La Superluna de octubre, que este año se produjo el 17 de dicho mes, es conocida tradicionalmente en América del Norte como Luna del Cazador.
El nombre se arraiga en el folclore de los nativos norteamericanos, y se debe a que se trata de una noche en la que el perigeo lunar ofrece buena visibilidad nocturna. Por ello, se la consideraba una gran ocasión para hacer una buena cacería antes de que comenzara el duro invierno boreal.
El diccionario británico Oxford recoge esta denominación en fecha tan temprana como 1706. Sin embargo, la expresión se hizo popular en Estados Unidos recién a partir de la década de 1930, cuando el Almanaque del Agricultor de Maine comenzó a incluir los nombres nativos de las lunas: “Luna del Cazador", "Luna del Esturión", "Luna del Castor", etcétera) en sus páginas.
En 1968 comenzó a llevarse a cabo en West Lafayette, Indiana, la fiesta anual de la Luna del Cazador, evento que congrega numeroso público en cada edición.
Una superluna ocurre cuando la órbita del satélite natural está más cerca de la Tierra (perigeo) al mismo tiempo que hay una luna llena. Esto se traduce en una luna más brillante y que luce de mayor tamaño en el cielo.
Anoche, el cielo despejado permitió apreciar a la perfección el fenómeno, especialmente en entornos alejados de los grandes centros poblados, ya que en estos la contaminación lumínica dificulta la contemplación de los fenómenos astronómicos.