Contenido creado por Gastón Fernández Castro
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El milagro indio

El milagro indio

15.06.2010

Lectura: 4'

2010-06-15T10:16:08-03:00
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El mundial del fútbol además de apabullarnos de pelotas, arcos, camisetas y muchos ritos comerciales que acompañan el deporte, nos tendría que servir para salir un poco más de la aldea, para mirar con más atención el mundo. Hay una realidad que hace tiempo me llena de preguntas y de dudas: la India. Aunque no participa del mundial…

No hay dos posiciones, es ya una potencia económica, crece a ritmos sostenidos a pesar de la crisis y compite con China por posiciones fundamentales en el comercio, en la producción de tecnología y se atreve a desafiar el poder avasallante de Hollywood, con su propio centro gigante de producción de películas: Bollywood. Incluso hemos visto hace poco una película "Slumdog Millionaire" que obtuvo varios premios Oscar.

Es un país sub continente con una superficie de 3.287.590 Km2 (casi 20 veces más grande que Uruguay y una población de 1.166.079.217 es decir casi 40 veces más que nuestro país, es la segunda nación más poblada de la tierra, sólo superada por China, pero en muy poco tiempo con los ritmos de crecimiento incontrolado de la India será el país más poblado del globo.

Su Producto Bruto Interno es el número 12 de mundo, y alcanzó en el 2009 los 1.237 billones de dólares. El analfabetismo es del 52% del total; 65,5% hombres y 37,7% mujeres. Mientras que sus graduados universitarios han crecido de manera exponencial, hoy la India dispone de más ingenieros que los Estados Unidos.

En Uruguay hay importantes empresas indias que están estudiando la posibilidad de instalar empresas mineras, automotrices y ampliar sus actividades en el sector de las nuevas tecnologías. La situación no nos interesa solamente como una curiosidad intelectual, nos debería interesar como parte de la gran marcha del mundo e incluso por nuestros propios intereses.

¿Es la India efectivamente una gran potencia, un país emergente y en desarrollo? Si interpelamos sólo o principalmente las cifras económicas no hay duda, es un gigante en expansión. Se da la paradoja que en medio de la crisis los ingenieros, en particular los informáticos norteamericanos hacen cola en la embajada de la India en USA para obtener la visa de trabajo…

Pero la India no es sólo eso  400 millones de habitantes de ese país tienen menos de 18 años, y 200 millones, la mitad, hoy viven en la miseria, pasan hambre, literalmente y concretamente. Cien millones de esos niños y jóvenes trabajan hasta 15 horas diarias en agotadoras jornadas en lugar de ir a la escuela.

Cualquiera que camine por las calles de una gran ciudad de la India verá miles de niños mendigos y las deplorables condiciones de vida de una parte muy importante de la población. El trabajo infantil afecta a decenas de millones de niños y adolescentes empleados en la industria de tapices, de joyería, de artesanía, de la agricultura.

La India no es un país pobre, es una gran potencia económica, en plena expansión con los mayores contrastes del planeta.

Lo único más grave que no poder atender el hambre y la miseria de los niños y niñas es tener los recursos y no hacerlo. Eso es lo que se ha consolidado como una constante del actual desarrollo y crecimiento en la India.

Y la comparación surge inevitable con su gran competidor en Asia, la República Popular China. Si las diferencias sociales, educativas se hubieran profundizado de esa manera en China, serían motivo de un río interminable de comentarios, libros, análisis y artículos de prensa, pero como no es China, en el caso de la India pasa como parte de una herencia terrible e irreversible y poco más. Y no es así.

¿Hasta el milagro económico de la India excluirá a porciones tan grandes de su población y las seguirá condenando a la miseria, el analfabetismo, la exclusión más absoluta? O será parte del folklore de la mayor democracia del mundo.

En la India conviven muchos pueblos, culturas, algunas en extrema tensión, pero el volcán que está acumulando potencia es la situación social. Hay cientos de millones de personas, sobre todo jóvenes que no tienen casi nada que perder.