En buen romance, esta propuesta consiste en dejar sin efecto dicha reforma durante el presente período de gobierno, puesto que el año siguiente es año electoral y difícilmente se disponga el partido de gobierno a poner en marcha una reforma sobre el final de su período de gobierno.
Pero este episodio no es más que una nueva muestra de una práctica que se ha hecho permanente en el Frente Amplio. Actuar de los "dos lados del mostrador"; ejerciendo el gobierno y tomando decisiones desde esa posición y, al mismo tiempo, asumir la oposición a las medidas tomadas por el mismo gobierno.
Hace unos pocos días el primer Senador del partido de gobierno resolvió cuestionar y denunciar errores en el funcionamiento de la Central Térmica de Delta del Tigre de UTE y estas críticas fueron respondidas por las autoridades de UTE y del Ministerio de Energía. El episodio parecía propio de una disputa entre gobierno y oposición.
El último Congreso del Partido Comunista culminó con una declaración que cuestiona la actual política económica de este gobierno en los mismos términos y con la misma virulencia con la que este partido cuestionaba la política económica de los gobiernos de los partidos tradicionales. La diferencia es que la principal dirigente de ese partido forma parte del Gabinete y ha votado o firmado todas y cada una de las decisiones que configuran la actual política económica del gobierno.
El gobierno impulsó y logró la aprobación de esta nefasta reforma tributaria con el voto conforme de todos sus legisladores. Sin embargo, un día sí y otro también, diversos legisladores del partido de gobierno expresan críticas cada vez más agrias contra la reforma que ellos mismos votaron y ya se anuncia que comenzarán a impulsar iniciativas legislativas de modificación. Es más, la defensa de la reforma tributaria ha quedado circunscripta al Ministro de Economía y algunos integrantes del equipo económico.
En ocasión de la Rendición de Cuentas la pulseada política por los recursos no se instaló entre el partido de gobierno y la oposición. La gran tensión se produjo entre el Poder Ejecutivo y su bancada parlamentaria que terminó "torciéndole la mano" al gobierno al imponer cambios en una Rendición de Cuentas que todos los ministros (jefes de listas de sus respectivos diputados) se habían comprometido a mantener sin modificaciones en el tratamiento parlamentario.
Quizás el extremo de esta doble circunstancia es el caso del Ministro Mujica que permanentemente realiza críticas y cuestionamientos, incluso con respecto a la gestión de su propia cartera, como si él nada tuviera que ver con las decisiones que toma este gobierno.
Curiosamente, estas disonancias han arreciado y aumentado de volumen desde que se conoció la decisión del Presidente de no postularse a la reelección. Pareciera que se hubiera quebrado un "dique de contención" que frenaba las disidencias ante la eventual continuidad del jefe político de su partido. El apartamiento político futuro del actual líder parece haber desatado una lucha descarnada por el poder.
Probablemente, muchos de quienes impulsan estas posturas "opositoras" en el ejercicio del gobierno, piensen que tendrán la capacidad de escapar al juicio que la ciudadanía realizará sobre la gestión de gobierno, y buscarán convertirse en alternativas como si hubieran sido la oposición al actual gobierno.
Quienes así piensan están subestimando la capacidad de juicio de los ciudadanos. Mal que les pese a muchos en el Frente Amplio, el gobierno actual es de "todo el Frente Amplio" y su éxito o fracaso afectará al conjunto de esa fuerza política. La política económica del Ministro de Economía es la política económica de todo el Frente Amplio y la reforma tributaria que impulsa este gobierno con sus iniquidades y graves falencias también. Por más que algunos se quieran "vestir de opositores"; no se puede estar al mismo tiempo de los "dos lados del mostrador", aunque a algunos les encante jugar con las dos camisetas puestas.