Estamos a días del plazo máximo para presentar las listas de 23 jugadores. Uruguay presentó una lista con 26 y debe confirmar a tres goleros y 20 jugadores de cancha, a lo sumo el lunes próximo.
No hay lesionados y no espero mayores sorpresas. Como todos, tengo mi idea de qué tres jugadores serán desafectados, pero me parece prudente no decirlo.
Se agregaron a los entrenamientos Suárez, Cavani y Godín, con lo que los 26 citados estarán disponibles.
También se jugó la final de la Copa de Europa con el triunfo de Real Madrid sobre Liverpool, con lo que se terminaron todos los compromisos previos al Mundial de los jugadores seleccionados con sus clubes. Hubo dos lesionados importantes que están en riesgo de perderse el Campeonato Mundial: el egipcio Salah y el español Carbajal.
Hay una intensa actividad en entrenamientos y partidos amistosos con intervención de los 32 países clasificados. De momento lo más importante es la lesión de Salah que amenaza su presencia, por lo menos en el debut de Egipto contra Uruguay.
Me pareció muy interesante ver el partido entre Real Madrid y Liverpool, sobre todo para ver, una vez más, a Salah.
Liverpool, desde el comienzo, se lanzó al ataque neto, desarrollándose durante mucho tiempo, todo el juego en cancha del Real Madrid.
La costumbre de ganar
El ataque del Liverpool era impresionante. Tres delanteros netos muy peligrosos, veloces, incisivos, pasándose la pelota rápidamente a pesar de que el rival dejaba muy pocos espacios: el egipcio Salah sobre la derecha, el brasileño Firmino por el centro, moviendo los hilos del juego y el senegalés Mané suelto, arrancando desde la izquierda, pero moviéndose con gran libertad por todo el frente de su ataque.
Mi pensamiento fue: ¿Cómo seguirá esto?, ¿Cuánto tiempo podrán soportar este ritmo? Pensaba que duraría unos 20 minutos y que si Liverpool conseguía un par de goles, pasaría a tener una gran chance de ganar y, si no los conseguía, la "costumbre de ganar" del Real Madrid de a poco iría nivelando el partido y, probablemente, al final lo ganaría.
Creo que Zidane pensó lo mismo y, por ello, mandó a todo su equipo a la defensa, a sufrir la ocasional superioridad del rival y estorbar su ataque, aunque sea interponiendo su cuerpo para hacer más difícil que los remates del Liverpool pudieran llegar al gol. Todo se desarrollaba sobre el arco del Real Madrid, todos los jugadores estaban allí cerca, salvo Cristiano Ronaldo, que no tiene vocación de hacer sacrificios y deambulaba por zonas centrales de la cancha.
Creo que Zidane acertó o, en todo caso, hizo lo único que en esos momentos podía hacer y, con ello ganó el partido y el torneo. Hubo mucho peligro en el arco de Navas, el golero estuvo muy bien y la barrera humana de jugadores del Real ayudó. Pero pasaron los 20 minutos de juego y la situación seguía incambiada.
A los 28 minutos se desarrolló la jugada fundamental, que cambiaría abruptamente el partido: lo que vimos todos por TV fue un forcejeo entre Sergio Ramos y Salah. Me pareció que Ramos había aprovechado la jugada para imponerle un poco de miedo al rival y esperaba que recibiera una tarjeta amarilla. El árbitro no la concedió. Hoy la prensa egipcia achaca a Ramos una intencionalidad de lesionar a Salah, cosa que descarto de plano aunque, luego de ver la jugada varias veces, puede verse que Ramos tenía aprisionado el brazo de Salah y al caer sobre él con su peso, le provocó la lesión. Sigo pensando que no hubo intención de lastimar pero, si el árbitro hubiera visto lo que, con tiempo y comodidad vimos todos, probablemente hubiera expulsado a Ramos.
El partido se emparejó, Liverpool no tenía un suplente adecuado para Salah, y su ataque se hizo mucho menos peligroso y diría que se limitó a lo que, de ahí en adelante, pudiera hacer Mané, que siguió jugando muy bien, mientras que el brasileño Firmino se diluyó rápidamente.
De todas maneras, el partido seguía empatado en 0. ¿Pasó Real Madrid a dominar el juego, como era de esperar? Realmente no, siguió habiendo dos equipos cada uno de los cuales hacía su juego, ahora sin generar mayores oportunidades de gol. Eventos puntuales y poco previsibles resolvieron el partido 3 a 1 para Real Madrid.
¿Cuáles fueron esos eventos? Lo más fuerte fueron dos fallas increíbles del golero del Liverpool.
En la primera, el golero había tomado la pelota con la mano en su área y, mientras miraba como seguir el juego, Benzema estaba relativamente próximo. Increíblemente, al sacar el golero, lo hace tan mal que le da la pelota a Benzema, que, de primera, hace el gol.
Ese gol parecía definitivo pero, unos minutos después, Mané entra entre un enjambre de jugadores del Real y a dos metros del golero, tira y hace el gol del empate. El mismo Mané, más tarde y muy marcado, consiguió el espacio y tiempo necesarios para tirar al arco y la pelota pegó en el palo derecho de Navas.
En el Real Madrid comenzó a destacarse especialmente el jugador Marcelo. Marcelo marca poco, pero con la pelota en los pies, es un infierno. En cierto momento se deshizo de sus marcadores sobre su banda izquierda e hizo un perfecto pase a Bale que estaba en el punto del penal del área adversaria, sin marcación alguna, recibió el pase y, de chilena, marcó el espectacular segundo gol. A esa altura el partido parecía liquidado.
Real tenía la pelota, mantenía su posesión con interminables pases y nada más parecía que fuera a ocurrir. Sin embargo, Bale disparó desde muy lejos, la pelota fue a las manos del golero del Liverpool, parecía una atajada fácil, sin mayor riesgo, pero la pelota se le escapó increíblemente y se concretó el marcador final: 3 a 1. Resumiendo: dos muy buenos goles: el de Mané y el primero de Bale y dos fallos increíbles del golero del Liverpool.
¿Por qué ganó Real Madrid? Por la costumbre de ganar, por saber que, para ganar, a veces hay que saber sufrir y esperar la oportunidad.
¿Nos sirve esta experiencia para el Mundial? Creo que sí, que Tabárez lo aprendió, por ejemplo, en el Mundial de 1990, donde Uruguay hizo una brillante y prolongada gira europea y, a la hora de la verdad, el equipo no estuvo en el nivel debido.
El partido fue muy útil para Uruguay, porque permitió ver jugar al límite, a muy buenos jugadores que podemos llegar a enfrentar, seguramente al jugar contra Egipto y, eventualmente al jugar contra España, Portugal, Alemania, Inglaterra, Senegal o Brasil.
No sabemos qué ocurrirá con Salah, difícilmente, si puede jugar contra Uruguay, estará en su plenitud. Hemos visto que es un enorme jugador. Repitiendo las palabras de Suárez, "quiero desearle una recuperación total y oportuna porque nos gusta jugar contra los mejores" y él es uno del selecto grupo de dichos mejores.
El equipo uruguayo sabe muy bien que, a veces hay que sufrir y esperar, y en ese sufrimiento y esa espera, muchas veces ha cimentado triunfos que parecían imposibles. Esta vez, además de tener varios jugadores que, en sus puestos, son de los mejores del mundo, dispone de un plantel que permite variantes que no eran habituales. Creo que es una gran oportunidad.
Ahora a esperar la lista final el lunes próximo, el amistoso de despedida y ¡al Mundial!