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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

2012: señales muy negativas en educación

Mientras que el Presidente y los partidos intentamos avanzar en acuerdos amplios para revertir el profundo deterioro de la educación uruguaya, las señales que surgen desde el sistema educativo continúan siendo particularmente negativas y provocan fuerte escepticismo sobre las posibilidades efectivas de transformación de la educación en el corto plazo, si no se toman medidas muy radicales con respecto a la conducción de esta política.

11.01.2012 08:41

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2012-01-11T08:41:00-03:00
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En efecto, mientras que esta semana se reúnen los grupos multipartidarios de técnicos convocados por el Ministro Ehrlich para intentar avanzar en entendimientos sobre algunos aspectos considerados cruciales, se informa que la ANEP no ha podido ejecutar un monto muy significativo de su presupuesto previsto para el año 2011. Una paradoja inaceptable, mientras que la educación uruguaya muestra un sombrío panorama en materia de la infraestructura y la situación edilicia de los establecimientos educativos que, en muchos casos hacen imposible el dictado de las clases en condiciones normales, nos enteramos que el ente educativo no ha tenido capacidad de ejecutar los recursos disponibles.

No conformes con esta grave omisión, resolvieron adjudicar esos fondos a partidas suplementarias de remuneraciones docentes en función de muy discutibles criterios de "presentismo" docente. ¿Cuántos liceos nuevos se podrían haber construido con los fondos ociosos? ¿Cuántos establecimientos educativos podrían haberse refaccionado o reformado con los dineros que no fueron ejecutados en tiempo y forma?

Pero además, leímos con enorme preocupación que hace apenas un par de días se publicó un llamado a empresas para realizar obras prioritarias en edificios de educación pública (emergencias constructivas en techos, instalaciones eléctricas, sanitarias, revoques y pinturas) cuya convocatoria para la apertura de ofertas vence el próximo 23 de enero; apenas cinco semanas antes del comienzo de las clases. ¿Cuál es la perspectiva de cumplimiento de las obras requeridas para que alrededor de 300 centros educativos con problemas edilicios puedan estar en condiciones de comenzar el año lectivo?

Por un lado sobra y por otro lado falta. Sobran recursos que no se aplican a lo que estaba previsto y por otro lado nos acercamos al comienzo de los cursos con notorias dificultades.

Por si faltara algo para completar un panorama preocupante, las inefables autoridades de Secundaria anunciaron al comenzar el 2012 que era difícil que las clases pudieran comenzar en tiempo debido a que no se había realizado la elección de horas docentes por el conflicto ocurrido en diciembre relacionado con la oposición al "Programa Promejora".

En forma paralela una Directora de un liceo del Departamento de Canelones denunció presiones desde la oficina de uno de los Consejeros de Secundaria para que su establecimiento no participara del "Programa Promejora".

Ahora nos enteramos que en las reuniones de la ANEP se ha discutido si el Parlamento era competente para ejercer el contralor sobre los organismos de la enseñanza. Insólito, pero demostrativo de la gravedad del problema institucional que tenemos. Además, uno de los Consejeros del CODICEN realizó declaraciones reivindicando que la conducción de la educación corresponde al CODICEN y no al gobierno, rechazando por esta razón cualquier propuesta de aumento de integrantes de ese Consejo.

Como es posible apreciar, las tendencias y las señales que surgen desde dentro del sistema educativo son muy preocupantes. Lejos de comenzar un proceso de convergencia para los cambios, parece instalarse una sugestiva esquizofrenia entre la cabeza del gobierno nacional que busca acuerdos multipartidarios para transformar la educación y los jerarcas del sistema educativo que demuestran, cada vez más, una ausencia de sintonía total con los objetivos de un cambio en serio.

Es necesario indicar que de poco o nada podrá servir un acuerdo multipartidario si este no se refleja en un cambio sustancial en los equipos de conducción de la educación pública. La conducción de la ANEP y de los Consejos debe estar en sintonía con los cambios que se requieren, de otro modo no habrá resultados positivos por más documentos que se firmen.

Pero, además, también resulta imprescindible que en la fecha de comienzo de las clases, a comienzos de marzo, ocurra un cambio significativo en las condiciones edilicias y de infraestructura de los centros de estudio en todo el país que marque una ruptura con lo ocurrido en los años recientes.