En la mitología popular los lobos son vistos con miedo, como una amenaza que debe ser desterrada. Es una herencia propia de un tiempo pasado donde adentrarse en los parajes silvestres constituía un riesgo. Pero desde la aparición de escopetas y otras armas, los humanos se han dedicado a dispararles apenas asomaban el hocico, y lo han hecho con tanta eficiencia que lo que antes era uno de los mamíferos con una de las mayores distribuciones (presente en Europa, Asia y Norteamérica), padece de una drástica reducción. Se ha extinguido en buena parte de Europa, apenas sobreviviendo en algunas zonas, sigue presente en Asia, y está muy acotado en Norteamérica.
En España, la variedad conocida como “lobo ibérico” está amenazada. Y como en otros sitios se lo acusa de dañar la ganadería. Sin embargo, a medida que aumenta el conocimiento ecológico sobre el papel de los lobos, el panorama comenzó a cambiar radicalmente.
La desaparición de los lobos ibéricos fue muy mala para la fauna nativa. El lobo era un excelente regulador del jabalí, incluso con resultados superiores a la tarea de los cazadores. También limitaba el crecimiento de las poblaciones de venado, y con ello, se acotaba su pastoreo en ciertas zonas permitiendo que se recuperara la flora y la fauna que ella cobijaba. Pero sorprendentemente, también era un mal negocio para los ganaderos, exactamente lo contrario a lo que decían sus mitos. Los lobos cuando depredaban sobre el ganado sobre todo lo hacían sobre animales enfermos, y con ello detenían la propagación de enfermedades.
Mucho más impactantes fueron los detallados estudios del regreso de los lobos al emblemático parque de Yellowstone en Estados Unidos. Su presencia significó detener la diseminación de coyotes y por otro lado limitó el número de alces. Y desde allí se desencadenaron todo tipo de efectos. Al haber menos coyotes, sus presas lograron aumentar sus poblaciones, favoreciendo sobre todo a zorros y roedores, y éstos a su vez impacta en que sucede con ciertos frutos del bosque. Paralelamente, a medida que los alces se retiraron de los sitios donde estaban más expuestos y redujeron su número, el descenso de la presión de esos grandes herbívoros permitió que retornara una riquísima flora, incluyendo plantas bajas y enseguida arbustos. Eso a su vez promovió el regreso de la fauna que aprovecha ese tipo de ambientes. Entre ellos resucitaron los castores, y con ellos aumentaron los diques y lagos que construyen, favoreciendo peces, aves, anfibios, y así sucesivamente. De allí surgió el slogan utilizado para explicar todo esto: los lobos terminan cambiando los ríos.
Extrañar a los lobos no es sólo una metáfora para reivindicar a animales inteligentes, parte el patrimonio ecológico planetario, sino para dejar en claro la necesidad de llevar adelante tareas de restauración de la naturaleza en nuestros países. En Uruguay hay algunas medidas incipientes en esa línea que deben ser valoradas, como la reintroducción de pecaríes.
Ojalá eso sirva de ejemplo para esfuerzos más importantes y sostenidos, como el regreso de los venados de campo como parte de un programa para recuperar nuestras praderas naturales – pero naturales en serio, lo que quiere decir sin presencia de ganado europeo.
Por ahora, las medidas de restauración ecológica son una de las grandes ausencias en las estrategias para conservar la naturaleza uruguaya.
Más información:
Un excelente video resume algunos de los efectos de reintroducir los lobos en el Parque Yellowstone (con subtítulos en español), se puede ver en:
https://www.youtube.com/watch?v=ysa5OBhXz-Q
Más información de ese caso en: Wolf Reintroduction Changes Ecosystem, en My Yellowstone Park, 2011, https://www.yellowstonepark.com/things-to-do/wolf-reintroduction-changes-ecosystem
Un análisis desde España en: Matar lobos, destruye los ecosistemas, por A.M. Sánchez, en Es la Ecología, Estúpido, 13 marzo 2016, en: https://blogs.publico.es/fernando-prieto/2016/03/13/matar-lobos-destruye-los-ecosistemas/
Sobre la liberación de pecaríes en Uruguay: A un año de su liberación, los pecarías ya se adaptaron y tienen cría, Eco Uruguay, 14 julio 2018, http://ecos.la/UY/8/ciencia_tecnologia/2018/07/14/25081/a-un-ano-de-su-liberacion-los-pecaries-ya-se-adaptaron-y-tienen-cria/
La foto es de un lobo europeo (David Ebener, DPA).