GNLS. Pero ese riesgo y esa multa ya están cubiertos por la garantía que GNLS se cobró de los brasileros...
Las dudas principales hoy son sobre los tiempos para la culminación de las obras de la planta regasificadora y sobre todo su costo final que se concentra en la actitud que adoptará Gaz de France-Suez, una empresa conocida en Uruguay, porque durante 10 años fue la operadora de la Compañía del Gas que vendieron en el año 2005, luego de una gestión muy cuestionada. En este país donde se discute todo, los cuestionamientos cayeron desde todos lados, eran prácticamente unánimes. Por los usuarios por la baja calidad del servicio, las altas tarifas y sobre todo por el pésimo estado de las instalaciones subterráneas, las inversiones comprometidas no se cumplieron. Por los trabajadores y en general por el sector empresarial que no utilizó el gas como combustible principal.
El estado de las instalaciones de distribución de gas al finalizar la gestión de Gaz de France era realmente deplorable en la ciudad de Montevideo, y se perdía el 40 % del combustible por las diversas fallas y pérdidas.
Se fueron en el 2005 y regresaron de la mano del proyecto de la planta regasificadora. ¿Los antecedentes locales no cuentan a la hora de analizar las propuestas? ¿Cuánto pesan sus pérdidas actuales en sus principales mercados de Europa para ensañarse en la negociación con Uruguay?
En los próximos días tendremos que estar muy atentos a la evolución o peor aún a la involución de la situación de un proyecto estratégico para el país. Estratégico por muchos elementos, también por sus costos.
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