Para Uruguay las Eliminatorias son siempre especialmente difíciles. ¿Por qué? Por varias razones. El Uruguay produce muy buenos jugadores, algunos están entre los mejores del mundo. En general las individualidades están, pero necesitan amalgamarse para tener un razonable juego de conjunto; eso lleva tiempo y en las Eliminatorias no se tiene tiempo suficiente. Véase que cuando Uruguay pasa las Eliminatorias y llega a un torneo que se juega en un solo país, donde hay más tiempo, el rendimiento del conjunto mejora mucho.
El nivel del fútbol que se juega en el Uruguay, más allá de lo dicho, es muy bajo. ¿Por qué? Porque faltan los jugadores más importantes, que están casi todos en el exterior; aquí juegan, en su gran mayoría, jugadores muy jóvenes, que esperan por la emigración, y otros en el fin de sus carreras, que vuelven porque ya no tienen el nivel para jugar en el exterior.
Adicionalmente, por razones geográficas, que no tienen nada que ver con el deporte, hay 9 puntos que, a priori, debemos considerar casi perdidos antes de jugarlos, los correspondientes a los partidos contra Bolivia en La Paz, contra Ecuador en Quito y ante Colombia en Barranquilla.
Por eso las Eliminatorias nos resultan siempre muy trabajosas. Desde que se juega en el esquema actual de todos contra todos (para los mundiales de Corea / Japón en 2002, Alemania en 2006, Sudáfrica en 2010 y Brasil en 2014), Uruguay siempre se clasificó en 5.º lugar y luego fue al Mundial ganando el repechaje, salvo en el caso de Alemania 2006. ¿Corresponde el 5.º puesto al verdadero nivel de Uruguay? Creo que en general no, pero en las últimas cuatro Eliminatorias sí.
¿Qué debemos esperar para Rusia 2018?
Es difícil hacer pronósticos porque hay un conjunto de cambios, generalmente determinados por problemas de edad. Esta vez no estará un grupo de jugadores que han sido muy importantes en los últimos años.
Entre ellos se destaca la falta de Diego Forlán, quien le daba al equipo una serie de cosas especialmente importantes: claridad, pausa, visión de cancha, muy buenos tiros libres, goles de media distancia, etc.
No existe en el fútbol uruguayo de hoy, fuera de él, un jugador con esas condiciones. Tabárez ha buscado a otros y ha tratado de armar esquemas donde las mencionadas funciones se cumplan. Hasta ahora no lo ha conseguido. Han fracasado en el intento jugadores muy buenos y que, cotidianamente, hacen un buen papel en sus equipos en el exterior. Como valores existen, debemos confiar en que el técnico lo logre, quizás cambiando o alternando los hombres, quizás adaptando los esquemas de juego.
Paralelamente, el golero y la línea de cuatro final hoy se componen de jugadores que están en el apogeo de sus carreras.
Preocupa mucho el “doble 5” porque sigue estando Arévalo Ríos en buen nivel, pero sus compañeros tradicionales ya no están y los remplazantes que se han probado no han funcionado bien. Hoy se están incluyendo en el plantel nuevos jugadores con grandes condiciones pero muy jóvenes, ojalá se consiga afianzarlos rápidamente.
Los volantes exteriores no parecen presentar problemas; adelante Cavani y, sobre todo, Suárez son inmejorables.
Creo que se tiene equipo para ganar muchos puntos. Sin embargo hay un problema adicional esta vez: por errores arbitrales y/o excesiva severidad en las penas, en los dos primeros partidos no estará presente Cavani y, en los cuatro primeros, faltará Suárez.
Tradicionalmente, en esos cuatro partidos Uruguay ganaba 6 puntos, contra Colombia y contra Chile en Montevideo; mientras que perdía los dos partidos en la altura, contra Bolivia y Ecuador.
Todo esto hace que obtener como mínimo 27 puntos, que permite clasificar en 5.º lugar, no sea fácil. Como hemos visto, a priori, hay 9 puntos casi perdidos y siempre los partidos con Argentina y Brasil son difíciles como visitantes, pero también como locatarios. ¿Qué ocurre si Uruguay gana los demás partidos? Son 5 como locatarios y 4 como visitantes: si se ganaran todos obtendría los 27 puntos necesarios. Pero nunca se ganan todos.
Será importante obtener más puntos, algunos de los 12, muy difíciles, de las primeras cuatro jornadas. Si pudiera elegir los más importantes, escogería ganarle o, por lo menos no perder, contra Ecuador en Quito, porque casi siempre el 5.º lugar lo disputamos contra ellos.
Desde luego que obtener en estas cuatro jornadas iniciales algún otro punto ayudaría mucho y creo que, en definitiva, nuestra suerte en las Eliminatorias dependerá mucho de los puntos que obtengamos contra Argentina y Brasil.
Algunos pensarán que este es un pronóstico pesimista. Para empezar, no es un pronóstico, es una visión realista del panorama antes de empezar las Eliminatorias. Dependemos de nosotros y existen jugadores como para lograr la clasificación. Pero todos podemos ayudar, apoyando permanentemente a la selección y a su director técnico. Especialmente, en las más que difíciles cuatro jornadas iniciales.
Claro es que lo que se consiga será con el plantel que se tiene, con el plantel que se ha preparado y no existe fuera de él ningún jugador que pueda, en forma indiscutible, sustituir con ventaja a los que lo componen.
Personalmente, ¡pienso que clasificamos!
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