Esta propuesta busca dar respuesta a aquellos deudores que han sufrido un sustancial incremento de su deuda, debido al significativo aumento de la unidad reajustable en los últimos años. Alrededor de veinte mil familias uruguayas se encuentran en esta situación y enfrentan un permanente incremento del valor de su préstamo que va perdiendo relación con el valor del inmueble que están adquiriendo como consecuencia directa del ritmo de incremento de la unidad reajustable.
La diferencia de valor entre la UR y la UI entre marzo de 2005 y diciembre de 2011 ha alcanzado al 35%, es decir que la brecha entre la UR y la UI se ha ido incrementando generando una injusta diferencia en el tratamiento de aquellos deudores más antiguos, que debieron tomar sus préstamos en UR porque esa era la moneda en la que el BHU ofrecía sus préstamos, y los deudores más recientes que pudieron tomar sus préstamos en UI.
El planteo que formulamos consiste en otorgar a todos aquellos deudores del BHU en UR que sean buenos pagadores, la opción de pasar su préstamo a UI. En tal sentido, se recalculará el saldo del préstamo descontando la diferencia que se generó entre ambas unidades de valor durante los seis años considerados.
Luego, sobre la base del nuevo monto, se redefinirá el valor de las cuotas y estas se reajustarán, a partir de esa fecha, en función de la evolución de la UI.
Para confirmar que esta es una propuesta seria y viable, los fondos para financiar este beneficio serán tomados de una deuda que el BHU mantiene con el Ministerio de Economía y Finanzas desde su reestructura. Se aplicarán los fondos equivalentes a dicha deuda para financiar las rebajas propuestas a los deudores. De este modo, el patrimonio del BHU no sufrirá ningún deterioro y la pérdida será imputada a cuenta del crédito a favor del Ministerio de Economía y Finanzas.
En síntesis, se busca dar respuesta a alrededor de veinte mil familias que han sufrido una afectación excesiva debido a factores ajenos a su voluntad. Por otra parte, se ha elegido beneficiar a aquellos que han cumplido en forma estricta con sus obligaciones pagando las cuotas en forma estricta.
Ofrecer este beneficio a aquellos que sean buenos pagadores es, a nuestro juicio, una señal importante en un país que no suele premiar a los que cumplen, sino que más bien, tiende a favorecer a los que dejan crecer sus deudas.
Además de la justicia que contiene la propuesta concreta, se ha optado por limitar este beneficio a los buenos pagadores porque hace mucho tiempo que en este país la mayor parte de los beneficios están dirigidos a quienes están endeudados, a quienes se encuentran en situación de riesgo o a quienes han dejado de cumplir sus obligaciones ofreciéndoles diversos tipos de franquicias, amnistías, descuentos o, simplemente, dejando de lado los controles para determinar si los beneficiarios cumplen con las contrapartidas establecidas como requisito para el acceso al beneficio.
Por el contrario, las personas y familias que han cumplido en forma permanente con sus contratos y obligaciones, los que están al día y hacen sacrificios para honrar sus compromisos adquiridos, casi nunca son reconocidos ni beneficiados en función de dicho comportamiento. Justamente, parecería que, como siempre pagan, no hay por qué beneficiarlos.
Pues bien, esta propuesta del Partido Independiente busca reivindicar la importancia de valorar y premiar a los que cumplen y honran sus compromisos. Es parte de la necesaria recreación de una ética pública, en donde el esfuerzo, el mérito y el cumplimiento de las obligaciones sean valorados y promovidos desde las decisiones públicas.