El hecho no debería llamar la atención si se tiene en cuenta que un acuerdo político facilitó el trámite y que, en definitiva, no habrá competencia. El oficialismo se asegura la unidad pero desafía la lógica, tanto lpolítica como aristotélica.
Antes del plenario, los seguidores de la senadora fueron formalmente notificados de la molestia y preocupación que causaron algunas de sus críticas contra Vázquez en los sectores mayoritarios. Moreira había comenzado su campaña haciendo referencia a la edad del ex presidente y a la necesidad de que el candidato del oficialismo sea más representativo de los jóvenes, así como a otros temas considerados espinozos.
"¿Otra vez Tabaré Vázquez? Ya nos gobernó, se presentó cuatro veces y tiene 75 años. Yo quiero otra cosa". Las sentencias de la senadora que despertaron preocupación en la cúpula oficialista se completan con una metáfora sobre la necesidad de iluminar, apoyando su candidatura, a un Frente Amplio que, para algunos adherentes, "se está volviendo un lugar oscuro". Por si no fuera suficiente la advertencia, la presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier, aseguró después del plenario que la campaña no girará en torno a una "confrontación entre ellos" sino que expresará sus "énfasis" particulares.
Sin poder confrontar, con un programa único y siendo apenas otra candidatura de "un mismo proyecto", al decir de Xavier, la senadora llegará a las internas de junio próximo en inferioridad de condiciones. Si su chance era incierta cuando hablaba libremente de sus diferencias con Vázquez sobre la despenalización del aborto o el tratado de libre comercio y la agenda bilateral con Estados Unidos, mucho más lo será a partir de ahora, cuando sabe por boca de Xavier que toda la campaña no será más que una cuestión de énfasis.
El margen de acción política de Moreira será muy estrecho toda vez que su perspectiva sea divergente con las de Vázquez, al punto de despertar dudas sobre la existencia de una legítima competencia en el oficialismo. Y esto no es una valoración política sino de lógica.
Para Aristóteles, "nada puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido." Si Vázquez y Moreira van a competir por la candidatura presidencial, deberían exponer sus puntos de vista, aún en la discrepancia, así como sus respectivas fortalezas. Sin embargo, Moreira no podrá destacar que es veinte años más joven que Vázquez pero éste podrá hacer caudal de su amplia experiencia como gobernante.
Más que a una competencia, parece que asistiremos a una candidatura oficial apenas disimulada. Y quizás lo peor no sea eso sino la tácita aceptación de la precandidata, quien aseguró que no va a hacer una campaña contra Vázquez sino "con él".
La lógica es implacable: una campaña sin competencia ni confrontación no es una campaña, lo que sabemos desde que el gran filósofo de Estagira estableciera el principio de no contradicción, hace dos mil trescientos años.