Defendamos a los patrones

Una demostración. Para algunos compañeros, si se propone introducir un cambio en un proyecto de ley que está a estudio del Senado, agregarle una palabra que le da precisión y seguridad jurídica a esa ley, en un tema tan delicado como la legislación penal, estamos protegiendo a las patronales. Algunos lo dicen en los pasillos, otros no tanto. Y me refiero a un caso bien concreto, a la ley de Responsabilidad Penal Empresarial y la posición del Frente Liber Seregni.

Por ello mismo comencemos por lo importante, el FLS desde el inicio de todo este proceso se manifestó totalmente de acuerdo con la aprobación de esta ley. Tenemos fundadas razones y apoyamos las razones que se han expuesto en favor de una ley que mejore sustancialmente la situación en materia de seguridad en el trabajo. Y sobre este tema no nos duelen prendas, ni estamos detrás de nadie.

Cuando en la Cámara de Senadores, el compañero Enrique Rubio plantea una serie de preocupaciones sobre aspectos constitucionales del proyecto sancionado en diputados también con nuestros votos, atendimos, como no podía ser de otra manera esas preocupaciones y las consultas que se realizaron a nivel de penalistas y especialistas en la materia. Y formamos parte de la mayoría de 14 senadores en 16 senadores que en la bancada del FA aprobamos introducir un simple cambio de gran importancia.

Si, porque de eso estamos hablando, de agregar al texto aprobado la palabra "deliberada" o "intencional". Esta ley trata de dos temas muy complejos y delicados, de la seguridad laboral de los trabajadores, pero además estamos hablando de un tema penal y eso tiene que ver con la libertad de la gente, en este caso de los empleadores, de cientos de miles de empleadores. No se trata de detalles.

La declaración del FLS es clara y para que no haya dudas, la adjunto al final de mi columna. Pero yo quiero agregar opiniones personales, no quiero confusiones.
Una aclaración importante, la declaración del FLS fue discutida en su Mesa y aprobada por unanimidad, no es la posición de ningún senador o legislador en particular. Segundo, a nuestra opinión se sumaron nada menos y con ópticas y aportes diversos, las opiniones de Tabaré Vázquez, que apoyó la ley, incluso por su propia experiencia familiar, pero que pidió tiempo para asegurar la mejor ley y la del Presidente de la República, José Mujica, que también opinó.

Mis objeciones - y por lo que escuché la de otros compañeros - son de diverso orden. Primera objeción y apoyo a que se agregue una de las dos palabras propuestas, es que corremos el serio riesgo de que la ley sea declarada inconstitucional. ¡ Otra ley declarada inconstitucional ! No debemos correr ese riesgo y en pocos meses volver de nuevo a comenzar y además recibir un nuevo portazo institucional en las narices. Si alguien no quiere entender a qué casos me refiero, voy a tomar solo el que nos atañe a nosotros: la ley de liquidación de PLUNA, para ser claros. Hay otra que todos conocemos y que nos hizo perder muchos meses.

Sería muy malo que luego de todas las expectativas generadas, correctamente generadas en los trabajadores, la ley fuera declarada inconstitucional. Que no nos vengan hablar de retrasos, porque en una semana se puede resolver el cambio en senadores y luego en diputados. No agiten fantasmas.

Pero además hay otros elementos, hay uno de carácter democrático. Las leyes imprecisas, siempre favorecen la discrecionalidad y afectan a los más débiles. Los grandes y los poderosos van a disponer de las herramientas jurídicas, empresariales y los mejores abogados, mientras que los empleadores chicos, incluyendo el que contrate un electricista en su casa no podrá hacerlo, y la ley con la redacción actual es muy imprecisa nada menos que en materia penal. La más delicada de las materias legales, la que tiene que ver con la libertad.

Tercero, hay un aspecto político. No entendemos y esperamos las explicaciones del caso cual es el motivo por el que no se puede agregar una palabra a una ley. En el parlamento la izquierda ha negociado cientos de veces, incluso en temas tan delicados como la despenalización del aborto y logramos una ley posible y necesaria, no la que queríamos, pero logramos un gran avance y en esta oportunidad no se puede agregar un palabra en un proyecto de ley. No vamos a especular, pero por ello mismo no entendemos el empecinamiento en no hacer más precisa y sostenible constitucionalmente a esta ley.

En diputados todo el FA apoyó la actual redacción y en el senado se estudió el tema nuevamente, como corresponde a un poder legislativo bicameral, donde los senadores no son el eco de los diputados y nos parecieron correctas las observaciones y los aportes realizados, por eso votamos juntos, 14 senadores. Revisamos nuestra posición inicial. Otros compañeros decidieron cambiar de posición y votar el texto original, están en todo su derecho, pero es bueno que se conozca todo el recorrido de esta ley.

Los sindicatos tienen todo el derecho, es más tienen el deber de defender los intereses de los trabajadores, pero ello no les impide en absoluto considerar las alternativas y la posibilidad de evitar el peligro de que la ley sea anulada por inconstitucional. Negociar y acordar cambios en proyectos de leyes ha sido una rica y sólida tradición de la izquierda y ni que hablar del movimiento sindical uruguayo.

Lo que también debe quedar claro es que en este país no hay confusión de roles, los sindicatos tienen su papel y los legisladores otro, bien diverso. Es bueno reafirmarlo claramente, no sea que algunos se entusiasmen con una metodología muy discutible: la del gobierno en disputa perpetua.

Nuestros legisladores, nuestros senadores están haciendo el mayor esfuerzo posible para encontrar una salida adecuada y que la ley tenga la mayor fortaleza posible. Garantías totales no existen y todos los cambios que la blindarían tampoco. Insistimos en agregarle un término, una palabra.

Esta actitud de varios senadores y que nosotros hemos manteniendo se basa en un elemento que ha sido clave en la política del FA: no tirar los problemas hacia adelante para que en definitiva le exploten a los que vienen, a los próximos y los actuales nos lavemos olímpicamente las manos. No lo hicimos y no lo vamos a hacer, aunque nos cueste el precio de algunas diatribas que se hacen circular por los pasillos. La coherencia en la izquierda siempre fue un valor y batirse por sus convicciones, cuando tienen que ver nada menos que con la continuidad de una ley de protección de los trabajadores y con la precisión y el sentido democrático de una ley, son convicciones. Importantes.

Una reflexión final: los partidos, su funcionamiento democrático, su capacidad de darle gobernabilidad al país son un capital muy valioso para nuestra democracia y en particular para el Frente Amplio y nosotros siempre la hemos considerado y respetado. No tenemos que rendir examen ante nadie. Aunque cierta metodología de las mayorías impuestas comienza a agotarse estrepitosamente. También de eso hay que hacerse responsables.

Nosotros nos sentimos defendiendo a los trabajadores y su derecho a una ley adecuada y sostenible en el tiempo para la protección de su salud y de su vida y por la defensa de una ley justa que reafirme la igualdad de todos ante la ley y asegure la mayor precisión posible en las leyes penales.

DECLARACIÓN DEL FRENTE LÍBER SEREGNI

El Frente Líber Seregni ha trabajado, junto a todos los legisladores del Frente Amplio por la aprobación de una ley de Responsabilidad Penal Empresarial que mejore sustancialmente la situación en materia de seguridad y prevención en todo el país y reduzca drásticamente las consecuencias graves y dolorosas de los accidentes laborales. Es parte de nuestra visión sobre el avance de derechos y responsabilidades de la sociedad uruguaya y en particular para la salud de los trabajadores.

Por ello mismo queremos una ley justa, que dure en el tiempo, que no abra otro proceso de controversia legal y constitucional y que afronte la situación de acuerdo al asesoramiento recibido por diversos juristas especializados. Hemos respaldado, y lo seguimos haciendo, tanto los aportes del compañero senador Enrique Rubio realizados exclusivamente con este espíritu, como las opiniones de los juristas consultados y no comprendemos las razones por las cuales se bloquea la posibilidad de introducir un solo cambio, pero fundamental en la redacción de la ley, que la pondrían al reparo de esos errores.

Consideramos que con la actual redacción se corren serios riesgos de una corta duración de la ley, lo que afectará directamente la expectativa y la realidad de los trabajadores y del conjunto de la sociedad.

Estas conclusiones fueron la base de la resolución por amplia mayoría de una sesión de la bancada de senadores (14 a 2 votos) en la que se dio apoyo a la ley pero con la modificación necesaria. Nos hemos mantenido coherentemente en esta posición.

No podemos, no debemos correr nuevamente el riesgo de una nueva declaración de inconstitucionalidad y esa ha sido la causa de nuestra preocupación y trabajo para aprobar la ley de la mejor manera posible. Todos deberíamos recordar nuestras propias responsabilidades en la materia y aprender.

La imprecisión en una materia legislativa tan compleja y de carácter penal, además del riesgo de ser declarada inconstitucional, afecta el necesario sentido de justicia y de equidad que deben tener las leyes en la república.

Reafirmamos nuestra plena disposición a que sea aprobada en los plazos más breves y con la mejor redacción y la máxima precisión de la ley de responsabilidad penal empresarial y la obligación de los legisladores del Frente Amplio de representar en su labor a todo el cuerpo social del país.
Seguiremos trabajando en esta dirección.

Mesa del
Frente Líber Seregni Frente Amplio

Montevideo, 12 de marzo 2014