Uruguay implementará la Técnica del Insecto Estéril (TIE), que utiliza energía nuclear para reducir la población del mosquito Aedes aegypti, el principal transmisor de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. El proyecto es una iniciativa del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que busca promover el uso positivo de la energía nuclear en Latinoamérica. A nivel nacional, el Ministerio de Salud Pública (MSP), el Instituto de Higiene de la Facultad de Medicina y el Centro de Investigaciones Nucleares serán los organismos involucrados en la aplicación de esta técnica, que se encuentra en etapa de preparación y comenzará en 2024.
En diálogo con Montevideo Portal, la directora del departamento de Zoonosis del MSP, Gabriela Willat, dijo que, por más que en Uruguay no haya transmisión de estas enfermedades, “siempre está el riesgo” de que eso suceda.
En 2020 fue la última vez que se identificaron casos autóctonos de dengue en el país. “Lo que tenemos, generalmente, son casos importados; personas que vienen de otro país y que cursan la enfermedad acá. Si un mosquito Aedes uruguayo se encuentra con una persona que viajó, lo pica y está enfermo, puede empezar la transmisión en nuestro país”, advirtió.
El riesgo es latente: ayer, domingo 16 de abril, el MSP confirmó que se detectaron dos nuevos casos importados de chikungunya, uno en Salto y otro en Río Negro.
La medida se implementa como método de prevención porque Uruguay se encuentra en una región rodeada de países en los que sí existe la circulación de estas enfermedades, que es cada vez mayor, asegura Willat. En la última actualización de la situación epidemiológica de dengue en Argentina, el Ministerio de Salud informó que, hasta el 8 de abril de 2023, se notificaron 41.257 casos de dengue en ese país. Esa cifra representa un aumento del 46% respecto a la semana anterior, en la que se habían registrado 28.235 casos, que coincide con el cierre de Semana de Turismo, momento en el que más de 200 mil uruguayos cruzaron hacia Argentina, según datos de la Dirección Nacional de Migración. Respecto al chikungunya, el ministerio argentino registró 1.092 casos hasta el momento.
¿Cómo se implementa?
La TIE consiste en criar una población de mosquitos e irradiar a los machos con energía nuclear para esterilizarlos, y así evitar la reproducción al momento de aparearse con hembras silvestres. Irradiar a las hembras no resultaría eficiente porque, al ser el mosquito que realiza la picadura, son capaces de transmitir el virus de todas formas. Por lo que la esterilización de mosquitos es efectiva para reducir la circulación de las enfermedades en la medida en que se reduzca la población de este insecto.
El procedimiento comienza en un insectario, que instalará el MSP en el Instituto de Higiene. Allí se criarán poblaciones de Aedes aegypti y, tras separar a los mosquitos por sexo, los machos serán irradiados con uno de los aparatos facilitados por la OIEA, que utiliza rayos X para realizar la esterilización. Luego, la población será trasladada y liberada en el ambiente.
Según comenta Willat, en la etapa de prueba las liberaciones se realizarán en localidades “pequeñas, similares y comparables”. Para evaluar la efectividad de la técnica, primero se mide la población de mosquitos en ambos espacios, pero solo se libera la población criada en el insectario en una localidad. Pasado el tiempo, se vuelven a medir ambas para verificar si, efectivamente, se reduce la población donde fueron liberados los mosquitos afectados.
La medición se realiza a través de trampas —también donadas por la OIEA— que capturan el insecto y permiten llevar cuenta del cambio poblacional cada semana.
Las ventajas
“Lo bueno de esta técnica es que, si el día de mañana se frena, todo vuelve a la normalidad. La intervención no altera el ecosistema porque dejar de liberar [mosquitos], no tiene efectos”. Willet compara la TIE con otras herramientas para reducir las poblaciones de insectos, como la fumigación, que utiliza insecticidas con químicos a los que las especies de mosquitos ya se han vuelto genéticamente resistentes, asegura, lo que la hace una herramienta ineficiente. Además, advierte que, como método a largo plazo, la fumigación no es eficiente, por todas las variables que pueden imponerse en el contacto entre el químico y el mosquito: “¿Cuán probable es que llegue dentro de una casa detrás de un armario, donde está el mosquito, si se pasa con una máquina por la calle?”. Y agrega: “El producto funciona mientras está en el aire, por unos 15 minutos; después que cae la gota al piso, y ya no funciona más”. Por esto, explica Willat, la fumigación genera una “falsa sensación de seguridad”.
Respecto al TIE, admite que, “como todas las intervenciones del hombre, tiene consecuencias”, pero, al no utilizar químicos, es “amigable” con el medioambiente y no genera resistencia con los mosquitos. Además, a diferencia de la fumigación, que tiene la posibilidad de rociar todo tipo de especies e insectos, la TIE combate solo a la especie Aedes aegypti y no altera otras como la Culex.
Antecedentes
La Técnica del Insecto Estéril se originó a mediados del siglo XX en el Centro de Investigaciones Entomológicas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Con los años, también fue fomentada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para combatir plagas de insectos que atacan cultivos y ganado, como el gusano barrenador.
Esta plaga agrícola afecta la producción del país y también será tratada con la tecnología del insecto estéril. De hecho, Presidencia informó que el programa de erradicación de la mosca de la bichera comenzará en setiembre de este año e implementará la misma técnica.