Contenido creado por Gerardo Carrasco
Cybertario

En campaña

En campaña

Para el ex presidente estadounidense Woodrow Wilson, la prosperidad es necesariamente el primer tema de una campaña política. No es una buena noticia para los candidatos de la oposición, pero tampoco les marca un destino ineluctable.

09.07.2014

Lectura: 3'

2014-07-09T09:24:00-03:00
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La consolidación del crecimiento económico y la mejora en la calidad de vida de amplios sectores de la población es un asunto hasta ahora relativamente soslayado por la campaña oficialista. Su candidato comenzó su campaña con extrañas ocurrencias tecnológicas para jubilados, acaso como maniobra distractora o globos sonda.

Es curioso pero Vázquez está haciendo el trabajo que debería hacer la oposición: proponer novedades, seducir con lo que aún no se ha hecho, vender futuros posibles e incluso imposibles. Así, mientras Bordaberry recorre el país buscando un candidato a vice que conforme a todos y Lacalle Pou literalmente desapareció luego de resolver la fórmula, Vázquez no para de moverse.

Ayer una tableta para cada jubilado; hoy una reforma constitucional para cambiar el régimen electoral; mañana vaya uno a saber qué. Tuvo tiempo incluso para lanzar una nueva diatriba contra los debates televisivos, un asunto aceptado en todo el mundo pero que Vázquez convirtió en cuestión de fe. El candidato de la prosperidad y líder en todas las encuestas sobre intención de voto, se comporta como el retador, arrancando antes y tomando la delantera con movilizaciones y propuestas. ¿Es esto razonable?

Sí, claro. Las encuestas marcan también que la mayoría frentista se está licuando. Pero además, cuando Lacalle, Bordaberry, Mieres y Abella se decidan a comenzar la carrera, la pista estará sembrada por las ideas de Vázquez. No importa si son las indicadas para retener a esa porción del electorado que prefirió al Frente Amplio en los últimos dos comicios. Ni siquiera importa si sus ideas son buenas o malas. Sus competidores deberán transitar un camino minado con sus propuestas antes de presentar las suyas. Cuando esto ocurra, a Vázquez le quedará todavía la bala de plata de la prosperidad. ¿Acaso no es este el escenario perfecto?

No. Vázquez se expone a que la ciudadanía descubra lo que esta dinámica febril busca disimular: que es un hombre de 74 años compitiendo contra rivales veinte años menores. El tema generacional se instaló en la agenda de campaña cuando se anunció el lanzamiento de la candidatura de Lacalle Pou y no hizo sino consolidarse en las internas del 1º. de junio.

En un escenario centrado en la dinámica y las propuestas innovadoras, Vázquez ofrece un flanco vulnerable. Además, desnuda "motu proprio" lo que seguramente será un énfasis de la oposición: si vamos bien, ¿por qué tanta novelería? Y en todo caso, ¿por qué no comenzar ahora, que el Frente cuenta con mayoría propia y ocho meses de gobierno por delante? La oposición tendrá un par de oportunidades de hacer blanco en los problemas que la prosperidad y el "gobierno de primera" dejaron por el camino.

En definitiva, Woodrow Wilson tenía razón pero campañas son campañas y está recién está empezando.